June:
Hacer el amor, palabras que en cuanto salieron de mi boca me asustaron, creí que su reacción iba a ser una en la que él explotaba y terminaba marchándose, pero no fue así. Cuando me besó lo hizo tan suave que parecía que esperaba fundirse a mí, nuestros labios seguían un ritmo que solo nosotros conocíamos. Mis manos se adentraron a las hebras de su cabello mientras que las de él exploraban mi cuerpo, permitiéndose tocar cada detalle de mi piel.
Ninguno de los dos sabíamos lo que era hacer el amor, ninguno sabía lo que era amar y, sin embargo, los dos estábamos dispuestos a tirarnos del puente sin paracaídas con tal de aprender. Me subí a él besando su cuello con delicadeza, su torso seguía húmedo y todo de él tenía sabor a sal. Esta sería mi primera vez haciéndolo de una manera sutil, conectábamos de una manera inexplicable. Piel con piel, ser con ser, alma con alma y calor con calor.
Y así es como te enamoras.
Sí, así es como me enamoro.
Mi vientre se contrajo cuando su miembro ingresó a mi cavidad con suavidad, sin dejar de darle besos en su rostro todo se convirtió en uno de esos momentitos en cámara lenta, quería disfrutar de esta noche en la que solo éramos dos y una pequeña parte de la playa.
Te quiero.
Te quiero.
Te quiero.
Las palabras se estancaron en mi garganta, quería decírselo, gritarlo y llorar porque me sentía inmensamente feliz.
Quería llorar...
—Papi no, por favor ya no sigas.
—Tranquila angelito, todo estará bien.
—Pero me duele. Me duele.
Las palabras surgieron de mi mente y sin poder detenerlas las lágrimas brotaron de mis ojos.
—¿Te lastimé? —Seth no dejaba de examinarme a detalle —. ¿June?
—N-no, para nada. Ha sido asombroso, es solo que... —tal vez debía decirle lo me sucedía, pero la cosa es que ni siquiera yo entendía lo que pasaba con aquellas imágenes vivas en mi cabeza —, estoy demasiado contenta de estar aquí, contigo, siendo tu novia. Me ha ganado la emoción.
—Oye June, no pasa nada si lloras, ven acá pequeña —me rodeó con sus brazos mientras seguíamos mirando lo brillante de la luna —. Te quiero, Juni Duni.
—Te quiero, Pitufo gruñón —dije, dándole un beso en la comisura de sus labios.
Dicen que los diamantes son lo más hermoso y perfecto que hay en la tierra, pero nada se compara con estar entre los brazos de la persona que quieres. Un sentimiento tan cálido, acogedor y protector. Un diamante era firme y difícil de romper; eso éramos Seth y yo, algo irrompible. Seth era mi diamante, lo más precioso y genuino que he tenido en toda mi vida y eso, no hay precio o algo que lo iguale.
ESTÁS LEYENDO
La chica que se perdió en las estrellas. [+18 ✔️ ]
Fiksi RemajaEn la vida de June los colores son distorsionados, a veces ve gris, a veces ve amarillo, pero desde que conoció a Seth su vida tomó el color azul salvaje que tanto necesitaba. Ella si lo quería podía pasar desapercibida en cualquier lugar: ternura...