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Nota: Aquí comienza el verdadero infierno de June

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Nota: Aquí comienza el verdadero infierno de June. El contenido de los siguientes capítulos es +18 debido a que hay relaciones sexuales sin consentimiento, drogas y violencia tanto física como verbal.
Sean respetuosos por favor.

Seth:

24 horas desde la desaparición de June.

Un día entero ha transcurrido desde que sentí como mi alma salió de mi cuerpo. No he dormido, ni siquiera me he cambiado de ropa desde la noche anterior. Tan solo había lanzado el saco a la parte trasera del auto.

Mi padre había contactado a la compañía de seguridad e investigación de California, la policía también estaba al tanto de la situación. Han interrogado a cada uno de los que estuvieron presentes, pero como era de esperar nadie sabía nada. También los amigos de June fueron llamados para declarar, esperando que notaran un comportamiento diferente estos últimos días. Sin embargo, no sirvió de nada.

Las redes sociales fueron una herramienta de ayuda, se circulaba una imagen de la cara de June que su madre proporcionó, al igual que algunos carteles que amigos cercanos se encargaron de pegar por la ciudad.

Me dolía demasiado ver a los cercanos de June tan vulnerables, ellos la amaban tanto como yo lo hacía y, estábamos unidos para hacer todo lo posible para encontrarla y traerla de vuelta.

Caí rendido sobre mi cama, el lado derecho desprendía el olor natural de ella, la almohada con un aroma a coco y flores mientras que las sábanas eran una mezcla de su propio sudor y ese único olor de ella. Abracé la almohada con fuerza y enredé mis piernas a las finas sábanas satinadas color gris, mi llanto se mezclaba con los aullidos que de vez en cuando salían del interior de mi garganta.

Es increíble como la vida cambia de un momento a otro. Parece gracioso que ayer ella refunfuñaba por haberla besado con aquel sabor del vinagre, luego el cómo escuchaba sus gemidos ahogados contra mi cuello y de pronto... ella no estaba. Tenía tantas preguntas que no sabía por cual comenzar:

¿Dónde estaba?

¿Estaba herida?

¿Tenía frío?

¿Le daban de comer o beber?

¿Sus heridas habían sido atendidas?

Y la que más miedo me daba pensar:

¿Seguía con vida?

Dejé de martirizarme con aquellos pensamientos que solo me hacían más daño. Me desvestí y me di una ducha rápida, tenía que hacer unos cuantos pendientes que llevarían tiempo.

Conduje a mi primer destino, se trataba de un bar clandestino en el que se encontraban personas de mal fiar, lo conocía porque estuve investigando un poco de la red de prostitución y narcotráfico que pertenecía a las partes más escondidas de Los Ángeles.

La chica que se perdió en las estrellas. [+18 ✔️ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora