𝐘𝐄𝐑𝐘𝐄𝐎𝐍𝐆 𝐎𝐍𝐄𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒

𝐂𝐀𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐀 𝐆𝐈𝐑𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐘𝐈𝐍𝐆

ChaeRyeong llevaba años tratando de acercarse a aquella chica de su colegio que la traía con la cabeza en las nubes.

Por consejo de sus amigas intentó acercarse de a poco pero siempre terminaba alejandola sin quererlo.

Aún así prefería no darse por vencida.

—Está cita es tu oportunidad para conocerla más ChaeRyeong—la alentaba su amiga.

—¿Crees que deba?—preguntó apenada.

—Por favor—respondió JiSu—Te trae loca desde que la viste en clase de artes.

—Para ChaeRyeong es difícil aceptar sus sentimientos—Expresó YuNa—Sólo se tú ChaeRyeong.

ChaeRyeong suspiró y miró a sus amigas decidida a hacer lo necesario para sacarse la etiqueta de "Niña Chikita", les demostraría a sus amigas que ya era toda una adulta.

—Oh vamos que nos mires con ese semblante solo hace que quiera cuidarte de todo el mundo—bromeó JiSu al ver la expresión seria de la menor.

—YuNa ¡Unnie me está molestando!—exclamó cerrando los ojos con fuerza.

YuNa solo rió—Eres muy tierna Ryeongie.

—¡Hoy se les acaba lo tierna!—exclamó enfadada ChaeRyeong.

Sus amigas solo rieron y la alentaron a que vaya y salga victoriosa.

Caminó hasta llegar al café en donde habían quedado y le pareció buena idea entrar y esperarla adentro para no sentirse tan ansiosa.

Se sentó y empezó a recordar el día en que conoció a aquella chica en el instituto y por su descuido, no le preguntó su nombre, su edad, ni a que curso iba; solo se había disculpado y dejado de lado por la prisa que se cargaba.

Siempre que se intentaba acercar terminaba cagandola por sus inseguridades y alejaba a la más alta sin quererlo. Tanta fue su suerte al tener esta gran oportunidad de tener una cita con ella y hasta podría decirse que ChaeRyeong, estaba enloqueciendo por aquella misteriosa chica de ojos gatunos.

Pasaron unos minutos y se puso a jugar con sus dedos debido al pánico que le causaba. Tener a la chica que te gusta sin quererlo era brutal para ella; y tal era su miedo de cagarla que hasta pensó en inventarse personalidades que no eran suyas solo para quedar bien con ella.

Volvió a mirar a la entrada justo a tiempo para cruzar miradas con ella. ChaeRyeong se sonrojó en grande y bajó la mirada rápidamente al ver que se acercaba.

—¿Eres ChaeRyeong?—preguntó la de ojos gatunos acercándose a la pelirroja.

—S-si—respondió nerviosa—S-sientate p-por favor—le indicó. 

La más alta miró a su contraria y sonrió intentando transmitirle seguridad, en cambio el sonrojo de ChaeRyeong solo aumentó.

—¿No me he presentado antes no?—preguntó la castaña.

ChaeRyeong negó.

—Soy Hwang YeJi—respondió—Me habías golpeado en el instituto y te fuiste sin disculparte—expresó.

ChaeRyeong solo mantuvo la mirada gacha intentando esconder su rostro teñido de rojo.

—¿Q-que tal t-tu día?—preguntó ChaeRyeong tratando de desviar el tema.

—Digamos que bien—respondió YeJi—Llegué del gimnasio hace un momento y vine aquí.

ChaeRyeong se quedó totalmente en blanco.

YeJi notó el nerviosismo de su contraria y trató de animar el ambiente tenso que se creó.

—Iré a hacer los pedidos, ¿Qué pedirás?—preguntó.

—U-un america-no...—respondió ChaeRyeong. 

Este nerviosismo le causó ternura a la mayor por lo que solo asintió.

ChaeRyeong por su parte se golpeaba la cabeza contra la mesa por sentirse una idiota. Trató de calmarse y volvió a jugar con sus dedos, respiró profundo una y otra vez hasta sentirse confiada.

O eso creía hasta que apareció la castaña.

—Un americano para ti—dijo dejando un vaso y una pajilla en frente suyo.

—Gracias—respondió.

ChaeRyeong agarró la pajilla con sus nervios a flor de piel y la sacó del papel protector; pasó saliva nerviosa e intentó clavar la pajilla en el centro del vaso. Lastimosamente le había errado y terminó votando el vaso de café.

YeJi abrió los ojos con sorpresa al ver el desastre que había causado su contraria y logró ver como su rostro se teñía de un rojo color.

—S-soy una idiota; perdona—dijo pasandole el monto del café y comenzó a limpiar el desastre causado.

—Oye—habló YeJi pero fue interrumpida.

—D-debo irme—soltó ChaeRyeong con lágrimas en los ojos.

Salió corriendo del establecimiento sin mirar atrás, la había cagado con sus idioteces una vez más.

Corrió hasta un punto alejado de la cafetería y se sentó en el césped al borde de un estanque y comenzó a llorar.

Por su parte YeJi buscaba a la pelirroja que salió corriendo del lugar sin dar explicaciones, tal como lo había hecho en el instituto.

—¿¡ChaeRyeong!?—exclamó por los caminos del parque—¡Oye Olvídalo fue un accidente!—gritó tratando de que apareciese.

Siguió buscando hasta dar con un curioso árbol que sollozaba demás; se acercó despacio tratando de no hacer mucho ruido y la encontró.

Silenciosamente se sentó a su lado y la acompañó en silencio.

ChaeRyeong se dió cuenta del gesto de su contraria a lo que solo la miró con pena.

—Sabes...—habló YeJi—También estaba nerviosa por esta cita...—explicó.

ChaeRyeong se limpió unas lágrimas con la manga de su suéter.

—No tienes que sentirte culpable por eso, fue un accidente—dijo sonriendo—Los accidentes pasan y entre nosotras, creo que es muy común—finalizó riendo.

ChaeRyeong había entendido por lo que se le unió.

—Lo siento de verdad—susurró ChaeRyeong después de un momento en silencio.

—No te disculpes—sonrió su mayor—Es normal.

ChaeRyeong suspiró y recostó su cabeza por el hombro de su contraria.

—Bueno, lo intenté—susurró—Lástima que hago estupideces cuando se trata de amor...

YeJi miró a la pelirroja que cerraba los ojos y evitaba sollozar en su hombro con dulzura.

—Intentemoslo de nuevo...—respondió YeJi recostando su cabeza sobre la de su contraria—Está vez con más calma...

ChaeRyeong sonrió ante las palabras y el gesto de la más alta—Acepto...

YeJi abrazó a su contraria y sonrió mirando al atardecer junto a la chica que se robó su corazón con sus idioteces.