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Ivy:

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Ivy:

Sentí una presión sobre mi estómago, mis ojos se abrieron dejando ver el brazo de Seth atravesando mi cuerpo, tenía sujetada la mano delgada de June, que seguía profundamente dormida. Ambos lo estaban. A pesar de que no podía moverme con libertad me escabullí por debajo de sus brazos, emocionada salí del cuarto en puntillas mientras mi cabello enredado se movía de un lado a otro.

Encontré a Eli en la cocina meneando su taza de café con una cucharilla, era habitual verla por aquí a tan temprana hora. Eli, era una mujer de unos cincuenta y pico, tenía el cabello largo color azabache con algunas canas que se escondían, era guapa con ojos grises y una sonrisa calidad.

—Hola mi pequeña, buen día, ¿té? —depositó un beso en mi cabeza a modo de saludo.

—Hum, hoy no Eli, ¿podríamos hacer el desayuno para mi primo y sus amigos?

—Por supuesto dulzura, prepararemos unos huevos revueltos con hortalizas del huerto.

—¡Con tostadas francesas y miel! —agregué efusiva.

Le ayudo sacando las cosas de la nevera, corrí al huerto a extraer espinacas y tomates. Eli se encargó de preparar la sartén con huevo y el picado de hortalizas, mis manos eran pequeñas para exprimir naranjas, siempre terminaba con las manos pegajosas. Cuando todo estaba listo, de nuevo corrí al huerto para cortar flores, lo hice como el señor Ignacio me había enseñado meses atrás, tome un buen puñado para ponerlas en el florero del centro.

—Iré a buscarlos, guarda mi rebanada de naranja.

Salí corriendo con los pies desnudos. Primero entré al cuarto de mi primo que ahora mismo no le pertenecía a él sino a sus amigos. Olía mal, verdaderamente mal, arrugué mi nariz e intente cubrir mis ojos al parar en el detallito que estaba en el suelo. Los chicos no llevaban pantalones y las chicas solo llevaban encima una larga playera que dejaba a la intemperie sus piernas y una clase de calzones... diminutos. Bueno, si a eso se le pudiera llamar calzón.

Agarré una almohada de la cama y se la lancé al moreno que babeaba sobre su antebrazo, de inmediato dio un saltito alerta.

—¿Qué pasa? —dijo alargando las palabras y cubriendo sus ojos, ¿le molestaba la luz?

—Ya está el desayuno, despierta a los demás por mí. Y ni se te ocurra husmear las piernas de las chicas —entrecerré los ojos mirándolo fijamente —. Bueno, ¡adiós!

Sali corriendo al otro extremo del pasillo, esperando que ahora si tenga la oportunidad de hablar con la chica de ojos bonitos. Entré en silencio, como una espía, ellos dormían ahora abrazados. Y ahora, que se supone que haría con ese par.

"Lo tengo", pensé.

—¡Bomba explosiva brillosa! —grité corriendo hasta caer encima de los dos.

—¡Ivy, basta de hacer eso! —gritó Seth espantado.

—Amargado. —June se quitó la mano del corazón, creo que también se asustó —. Hola, June, soy Ivy, la hermosa primita de Seth.

La chica que se perdió en las estrellas. [+18 ✔️ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora