SNÁITHE NA CINNIÚNA • SUPERCORP One-Shots •

ALCOHOL

• Sinopsis •

Lena Luthor bebe alcohol cuando siente que su mundo está muriendo, cada que algo la hiere se refugia en el alcohol y cuando conoce a cierta reportera veremos cómo poco a poco el alcohol deja de ser parte fundamental de su día a día y este queda en el olvido, o no.

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La primera vez que ella bebió alcohol fue cuando ella poseía tan solo 16 años, a tan corta edad ella junto a su amiga de ese entonces Andrea bebieron juntas por primera vez en un bar en medio de todas esas personas.

Desde ese momento todo fue cuesta abajo, el sentimiento del alcohol recorriendo su garganta como si la quemara, el dulce Sabor después de todo, la sensación de felicidad tan grande que sientes que estás flotando, el hecho de que todas tus inhibiciones se esfuman y todos los males que persiguen tu mente son olvidados, nada existe en ese momento más que tú y el alcohol, quizá alguna persona que la acompañe o la música de algún club en el que se encuentre.

Desde ese momento ella quedó fascinada y totalmente enamorada de esa sensación, desde ese momento el alcohol se convirtió en su mejor amigo desde siempre.

Cuando Lilian la regañaba e insultaba de forma cruel por no ser lo suficientemente Luthor o ser la chica que ella quería que fuera el alcohol siempre estaba en su camino, el alcohol le servía de consuelo y le ayudaba a olvidar.

Cuando sus amigas Andrea y Verónica la traicionaron y abandonaron el alcohol estaba allí de forma tan tentadora que bebió tantas botellas que no podía recordar ni siquiera cómo es que quedó viva después de eso.

Cuando su padre Lionel murió ella bebió y se cubrió con la calidez que el alcohol le brindaba, lágrimas corriendo por sus mejillas mientras que una botella del vino caro favorito de su padre estaba en su mano.

Luego sucedió la segunda gran tragedia en su vida que dió paso a una sombría soledad y una obsoleta oscuridad, Lex su querido y adorado hermano, aquel hermano mayor al cual siempre había admirado había perdido la cordura y había cometido un gran genocidio masivo por su obsesión con el hombre de acero, cuando fue su sentencia ella estaba en su lujoso sillón bebiendo Ron mientras sostenía un peón negro del ajedrez, la soledad la estaba siguiendo y ella parecía estar maldita, todo lo que una vez amo siempre moría o en el peor de los casos enloquecía.

Su tolerancia al alcohol aumento con el paso del tiempo, su adicción al él también creció, sobrevivía en su mayoría con alcohol en lugar de agua y todo estaba bien aunque ella sabía que era un problema, en su oficina o laboratorio siempre tenía algunas botellas para tomar cuando las cosas se ponían pesadas, era tan natural para ella el tener un vaso de alcohol que no noto que su problema era más grave de lo que ella considero.

Su vil y sombría vida fue interrumpida cuando el sol en persona destrozó todos sus muros internos e iluminó su ser, esa linda y tierna reportera vino a iluminar su mundo y ella estaba tan feliz por ello, alguien de forma genuina la amaba, no por dinero, no por su apellido influyente, no por poder, simplemente por ser ella y eso nunca le había pasado.

Conforme pasaba tiempo con la reportera ella fue mejorando todo, parecía un amuleto de buena suerte ya que desde que la conoció muchas cosas buenas empezaron a pasarle como el hecho de que la ciudad poco a poco empezaba a aceptarla, tuvo nuevos amigos que ella le presento y en general todo iba fluyendo de maravilla y el vacío en su corazón empezó a llenarse con amor, un vacío que ella no sabía que tenía.

El alcohol fue olvidándose poco a poco conforme la rubia fue metiéndose más en su vida, no pudo abandonarlo porque la oscuridad seguía allí, en las sombras escondida en cualquier rincón esperando para atacar y el hecho de que varios asesinos contratados intenten matarla casi siempre ponía presión en sus hombros y después de todo no puedes pasar por todo eso sobria así que el alcohol seguía allí pero ya no era su fiel compañero diario.