Capítulo 21.

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Silencio total.

Miro a las cuatro personas que están al frente de nosotros con nerviosismo. La señora lleva su mano a su boca como si supiera...

—¿Eres tú...?

Calem se hace a un lado dejándola pasar, mis labios tiemblan cuando la tengo al frente mirándome como si no fuera real. Después de tanto tiempo ella está aquí con sus ojos llenos de lágrimas al igual que yo con las manos temblando y es... es tan hermosa como lo imaginaba de niña.

Todo mi cuerpo tiembla cuando su suave mano acuna mi mejilla haciéndome cerrar los ojos y como si mi cuerpo reconociera tu tacto me acerco más a su mano sintiendo su calor.

—Mi niña...

Abro los ojos sollozando, ella parece no poder contenerse y me abraza como si su vida dependiera de ella aferrándose a mí. Cierro los ojos rodeándola y sintiendo su calor es tan familiar su olor que me hace abrazarla aún más, no me preocupo en saber quién es la persona que acaricia mi cabello, pero cuando abro los ojos me encuentro con los ojos celestes del hombre de unos cuarenta y algo, y deduzco que es mi padre, tiene la misma nariz de Calem al igual que su mirada.

Cuando nos separamos mi mirada cae en un chico de unos quince años, tiene los ojos llorosos y es como si tuviera miedo de acercarse hasta que le regalo una pequeña sonrisa y se tira a mis brazos llorando, haciendo que me vuelva a romper, Siento a Calem y dos personas más abrazarnos.

Cuando abro los ojos veo a Cassian sonreír haciéndome sentir completa, pero de repente se escucha un fuerte sollozo haciéndonos voltear y ver quien es.

Germán llora como un pequeño niño desconsolado, Cassian rueda los ojos golpeándolo en el brazo.

—Lo siento, las hormonas—todos asentimos mirándolo raro.

¿Hormonas?

Calem se aclara la garganta.

—Cala, ellos son Isabella y Cameron—ellos me sonríen—Y él es Isaac, nuestro hermano menor.

Les sonrió, siento mi corazón latir muy rápido.

Cameron se acerca.

—Eres igual a tu madre de joven—siento mis mejillas arder.

—¿Eso es bueno? —pregunto un poco confundida.

Ríen haciéndome sonrojar.

—Claro que sí, eres toda una Davies—Me dice Isabella.

—Que raro es todo esto...

Siento la mano de Cassian en mi hombro.

—Señores Davies soy Cassian Jones un gusto.

Ellos sonríen amablemente.

—Oh, tu debes ser el novio de Cala.

Casi me atraganto con mi propia saliva, Calem y Germán ríen divertidos.

—Ah...—me mira en busca de una respuesta—yo...

—Es obvio que lo es—interviene Germán—De hecho, viven juntos y todo, hasta tienen un perro juntos solo faltan los hijos y....

—¡Germán! —gritamos yo y Cassian al unisonó.

Todos ríen, Isabella me mira con sus mejillas sonrojada, vaya creo que es de familia.

Después de presentarnos, Cassian y Germán salen del departamento para dejarnos un espacio para dejarnos hablar. Isabella es latina su madre, Isla es argentina y su padre quien murió cuando ella era niña era chileno.

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