𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎

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Eran las tres de la tarde y para ChaeRyeong era el infierno.

Comenzando por el hecho de que se encontraba aburrida; tenía dos horas para su encuentro con YeJi, la chica que la traía loca.

ChaeRyeong tomó su ukelele y se sentó en el sofá; tocando notas aleatorias pensando en la linda peligris; en sus oscuros y lindos ojos, en su sonrisa tan tierna, en su lunarcito en la nariz ¡Vaya que ChaeRyeong amaba el rostro de su mayor!. Una boba sonrisa adornó su rostro al recordar la vez en la que se conocieron.

En donde una idiota ChaeRyeong de diez y seis años llegaba al colegio por primera vez, luego de los problemas que tuvo en su colegio anterior; recordar la calidez con la que le hablaba la de ojos rasgados, sus gestos y el nerviosismo de ambas al tratar de comunicarse, son cosas pequeñas que ChaeRyeong recordaba con una sonrisa en el rostro.

Miró el reloj de su teléfono y se levantó rápidamente al ver que el horario acordado estaba cerca.

Se puso una sudadera gris, se acomodó el pelo, arregló su pantalón y finalmente se colocó sus converse, tomó su teléfono y bajó corriendo a su sala para despedirse de su madre e ir al encuentro de Hwang YeJi.

Corría emocionada por la carretera, saltando y cantando en voz baja las canciones que le recordaban a la mayor. Daba vueltas mientras fantaseaba con ella, bailando bajo la lluvia, corriendo y besándose; siendo ellas felices en su mundo de fantasías.

Llegó al lugar acordado, se sorprendió al no encontrarla, por lo que se sentó a esperar.

Pasaron treinta minutos, ChaeRyeong suspiró al no recibir señales de vida de YeJi volvió a mirar su teléfono esperando encontrar algún mensaje, sin embargo nada le indicaba que la mayor viniese.

—Esperare un poco más—dijo para si misma—Algo habrá pasado—suspiró intentando convencerse.

Una hora había pasado y YeJi no aparecía; el cielo se había nublado, el viento soplaba con más intensidad; ChaeRyeong suspiró derrotada y se levantó para darse camino a su casa antes de que empezace a llover.

Fue entonces que oyó su nombre a lo lejos.

—¡Chaer!—exclamó la peligris corriendo hasta ella—¡Perdona!.

ChaeRyeong se quedó observándola confusa. YeJi se apoyó de sus rodillas e intentó recuperar el aliento, miró a ChaeRyeong y le sonrió.

—¿Estás bien?—preguntó ChaeRyeong.

—Si—respondió la peligris tragando saliva—Sólo, corrí un poco—rió.

ChaeRyeong sonrió buscando una botella de agua en su mochila, una vez la encontró, se la tendió a su mayor con una sonrisa. YeJi aceptó sonriendo y llevó la botella a su boca bebiendo del contenido.

—Perdona por hacerte esperar—murmuró secando el pico de la botella—No fue mi intención—se la entregó apenada.

—Está bien, solo pasó... Una hora—ChaeRyeong rió.

—¡¿Qué!?—exclamó YeJi—¡Con más razón perdóname!.

ChaeRyeong sólo pudo reír al tener a su mayor abrazándola por detrás suyo mientras le pedía disculpas por ser una idiota.

—Vamos, mientras venía aquí vi unos juegos que podíamos intentar—YeJi sonrió.

—Siempre y cuando mi vida no apeligre y no nos agarre la lluvia.

Ambas chicas rieron dándose camino al lugar del cuál YeJi hablaba. Caminaban en silencio, hasta que ChaeRyeong se atrevió a tomar la mano de su mayor. Acercó su mano con cuidado e intentó entrelazarlas, en cambio YeJi la apartó rápidamente.

ChaeRyeong suspiró apenada mientras que YeJi tragaba saliva nerviosa. El camino se había puesto incómodo hasta que un chico asustó a ChaeRyeong por su espalda.

ChaeRyeong soltó un grito saltando a los brazos de YeJi quién la miró con una mezcla de confusión y alegría; le gustaba que ChaeRyeong confíe en ella, se sentía en la obligación de protegerla.

El chico se quitó la máscara y comenzó a reír a carcajadas al ver a la pelirroja en brazos de la peligris con el miedo tatuado en su rostro; las demás personas detrás del chico grabaron la reacción de ChaeRyeong para posiblemente, subirla a internet; pero YeJi no permitiría que se burlaran de ella.

Bajó a ChaeRyeong con cuidado y tomó al chico de la camiseta; el chico tragó saliva al notar que sus pies ya no tocaban el suelo, de un momento a otro comenzó a desesperarse y sus amigos solo observaban el momento con miedo en sus ojos.

—¿No que muy macho?—espetó YeJi mirando fijamente a los ojos del peliazul—¿¡Crees que es divertido!?.

El chico negó rápidamente intentando zafarse del agarre de la peligris, en cambio esta dejó un puñetazo en su rostro.

ChaeRyeong abrió los ojos con sorpresa al igual que los amigos del chico; este cayó al suelo sobandose el área del golpe y miró a YeJi con lágrimas en los ojos.

—Ya te faltaba tu dosis de realidad—se burló YeJi—Vuelves a molestar a mi chica y no la cuentas ¿Quedó claro?—espetó. 

El chico asintió asustado y se levantó rápidamente para huir del lugar. YeJi miró a los amigos del chico quienes corrieron detrás de este asustados.

YeJi empezó a reír, giró a ver a ChaeRyeong quién tenía el rostro completamente rojo; esto le pareció tierno por lo que la rodeó con sus brazos y le dejó un pequeño beso en su frente.

—¿Te encuentras bien?—preguntó sonriendole.

ChaeRyeong asintió lentamente apegandose más al cuerpo de su mayor, aspiró su aroma y sonrió para luego dejar una leve mordida en su cuello.

YeJi se sonrojó levemente ante esto por lo que sonrió y cargó a la menor, ChaeRyeong la rodeó con sus piernas sonriendole.

—Te quiero YeJi—susurró ChaeRyeong con una sonrisa.

YeJi sonrió acercándose a besarla cuando unas gotas de agua empezaron a golpearlas.

—¡Por favor!—se quejó la peligris.

ChaeRyeong rió levemente tomando el rostro de su mayor, dejó un beso en sus labios y se separó.

—Corramos antes de que empeore—rió separándose.

Tomó su mano e hizo correr a su mayor; la lluvia caía con más intensidad, pero para ChaeRyeong nada importaba, su más grande deseo se estaba cumpliendo y junto a la chica que quiere.

—¡Chaer!—exclamó YeJi deteniendola.

La tomó de la cintura y la atrajo a su cuerpo, ChaeRyeong empezó a reír al ver el rostro cubierto de pelo mojado de su mayor; le separó el pelo viendo la sonrisa de YeJi.

—Te quiero Chaer—susurró YeJi atrayendola más a ella—Sé que no es la mejor situación pero ¿Quieres ser mi novia?—preguntó sobre sus labios.

ChaeRyeong observaba atentamente a los ojos de su mayor, sonrió en grande y saltó a besarla.

—¡Si quiero YeJi!—exclamó ChaeRyeong eufórica.

YeJi sonrió y la abrazó fuertemente, la cargó haciéndola girar; ambas se sonreían e inclusive bailaban pegadas bajo la lluvia que lentamente cesaba. Cumpliendo el deseo más lindo de ChaeRyeong.

𝐘𝐄𝐑𝐘𝐄𝐎𝐍𝐆 𝐎𝐍𝐄𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora