C19

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June:

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June:

La oficina estaba demasiado iluminada por la ventana que estaba abierta, la migraña que traía encima se sentía como si una pareja de elefantes estuviera danzando en mis entrañas muy divertidos.

—June, hazme caso, recuerda que soy una persona que necesita de atención.

Parker estaba sentado en la silla tras su escritorio, me contaba muy animado algo acerca de su novio o creo que ya era su ex, este le había sido infiel y él lo había descubierto y fue todo un drama.

—Si, si, ya te dije mil veces que debes dejarlo. No estás para aguantar a esos tipejos de quinta, ahora calla ya por favor que parece que me están dando de martillazos en la cabeza.

—Tómate una pastilla o ve con el guapete de tu novio para que te quite el dolor y la cara de culo que traes. Gruñona.

—Mejor iré por algo de cafeína y te traeré algo para que te aclares esa cabezota que tienes.

—Gracias, eres mi salvadora. —Lanzó un beso al aire.

Salí a pasos torpes por la zapatillas de tacón que llevaba puestos como tortura, no estaba del todo acostumbrada a caminar sin tambalearme sobre dos agujas. Cuando llegué con vida a la cafetería le sonreí a las dos personas tras el mostrador, eran dos chicas muy lindas, se les veía alegres y entonces puede que ahora yo sea la única persona de mal humor.

Cuando ordené, tomé asiento para esperar ambas bebidas, de reojo pude notar que alguien me miraba así que esta vez giré de inmediato la cabeza y me topé con el chico gomitas de limón. Que suerte tengo para encontrar cosas o personas que no me interesan, ya me gustaría esa suerte para la lotería o sorteos en los que participo en Instagram.

Caminó hasta el silloncito en el que estaba y se acomodó a mi lado, sonriendo como si fuésemos amigos.

—Chica del supermercado, que coincidencia encontrarte aquí, ¿qué tal estás?

—Estoy bien, chico con extrañas manías de hablarle a gente desconocida y una obsesión por las gomitas de limón, ¿y tú? Espero que no te dediques a eso de emboscar a mujeres.

—En primera, no soy un demente que sigue chicas y segundo, no tengo fijación por los dulces. Y estoy bien, ¿qué haces aquí?

—Lo que toda persona normal viene a una cafetería, a buscar una bebida.

—Te la invito yo, necesito convencerte de que no soy un psicópata.

—Bueno, pero también tendrás que invitarle a mi amigo que espera por su bebida. Solo tengo quince minutos.

—Trato, pide también un par de galletas —me sonrió.

Cuando trajeron las bebidas ya estábamos muy adentrados a la charla, su nombre era Gerry y era ingeniero en informática, estaba de paso por la ciudad con la tarea de visitar a su abuela. Es un chico gracioso y lleno de carisma, tiene de todo tipo de anécdotas. Gerry es guapo, esas gemas azules podían engatusarte con su mirada directa e intensa, justo como la de Seth.

La chica que se perdió en las estrellas. [+18 ✔️ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora