Extra 1

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Extra porque los tenía abandonados

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Extra porque los tenía abandonados

N/A: Este extra se lleva acabo antes de todo lo sucedido con June y Seth. Es un extra que muestra como fue su visita al muelle de Santa Mónica. Tiene contenido +18 jeje.

Santa Mónica Pier, California.
Verano.

June:

Me emocionaba la idea de ir a Santa Mónica con Seth y su prima, Ivy era la niña más linda que había visto. Me encantaba ver sus grandes ojos que llegaba comparar con el azul profundo del océano; Solo con mirarla unos segundos te parecía hipnotizante.

Seth no tardaba en llegar por mi, tuvo que ir muy temprano hasta la finca para recoger a la pequeña. Mi madre se había marchado hace una media hora debido a que tenía que entregar ciertos pasteles a una cafetería. Así que estaba sola con mi querida y fiel soledad.

Me vestí con unos vaqueros de tiro alto holgados y un crop top rojo que hacia juego con mis labios. Metí a mi pequeña mochila lo indispensable para un viaje al muelle de Santa Mónica y con indispensable quiero decir bloqueador solar y barritas energéticas, porque nunca sabes cuándo te podría dar una hipoglucemia.

Escuché el claxon de un auto, esa era la batiseñal de Seth. Salí dando pequeños brinquitos como toda niña que irradia felicidad, tenía miles de años sin ir al muelle así que mi hiperactividad estaría al cien por cien.

—Hola guapa, veo que alguien va más emocionada de lo normal —habló mi adorado novio que llevaba consigo unos lentes de sol negros que le daban ese aire de chico supermalo de película.

—Lo estoy —subí al auto sentándome en el asiento del copiloto, por el retrovisor vi a Ivy muy entretenida con su tablet —. Buen día Ivy, también te he extrañado. —dije sonando un poco lastimada a modo de juego.

—¡Que te he echado mucho de menos June! —se levantó del asiento y me dio un beso en la mejilla —. Seth a dicho que iremos al parque de diversiones, estoy emocionada.

—Lo sé, yo estoy igual que tú, ¿Nos subiremos a la noria?

—Yo me subo si tú te subes conmigo, al cara de pato no le gusta, dice que va muy lento y que es para ancianos —sacó su lengua mirando a Seth que ya conducía.

—Y no miento, la noria es la atracción más aburrida de todas, mejor subamos a la montaña rusa.

—¡No! —grité sin más.

Seth aprovecho esto y me hizo algunas burlas:

—¿Acaso te asusta Juni? —sonrio de lado—. Ivy y yo podríamos cuidarte, dulce e inocente June.

La niña comenzó a reír con su risa chillona y Seth la acompañó. La verdad es que si le temia a las montañas rusas, digamos que nunca fui una fanática de los juegos mecánicos y mucho menos tan altos que van a una prontitud no favorable para las vértebras.

La chica que se perdió en las estrellas. [+18 ✔️ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora