Nota de autor: Este capítulo contiene secuestro de una persona. ⚠️ Sean respetuosos.
June:
Se dice que algunas personas llegan a presentir lo que está por sucederles, lo conocen como un sexto sentido, tercer ojo o solo intuición. Sienten esa punzada de inquietud. A veces las cosas que suceden llegan a ser buenas, otras sobrepasan la tragedia. Nadie sabe que depara el futuro.
Cuando yo la sentí dejé pasarlo como si nada estuviera haciéndome frente en mi mente, pero cuando fue demasiado tarde ya no había vuelta atrás. Me sentía un corderito asustadizo siendo acorralado por su presa, en este caso era un león hambriento. Mi vida como la conocía estaba por desaparecer, todo aquello cambiaria y no sabía si yo saldría viva de esto. Pero eso sí, ilesa no lo haría. Él no me dejaría hasta culminar lo que se propuso desde un inicio.
Siempre he envidiado a las aves por aquella libertad que tienen para volar, lo hacen cuando quieren y también por mera necesidad. Me parecía maravilloso como abrían sus alas, la extensión a la que llegaban y ese saltito para emprender su vuelo. A comparación de ellas, yo me sentía prisionera de mi propia prisión, yo sola me encadenaba para evitar volar; Sin embargo poco a poco fue saliendo y cuando estaba por dar ese saltito, mi vida dejó de pertenecerme. Me encerraron en una verdadera prisión sucia y remota, lejos del sol, de la brisa del aire y de los colores. Cortaron mis alas. Cortaron todo.
¿Qué es un ave sin sus alas?
Una presa más.
16 horas antes.
Abrí los ojos con dificultad. La vida fitness verdaderamente no era para mí, no sé ni porque me he inscrito al gimnasio y cada vez que me levanto pienso lo mismo. A pesar de la pereza que me consumía me he levantado para vestirme con la ropa deportiva y beberme un licuado de frutos y semillas, necesitaba energía para este día. Los pantaloncitos cortos de algodón se había vuelto mi mejor compañero, eran suavecitos y cómodos para entrenar.
Me até el cabello con una goma y ajusté bien la coleta alta. Al fina daba igual cuanto la ajustase, siempre se salían los mechones de su lugar. Me gustaba ir andando para aprovechar las vistas del cielo y el silencio que brindaba ir tan temprano.
—
Comencé calentando en la caminadora con los cascos inalámbricos a todo volumen, me concentraba más de esta manera que escuchando el ruido estresante de mi alrededor. Cada cuatro minutos aumentaba el nivel de velocidad hasta que terminaba trotando a un paso moderado, mientras todo eso sucedía yo veía como llegaban hombres con músculos por todas parte y chicas guapa con su cuerpo tonificado que fácilmente pasarían como diosas de la mitología griega.
Antes me hubiese desanimado al compararme con ellas, pero ya dejé de sentirme opacada por sus cuerpos, aunque sí que fue un proceso duro eso de amarse, poco a poco lo hice y me sentía genial. Además, mi novio recalcaba lo bella que era cada que le venía oportunidad.
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La chica que se perdió en las estrellas. [+18 ✔️ ]
Novela JuvenilEn la vida de June los colores son distorsionados, a veces ve gris, a veces ve amarillo, pero desde que conoció a Seth su vida tomó el color azul salvaje que tanto necesitaba. Ella si lo quería podía pasar desapercibida en cualquier lugar: ternura...