Capítulo 14.

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CASSIAN JONES.

Llegamos cansados del parque de diversiones donde Joe nos llevo a todos, Creo que fue la primera vez que veo a Cala tan feliz desde que la conocí. No pude dejar de verla cuando sonreía y jugaba con los mellizos, ¿Cómo una persona puede sufrir tanto y tener todavía luz en su alma?, no lo sé, pero lo que sé es que haría todo para que no dejara de brillar y sonreír.

Dormir con Cala fueron una de las cosas más cómodas y tranquilizadoras, corro los cabellos que tiene en la frente con cuidado para no despertarla, no se como puede ser tan calentita y cómoda encaja a la perfección en mis brazos, lleva una trenza que Becca le hizo según Becca su tío Joe junto a su padre le enseñaron hacer trenzas, ¿Cómo Joe y Billy saben hacer trenzas? No lo se.

Son las 7:30 am de la mañana y es nuestro ultimo día en Nueva York así que le pediré a Lía ayuda para hacer un pudin de chocolate para Cala antes de ir a ver la nueva casa de Joe y Lía en las playas.

Me levanto con cuidado y aun así Cala se queja así que le coloco la almohada en sus brazos para que no se de cuenta, ella no dice nada, pero me doy cuenta, en las noches cuando se queda dormida despierta a las dos de la mañana llorando, no quiero ahogarla con preguntas así que solo la abrazo hasta que se vuelva a dormir.

Reviso mi celular y veo que tengo un mensaje de Germán

Germán escandalosa: ¡Como la estas pasando en Nueva York con tu queridísima secretaria Cass! ¡Ya la besaste! Dime que si o sino serás un imbécil.

Niego divertido viendo su mensaje y decido Salir al patio trasero para llamarlo.

-¡Hola, Hola si eres una chica morena de ojos verdes lo siento estoy felizmente casado y con una hermosa hija! -ruedo los ojos.

-Déjate de tonterías Germán.

Ríe y escucho un llanto de lejos.

-¿Cómo estas Cass? -pregunta en un tono divertido.

-Bien creo...

-¿Crees? ¿y que paso con la hermosa secretaria?

-Ella...ella dice estar bien, pero puedo ver en sus ojos el miedo y lo mucho que le aterra enfrentar a su esposo.

-Debe estar más que aterrada ese imbécil la maltrato por cuatro años no me quiero imaginar lo que esa chica ha pasado al lado de ese monstruo.

Veo a los perros pasar por mi lado.

-Me lo imagino y me dan ganas de viajar a Londres y arrancarle la cabeza-digo entre dientes-. Hubieras visto sus moretones y rasguños, Germán no quiero alejarme de ella-suspiro-. Desde que la vi por primera vez, asustada, tímida y cuando vi sus ojos al ver a su esposo llegar a la empresa estaba aterrada-desordeno mi cabello.

-Maldito hijo de... si, si Amor "no decir groserías cerca de la bebé" -habla con Chiara y sonrió divertido.

Escucho pasos y volteo viendo a Joe saliendo al patio.

-Germán después te llamo-cuelgo.

Joe ladea la cabeza sonriendo y frunzo el ceño viendo como esta vestido.

-¿Qué traes puesto?

-Bueno digamos que tengo dos trabajos, la tienda de discos y soy el patrocinador de unos corredores de autos y motocicletas -se encoje de hombros.

-Vaya... ¿ahora estas de patrocinador? -ríe y asiente.

-Si, los viernes y sábados trabajo en la tienda de discos digamos que soy el dueño, pero tengo trabajadores quienes se encargan de la tienda toda la semana, por ejemplo, la mejor amiga de Jessie trabaja después de clases y un chico quien fue un bailarín, pero tuvo un accidente y su carrera se esfumo, en fin, tengo que irme o Antonio se volverá loco- se da la vuelta, pero se detiene. Por favor que cuida a Lía no se coma las nueces ya que es alérgica y sus antojos van más allá de su salud.

De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora