June:
Esta mañana desperté como una chica nueva, llena de energía y ganas de pasear un poco. Desayune en una cafetería muy hermosa, después caminé por los alrededores del hotel sola y de paso visité algunos lugares interesantes cercanos por mi cuenta. No necesitaba de ningún hombre para hacer cosas y mucho menos uno que era alto, con algunos tatuajes, cabello revoltoso, guapo, bueno en plan trabajado a causa del ejercicio, con una linda sonrisa y unos ojos que... Estaba describiendo a Seth Harrow. Rayos.Llegué de nuevo a la habitación por allá del medio día, quería preparar todo lo que me pondría esta noche. Llevaba un lindo vestido color crema largo, unas zapatillas doradas y pensaba ponerme un suéter delgado para cubrir mis hombros. Mi madre me había obsequiado la prenda dos meses atrás, ella llegó una tarde muy emocionada a casa con la bolsa en mano, me comentó que lo había visto en el aparador de una tienda de segunda y que si al maniquí le quedaba de maravilla, a mí me quedaría como guante.
—¿Usarás eso? —Miré a Seth que estaba recargado en la pared con las manos en los bolsillos de su pantalón y una cara de pocos amigos. No dije nada ignorando el tonito de su voz y solo asentí —. Estás de broma, no llevarás eso a un lugar en el que estarán personas muy reconocidas con vestidos lujosos y de marca, serás el hazmerreír de la noche.
—¿Y qué quieres que haga? No soy rica como para comprar un Chanel y despilfarrar el dinero a como se me dé la gana. Yo no veo nada de malo, mi madre me lo compró y lo voy a usar —dije no tan convencida.
—Ni de broma, ponte tus zapatos y baja, te espero en el lobby.
Dicho eso él salió del cuarto, no entendía nada. Prácticamente, no entendía nada lo relacionado con Seth Harrow. Me puse mis tenis de nuevo y miré por un momento el vestido que yacía sobre la cama. Negué con la cabeza y salí dirigiéndome al lobby, Seth, estaba recargado en un pilar, su perfil era hermoso y mostraba un buen ángulo de su mandíbula estructurada.
Su mirada viajó a la mía, de inmediato sentí como mis vellos se erizaron ante su atención, tuve que morder el interior de mi labio para tranquilizarme. Resopló divertido, seguramente pensado lo patética que me veía, caminó dando largos y seguros pasos. Lo seguí tal cual perrito fiel, genial, June la canina ¡guaf!
Llegamos a una zona bastante elegante y poco transitada, eran tiendas enormes con marcas de ensueño, mamá decía que esto era avaricia y el diablo nos hacía pecadores. Yo no le creía ni una sola palabra, yo lo veía como algo por lo que tuvieron que trabajar las personas para llegar hasta donde estaban.
Entramos a una tienda, era limpia y todo estaba acomodado estratégicamente, me daba algo de pena pisar su mármol pulcro. Seth se acercó a una chica rubia y le susurró algo, me miraron y le señaló una parte de la tienda, seguí su mirada y me encontré con un área especial de vestidos ultraelegantes y preciosos.
—Ahora tienes variedad, escoge los que más te gusten y pruébatelos —dijo tomando asiento frente al vestidor.
—Son carísimos Seth, no puedo pagarlos. Podemos buscar una tienda más barata, hasta alguna de estas de segunda mano.
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La chica que se perdió en las estrellas. [+18 ✔️ ]
Novela JuvenilEn la vida de June los colores son distorsionados, a veces ve gris, a veces ve amarillo, pero desde que conoció a Seth su vida tomó el color azul salvaje que tanto necesitaba. Ella si lo quería podía pasar desapercibida en cualquier lugar: ternura...