NUEVO UNIVERSO (SUPERCORP)

Pequeñas peleas

Pov Kara

Los meses avanzaban, ya faltaba menos para ver a nuestro hijo. Lena estaba de siete meses, aunque Karel presentaba un tamaño de menos tiempo ya que al ser mitad kryptoniano su formación era un poco más lenta, se estimaba que el embarazo se extendiera hasta los 11 o 12 meses.

Llegamos a nuestra nueva casa, nuestro hogar. Lo único que faltaba por organizar era mi estudio, el cual me llevó tiempo saber que tener allí. La habitación vacía, esa que no sabíamos en que ocuparíamos sería el cuarto de juegos de Karel, y más adelanté de sus hermanos también. Lena y yo aprovechamos las tardes en que salíamos de trabajar, estrenando algunos lugares de la casa, tal parece las hormonas del embarazo hacían cada vez más presencia. He amado cada cambio del cuerpo de Lena, su vientre que cada día es más grande, aunque últimamente no me deja verla mucho, creo que son excusas las que me da. He pensando hablarlo pero no quiero invadirla mucho.

Los primeros movimientos de Karel se hicieron presentes, cuando yo los sentí por primer vez casi salgo volando de la emoción. Desde entonces Lena me dice que cuando más se mueve es cuando yo estoy cerca, puede ser por el vínculo kryptoniano que hay de un bebé con sus progenitores.

Una semana después de nuestro matrimonio dimos la exclusiva a Cat, al día siguiente ya estábamos en la portada de la revista. Como era de esperarse tuvimos que lidiar con reporteros, paparazzis, a los dos meses por fin nos dejaron tranquilas, todo gracias a Cat, quien con algunas amenazas calmo las cámaras y preguntas.

-¡Kara Zor-El!- grito Lena desde nuestra habitación, yo me encontraba haciendo el desayuno, cada día mejoraba esta parte de hacer comida. Salí a toda velocidad, aunque… sabía que nada bueno había pasado, por la forma en que me llamó.

-Dime, amor- entré lentamente a la habitación.

-¡Mira! ¡Mira lo que Krypto hizo!- me mostró unos converse mordidos.

-Te compraré otros, no te enojes- me acerque pero por su mirada me detuve.

-No se trata de eso, Kara. Se trata de que lo conscientes mucho, y la próxima qué va ser, ¿la ropa? ¿los muebles? ¿más zapatos?

-Esta pequeño a penas tiene cinco meses- esto iba hacer imposible pero había que intentarlo.

-No, no me vas a dar esa excusa- llevo su mano y masajeo el puente de su nariz.- ¿cómo Shasta no le hace daños a Sam?

-Pues… salió juiciosa.

-Voy a llamar a Ruby, le pagaré para que te enseñe a educar TU MASCOTA, ya que por lo visto no eres capaz- tiro el zapato a un lado y salió de la habitación.

-Amor, dame chance… yo lo educare.

-Un daño más y te juro Zor-El que te sacaré a dormir al patio- dijo bajando las escaleras.

-¿Por qué yo? Yo no hago los daños.

-No creerás que saque al cachorro a dormir al patio, cuando no es culpa suya que no le enseñes a que no debe morder todo.

-Pero es que a mí no me obedece - me senté en el sofá al otro lado de ella.

-Piri is qui i mi ni mi ibidici- yo trate de aguantar la risa, por mi bien- ¡Zor-El ni se te ocurra reírte!

-Ya, amor, deja de llamarme así- me acerqué un poco y pude notar que se mordió el labio.

-Entonces deja de hacerme dar malgenio.

-Enséñame como hacer que Krypto me haga caso, mira que tú pudiste hacer que hiciese sus necesidades afuera.

-¡Rao! y eso que ahora eres Kara Luthor! No haz aprendido a tener el carácter- apoyo su cabeza en mi hombro, dejando escapar un suspiro- solo muéstrale que tu mandas, y no lo mires directamente a los ojos o seguirá siendo tu perdición- paso su mano por mi muslo haciendo círculos- así como tu eres la mía.