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No recuerdo a qué hora exactamente me volví a quedar dormida.

Por la mañana me sentí muy acalorada, apenas eran las seis de la mañana, intente distraerme, salí a correr (solo unos diez minutos, soy cero atlética), me bañe, vaya, hasta hice el desayuno.

El tiempo seguía sin pasar, era como si me hubiera congelado dentro de el, espere hasta que mis amigas se levantarán, nos sentamos en la mesa y comimos en la mesa.

Una hora después, estábamos viendo una película animada en la televisión, cuando escuché a alguien tocar la puerta.

—Ya vengo.

Al abrir la puerta, la persona que estaba tocando era, un vendedor promocionando un producto de limpieza, quise decirle que no estaba interesada, pero me daba pena hacerlo, terminé escuchando veinte minutos sobre lo magnífico que era su producto, hasta lo termine comprando. Espero que mis muebles queden relucientes.

Suspire al cerrar la puerta. Tenía sueño, necesito o dormir o tomar café, odio el café.

—No creerán lo que me sucedió..— Entré al cuarto y cerré la puerta detrás de mí, guardé silencio cunado vi a Chae hablando por teléfono, su cabello corto y negro se veía más esponjado de lo normal.

—Hana, tengo que irme, surgió una emergencia, mi padre vendrá por mi, lamento dejarte.— Habló Chae, sentí como se me revolvía el estómago, la palabra emergencia me causaba dolor de cabeza.

—Te acompaño.— Soomin ayudó a recoger sus cosas, empacando las de ella también, me empecé a sentir estúpida, las ayudé a guardar todo.

Las vi irse, al salir apresuradas, Soomin dejo su mochila abierta y de ahí salió un folleto volando, lo tomé del suelo y quise seguir el paso del carro, pero claro, mis escasos diez minutos de entrenamiento físico no pueden competir contra un automóvil.

Con la respiración agitada me adentré a la casa, me senté en uno de los sofás y abrí el folleto.

ESTUDIA UN SEMESTRE EN LONDRES.

El encabezado llamaba mi atención, la portada prometía mucho, el big bang.

Me puse a leer el folleto, cada vez más interesante, prometía un programa de intercambio, si tenías el promedio necesario (y un poco de dinero, ajá) podrías estudiar en una universidad de Londres, el pago del alquiler sería pagado por el programa, igual que las clases, no decía nada sobre la alimentación ni el nivel de inglés, pero yo tengo un nivel intermedio, de pequeña tomaba clases, pero me cansé y lo deje.

Suspiré, se veía muy tentadora la opción de huir hacia un país extranjero y recibir nuevas oportunidades educativas.

Envié un correo al correo adjunto, no fue tan difícil encontrar los documentos necesarios, mi madre guardaba todo en una carpeta especial, no perdería nada al intentarlo, después de todo, ¿Cuál era la probabilidad de ser aceptada? No podría imaginarme a mí misma en Londres.

Mi cabeza empezaba a llenarse de ideas, me bañe (otra vez), era la única manera de no pensar en nada, quisiera no pensar en nada todo el tiempo, creo que Sehun siente eso.

Podría ir a echarle agua a las plantas, me amarre el cabello para que no me molestará, abrí la puerta con una mano y en la otra cargaba la taza con agua.

—¡Hana! Que sorpresa, ¿No lo crees?— Era Sehun, Sehun estaba en mi puerta, usaba una camisa pegada, sin mangas que hacía resaltar sus músculos, no es que me fijará mucho, pero...

—Sehun, ¿Que haces aquí?— Le pregunté.

—Salí a correr y por casualidad pasé por aquí.— Explicó.

Asentí esperando que siguiera su recorrido, aunque me parecía extraño que el pasará por aquí, podría ir a un gimnasio o hacer otro recorrido ya que este lugar quedaba lejos de su casa. Me di vuelta y empecé a regar las plantas.

—Bueno, ya que estoy aquí. ¿Te invito a comer? Yo pago.

—Pero, estás todo sudado.— Me di vuelta y toque con cuidado uno de sus brazos mojados, no es como que quisiera tocarlo. Aún así...

—¿Puedo usar tu baño? En mi mochila tengo ropa.— Se adelantó a decirme.

—Podrías hacer eso, pero, mi madre llegará pronto y no puedo irme, así sin más.

—¡Las invitaré a ambas! Andá, vamos.— Dijo, alargando la última "s."

— Deberías estar estudiando para los exámenes, ya son los finales.— Respondí.

—¿Por qué no me ayudas a estudiar? — Sonrió de lado. — En fin, ¿Aceptas mi invitación? Me pondría triste si dices que no.— imitó un puchero.

—Bien, pero que no sea algo muy costoso. — Acepte su oferta, mi madre me molestaría con esto por años.

Entramos a casa, todo estaba pasando muy rápido, jugaba con mis manos mientras él pasaba al baño, se veía confiando, cómo si no estuviera a punto de bañarse en otra casa. Quise reír, esto era vergonzoso.

Solo escuché el ruido de la regadera abrirse, subí las escaleras para vestirme, debía ser rápida, me puse un vestido simple de tirantes, morado y cuando estaba poniéndome mis tenis escuché la puerta abrirse.

Baje corriendo las escaleras, rezando para que no sea mi madre. La vi cerrando la puerta detrás de ella.

—Hana tengo una reunión importante de trabajo, ¿Que zapatos debería usar? Los azules o los negros.— Dijo, apenas entró.

—Ehh, los negros se ven más formales.— Intente simular que no estaba nerviosa.

—¡Oye! Hana, ¿Tienes un secador? Tengo una rutina muy compleja para el cuidado de mi cabello.

Cómo si la vida se estuviera riendo de mí, salió Sehun del baño, completamente vestido ¡Por suerte! Jugué con mi cabello intentando distraer mi mente.

— ¿Sehun? — Era obvio que era Sehun, mis muñecas empezaban a picar, mi madre no reaccionaba, Sehun tampoco, parecían estar tranquilos, yo no era así, me estaba muriendo por dentro.

—No, no es lo que crees.— Dije fuerte.

—Yo no creo nada. Chicos, ustedes ¿Van a salir?— Se que quiere reírse, se que le va a contar a sus nietos como avergonzó a su hija, y lo va a disfrutar.

—¡No!— Exclamé.

—Si.— Respondió Sehun, al mismo tiempo en el que yo hablé, mientras yo grité, él hablo con serenidad.

—Que se diviertan, supongo. Aquí están las llaves, las pondré encima de la mesa.

Salió de la casa sonriendo, creo que la detesto un poco, solo lo que es aceptable, todos detestamos a nuestra madre en cierto punto, pero luego se olvida.

Sehun me miró y ambos reímos.


THE PERFECT PLACE ⭞OH SEHUN✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora