Reactivación

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Karel quiso quedarse el resto de tarde junto a Kara, yo me senté en el sofá que había al lado de una mesilla, aún me costaba creer todo lo que presenciaba, tener un hijo y que según la línea del tiempo pronto no estaría Kara, sé que él vino a impedir que eso pase, pero aun esa línea esta en movimiento, el futuro aún no ha cambiado. ¿qué pensaría mi yo del futuro? ¿estaría de acuerdo? Creo que sí, ¿por qué yo no hice el viaje?

-¿En qué piensas madre?- su mirada intensa y preocupada estaba en mí.

-¿Hace mucho existen los viajes en el tiempo?

-Depende como lo veas, mamá tiene amigos de otra tierra que se hacen llamar, Las leyendas del mañana, han visto desde dinosaurios, hasta ciudades donde todo es tecnológico, también Sara me ha contado otras cosas que no debo contar.

-¿Sara es?

-Es la capitana de la nave, capitana Lance, junto a su compañera Ava.

-¿Cómo la conociste?

-Misiones secretas- me crucé de brazos y alce mi ceja- madre no me mires así- dijo riendo- acompañé  a J'onn y a mi primo a detener una invasión en la tierra de Barry, es como normal, pero esta estuvo fuerte, y no, yo no hice nada solo fui de acompañante, luego me dejaron ir con las leyendas, conocí la Waverider, ahí me contaron algunas de sus misiones-se quedo callado y soltó una carcajada- madre prácticamente se la pasan arreglando lo que ellos provocan.

-¿Te deje ir? Eso no suena a algo que yo haría, jamás.

-Casi no me niegas nada madre, y bueno… pocas veces es que te pida algo, tu me lo das todo y más de lo necesario a veces.

-Oh, mi Dios, hice un niño mimado.

Sentía que era feliz en este momento, me miraba con sus ojitos felices. Le dio un beso en la frente a Kara, le dijo que la amaba y se sentó al lado mío.

-No, bueno sí, pero no malcriado, igual sabias que no iba a dármelas de héroe, por eso me dejaste ir, y mi primo no iba a dejar que nada me pasará.

-¿No eres un superhéroe?- se que mi pregunta lo incómodo, centro su atención en Kara.

-Desde que llegamos a vivir acá, te prometí que nunca haría algo que te preocupara, tenía diez años pero sabía todo, sabía porque ella no estaba, tenía sus hologramas, los cuido como mi mayor tesoro. A mis trece años fui directo y mi promesa fue nunca pondré en riesgo mi vida, nunca me perdonaría que sufrieras por mi culpa.

-Eres un buen hijo, pero también debes hacer lo que te haga feliz- le revolqué un poco su cabello, y me abrazo.

-Soy feliz, si tu lo eres madre, tenemos una conexión y siento tus emociones cuando estoy cerca, cuando te prometí aquello una tranquilidad me invadió y supe que era lo correcto, estabas tranquila.

La noche llegó y solo se podía quedar una persona, aunque extendieran sus horarios con nosotros igual habían cosas que debían continuar en orden.

-Vamos a casa, tu tía Alex se quedará con tu mamá.

Podía ver en sus ojos, que lo menos que quería hacer era irse, me despedí de mi rubia y lo deje unos minutos solo con ella, afuera solo estaba Alex y Sam.

-Lena, déjame decirte que tienen los genes perfectos- dijo Sam.

-No digas cosas- me senté a su lado.

-No seas modesta cuñada, tengo un sobrino muy guapo- era cierto, es muy evidente- a todas estas ¿por qué viajo?

-Hay cosas que deben ser un poco confidenciales, espero no haya problema, Alex es necesario que esté acá.

NUEVO UNIVERSO  (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora