Capítulo 28.

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CASSIAN JONES.

Siento como si el corazón estuviera a punto de salirse de mi pecho en este instante, siento la felicidad, los nervios y el miedo recorrer por mis venas al recordar las palabras de Cala.

Dios, no dios no. Mierda y más mierda.

Adoptar un niño, mierda

Adoptar un niño, mierda siento miedo con una mezcla de felicidad. No me gustan los críos, pero sinceramente con ella quiero tenerlo todo como nunca lo he querido, sentir ese amor condicional de un ser tan pequeño llamándote papi o que te haga dibujos.

Cala me mira cautelosa como si esperara que le gritara que esta loca, pero no lo está.

Somos unos locos, pero unos locos enamorados hasta la puta medula y haríamos cualquier cosa con tal de ser felices sin importar lo que otros digas y es lo que vamos a hacer.

Tomo su rostro y la beso tomándola desprevenida.

La beso con tanta intensidad que me duelen los labios.

Amo sentirla cerca, sentir su calor y el calor de sus besos.

Nos separamos por falta de aire y apoyo mi frente con la suya.

—Claro que quiero formar una familia contigo, y si me estoy muriendo de miedo sin embargo deseo muchas cosas contigo y una de ella era tener una familia, pero primero tenemos que hacer algo.

—¿Qué cosa?

Me alejo de ella sin soltar su rostro.

Casarnos.

***

Germán nos mira con la boca abierta aun sosteniendo a su hija quien se muerde su pequeña mano mientras nos hace ojitos, no puedo creer que sea idéntica a todos los Jones, pero en versión mujer solo que con la mirada de su madre.

—¿Hablan enserio? —Pregunta Chiara y asentimos.

—Si, Cassian investigo y para poder adoptar tenemos que estar casados—informa Cala.

—Vaya, entonces es cierto—habla por fin Germán—Bien, llamare algunos contactos para tener todo listo lo antes posible.

Respiro hondo sintiendo los nervios y las ansias.

Me casare.

Me casare con ella.

Me casare con Cala.

Me casare con la persona más bondadosa que he conocido, con la persona que me robo el aliento la primera vez que cruce miradas con ella, con sus ojos de cristales.

Cala me mira con una sonrisa y contengo las ganas de besarla al frente de ellos.

—Bien, gracias de verdad—Cala les sonríe agradecida y besa en la mejilla a la pequeña Summer antes de despedirnos e irnos.

La visita fue corta pero precisa.

Ya en el auto no me contengo y tomo su rostro besándola con intensidad.

Sonrió antes de separarme.

— ¿Y eso por qué?

—Porque te amo.

CALA DAVIES.

Al llegar a casa cenamos y vemos películas junto a Xiaomi antes de ir a ver a mis padre para darles la noticia.

Admitiré que tingo miedo que no acepten que adopte a un niño, sin embargo, eso no me detendrá, pero seria lindo tener el apoyo de tus padres de vez en cuando.

De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora