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Sehun

Estaba ahí plantado en la entrada de su casa, aún no estoy preparado para lo que voy a decir, pero tiene que pasar, no podemos seguir evitando nuestras caras.

Me siento mal, como un imbécil (que todos saben que soy).

—Dios, Sehun, solo, solo entra te estás empapando.— Tiró de mi sudadera, pero me planté firmemente mis pies en el suelo y no di ni un paso.

—¡No! Si entro y nada sale como lo planeé, me correrías de tu casa, y quedaré como un idiota.

—¡Te vas a enfermar! Por la mañana realmente lo lamentarás.— Siguió con su intento de hacerme entrar, pero me seguí resistiendo.

Realmente me voy a enfermar, espero que valga la pena.

—¡Eso no importa! Por favor, hablemos, sólo serán cinco minutos.

Si esto era rogar, entonces lo estaba haciendo.

La quiero, quiero que ella quiera estar conmigo, es la mejor persona a la que he conocido y no quiero que se arruine por todas las estupideces que hago.

— Creí que ya lo habíamos hecho hace un rato. Sehun, vete a dormir.

Se dio media vuelta, pero antes de que pudiera cerrar la puerta, la jale de la manga de su camisa. La acerqué hasta que quedó frente a mi a una muy corta distancia, no esperé a que pudiera protestar, la enredé entre mis brazos para quedar abrazados. Así no podría escapar.

—Sehun...

—¡No! Por favor, necesito que me escuches, quiero que lo sepas.

Repetí, probablemente hay muchos mejores momentos para conversar, pero necesito hacerlo ahora.

—¡Bien! Al menos déjame entrar por un abrigo, mi oferta sigue en pie, charlemos adentro. —Dijo, la solté, ahora me sentía vacío.

—No te tardes, te esperaré.— Dije en un susurro.

No tardó mucho cuando volvió con un abrigo y una sombrilla en sus manos.

Cuando vio que me quedé parado firmemente en la acera, e incluso di pasos hacia atrás quedando a la mitad de la calle. Abrió la sombrilla y caminó hasta quedar cara a cara frente a mi.

Tomé la sombrilla de sus manos y la puse sobre nosotros (ventajas de ser considerablemente más alto).

—Hablemos.— Dijo a secas.

Respiré hondo y la mire a los ojos antes de hablar.

—Me gustas, de verdad me gustas, más que como una amiga, me gustas porque eres linda, amable, graciosa, divertida, lista y porque cada momento que pasó contigo, se siente como el mejor día de mi vida, cada día es el mejor de mi vida si estoy contigo. Y sé que he sido un idiota en el pasado, y en el futuro también cometeré errores, pero lo intento, realmente intento ser mejor persona para ti, porque tú lo mereces. Mereces que alguien se dediqué completamente a ti, que no tenga ojos para nadie más, alguien a quien no le moleste hacer cosas de tu interés aunque los de él no sean los mismos.— Después de expulsar todo ese vómito verbal, le pasé la sombrilla, ya no me importaba mojarme.

Con ambas de mis manos tomé la mano de ella, la que no sostenía nada y la acerqué a mi corazón, quería que sintiera como latía, por ella, sin rechistar dejo que la guiará y nos quedamos en silencio unos segundos.

—Quiero ser esa persona, quiero estar contigo y quiero que seamos algo, entenderé si tú no me quieres de esa manera, solo dímelo y me alejaré de ti. Solo espero que no me pidas que lo olvide, que siga continuando como si nada hubiera pasado, porque no lo haré. De verdad me gustas, espero haberlo dejado claro.

Silencio, ¡Vaya! De veras no me lo esperaba, para ser sincero mis expectativas eran que, después de confesar mis sentimientos ella saltaría a mi, me besaría y hasta ahí, mi fantasía se borraba.

—Sehun, yo... no sé que decirte.

Auch, es la primera vez que le digo a alguien que me gusta tan genuinamente y me responden que no saben que decir.

—¿Cómo no vas a saber? No es tan complicado, solo no quieres responder.

—Ahora estás siendo un idiota. Solo no sé.

Parece que siempre soy un idiota, eso es algo que creo no poder cambiar, pero, siempre intento hacer lo correcto, ¿Por qué lo hago mal?

—Solo quiero tu honestidad, dime qué sientes por mi. Solo así me iré.

Respondí con firmeza.

—¡Me gustas! De verdad, pero, ¿cómo quieres que te tomé en serio? ¡Te vi, Sehun! Te vi besando a aquella chica hoy. Y eso no lo malinterprete, yo los vi. También, me dijiste que no irías a la escuela, y ahí estabas, me dejaste sola y ahora estas en mi casa, ¿Qué reacción esperabas?

Sonreí con dientes después de ese "me gustas," pero luego entendí el resto.

Tiene un punto, pero ella no estuvo ahí, yo sí, yo sé exactamente lo que paso entre Eunji y yo, y como estuve ahí, puedo defenderme fácilmente.

—¡Ella fue la que me besó! Te juro que me separé, tú eres la que me gusta, la que me importa.

Y a la que quiero besar desesperadamente en este momento, pero eso no lo dije.

—No sé si creerte.

Empezó a dar pasos cortos hacia atrás, me apresuré para seguirla.

—¿Quieres que te repita mi discurso de hacer rato? Porque no tengo problema con eso.

Mi cabello mojado empezó a molestar, desde que le di el paraguas no se preocupó para cubrirme de la lluvia a mi también, aunque no se lo voy a recriminar, ella es más baja.

—No es necesario, me quedo muy claro la primera vez.— Soltó una risita, una que casi me hizo reír en voz alta, pero en su lugar solo sonreí.

—¿Entonces...? — Ahora si estoy nervioso.

—Sehun, no se que es exactamente lo que me estás pidiendo, te dije que me gustas también, ya es todo.

Me acerqué aún más, menos de 10 centímetros nos separaban.

—¿No quieres hacer nada más? — Pasé un mechón de su cabello detrás de su oreja, no quite mi mano de su cabello, eso hizo que ahora los centímetros que nos separaban fueran 7, 6, 5...

Noté como su postura cambio, sus ojos se posaron en mis labios, mis ojos ya estaban viendo los de ella desde hace rato.

¿Eso fue una señal? Lo tomaré como una señal.

Eliminé los centímetros que nos separaban, por primera vez, nuestros labios se tocaban, nos estábamos besando, me sentí tan feliz, tenía los ojos cerrados, se sentía como tocar el cielo.

Mi otra mano se posó en su cintura, sus brazos al rededor de mi cuello, el paraguas callo al suelo, ambos nos estábamos mojando.

Sus manos pasaban de mi cuello hacia mi cabello, subían y bajaban, era divertido.

Nos separamos por falta de aire.

—Sehun, eso...

Negué con mi cabeza, si se arrepentía yo juró que me puedo morir.

—Sehun, es tarde, tengo que volver a la cama. — Me dijo, sin mirarme a los ojos, a pesar de la oscuridad de la noche, se podían ver sus mejillas teñidas de rojo.

Reí, si en este momento me muero, estaría muy satisfecho con la vida que tuve hasta ahora, al menos con los últimos diez minutos.

—Esta bien, adiós.— Estuve a punto de darme la vuelta, cuando me jaló hasta quedar a su altura, y me dio un beso, uno igual al que acabábamos de compartir hace unos breves instantes. Genial, si esto es una nueva rutina, me encanta.

Espera hasta que entrara por la puerta y me fui.

THE PERFECT PLACE ⭞OH SEHUN✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora