Bajo la estrellada noche en la ciudad de Seúl; una joven se encontraba corriendo desesperadamete por la carretera. Ella estaba realmente asustada, la razón era simple, su amada estaba a punto de cometer una locura.
Corrió hasta que sus piernas ya no pudieron; el cansancio era tanto que incluso la había echado al suelo en más de una ocasión.
Con la respiración errática y el reloj corriendo en contra suya, dió su último esfuerzo para llegar hasta su chica.
Corrió hasta el edificio en que le habían informado y subió al elevador presionando el botón del piso repetidas veces; finalmente logrando que este subiera hasta la planta más alta.
Golpeó la puerta logrando abrirla en el proceso, se quedó estática viendo a la chica en frente suyo, parada al borde del edificio en el piso cuarenta y cinco.
—Hwang...—soltó nerviosa la chica—No lo hagas...
La recién nombrada apretó los puños y lentamente giró a ver a su chica.
—Perdóname Chaery...
Las lágrimas no tardaron en aparecer en los rostros de ambas, por lo que ninguna decidió moverse; sólo estaban ahí, observándose la una a la otra.
—No podemos terminar así Yejddeong—dijo ChaeRyeong entre sollozos—Por favor Yejddeong, vuelve a mí...
La pelirroja abrió los brazos e intentó acercarse lentamente a su chica, quién solamente intentaba alejarse sin éxito.
—Déjame ir ChaeRyeong—dijo YeJi—Ya no hay nada para mi en este mundo; ¡Lo único que me quedaba era mi hermano y ahora me lo han arrebatado!.
El silencio se adueñó del lugar un breve corto de tiempo.
—¿Y que hay de mí?—susurró ChaeRyeong—Yo te amo Yejddeong... ¿No importa?.
YeJi bajó la vista ocultando las lágrimas—Es por eso que quiero que seas feliz—susurró—Para que estés mejor con alguien quién si pueda amarte, Chaery; yo, solo te he traído problemas y por alguna razón seguías a mi lado ¿Por qué?... habiendo tantas personas que valen la pena... ¿Por qué yo?...
ChaeRyeong se acercó hasta la castaña y lentamente tomó su mano tratando de convencerla de bajar—Por qué te amo Yejddeong... Y quiero que estemos juntas... y por qué... En tí he encontrado una razón para seguir—dijo la menor acariciando el rostro de su contraria—Eres la razón por la que quiero enfrentarme al mundo cada día.
La más alta empujó a su contraria logrando que esta caiga al suelo del edificio, volvió a pararse en el borde y giró a ver a su chica.
—Hoobastank; The reason segundo treinta y ocho...—susurró—Así que tengo que decirte algo antes de irme... Que solo quiero que sepas que... He encontrado una razón para mí, para cambiar quién solía ser... Una razón para empezar de nuevo...
Ambas chicas se miraron nuevamente con lágrimas en los ojos.
—Esa razón eres tú...—dijeron al unísono.
—Perdóname Chaery...
—¡YeJi!—exclamó ChaeRyeong.
Y con una sonrisa y dolor en su corazón, la mayor saltó al vacío, dejando ir su sufrimiento, dejando de lado el dolor que le causó el mundo. Pero por sobre todo, dejando de lado a la persona a quién amaba.
Un grito desgarrador es lo último que escucha antes de que todo a su alrededor se oscureciera.
(...)
Seis días pasaron de aquel suceso, el dolor aumentaba a medida que los días pasaban y ChaeRyeong era consciente de esto.
Pero aún así, ella sabía que YeJi eligió esto por cuenta propia, aunque le doliera aceptar la realidad sabía que ella estaba en un mejor lugar.
Fue entonces que en medio del silencio de su habitación, tomó el celular en el cuál había grabado la voz de su novia.
—"Te amo ChaeRyeong, eres lo más real que tengo en estos momentos... gracias por formar parte de mi vida...".
Los ojos de la menor se llenaron de lágrimas al momento de escuchar la voz de su novia una vez más. Fue entonces que recordó, la canción que le había susurrado en ese momento.
Buscó en la aplicación de YouTube y le picó al primer video que le apareció.
"No soy una persona perfecta, hay muchas cosas que desearía no haber hecho, pero sigo aprendiendo... Nunca fue mi intención hacerte esto a ti..."
En ese momento ella entendía la canción, YeJi sabía exactamente lo que hacía, solo esperaba el momento indicado para irse.
"Así que tengo que decirte algo antes de irme... Que solo quiero que sepas que... He encontrado una razón para mí, para cambiar quien solía ser... Una razón para empezar de nuevo... Esa razón eres tú..."
La canción dolía, al igual que el corazón de ChaeRyeong. Ella sabía que esa canción decía más de lo que debería.
—Te amo Yejddeong...—susurró al cielo.
Con lágrimas en los ojos, sé abrazó a si misma y sollozó...
Tiempo después; la joven ChaeRyeong aún seguía llorando la muerte de su amada, sin embargo ahora era un poco más fuerte al oír su nombre.
Había aceptado el hecho de que ella ya no estaba a su lado, sin embargo, no quería olvidarla.
Se metió a una tienda y después de haber hablado con la chica y explicarle que si tenía un turno agendado, procedió a realizar su petición.
Horas más tarde, salió del lugar y con una sonrisa miró su antebrazo, sabía que ese tatuaje representaba a su chica a la perfección y estaba feliz de tenerla por siempre.
Este es el tatuaje:
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