Capítulo 23.

91 12 12
                                    

Miro mis manos mientras escucho hablar a mi psicóloga, cuando me dieron el alta, Cassian me llevo a mi departamento y resulta que mientras yo estaba en el hospital, Cassian, Germán y Calem decoraron mi departamento y el resultado me encanto. Cassian desalojo su departamento y ahora vive conmigo, aunque él me dijo varias veces que podía darme mi espacio e irse a la casa de sus padres, pero la verdad es que lo quería cerca de mí, no quería estar sola.

Me ayudo a bañarme, tengo ocho puntos en el estómago más dos puntos en la mejilla. El doctor dijo que no me quedara cicatriz en el rostro, pero si en el estómago. Los primeros días tuve pesadillas todas las noches, veía una y otra vez a Mario caer por el ventanal, me veía a mi con un disparo en el estómago.

—Han pasados semanas ¿todavía tienes pesadillas? —pregunta.

—No, ya no tengo. Las pastillas que me receto me sirvieron, pero cada vez que me veo en el espejo lo veo a él.

—Es entendible, ya que todos tus traumas están conectados a él, sin embargo, tienes que recordar que el ya no está aquí ya no puede hacerte daño.

—Lo se...

—¿Dibujas? —pregunta fuera del tema dejándome confundida.

—Algo....

—Bien, haremos esto ¿sí?, desde hoy vas a dibujar tus pesadillas o lo que sientes cada vez que te ves en el espejo, no a él, a ti.

Asiento, busca algo en su escritorio hasta sacar un cuaderno.

—Aquí iras dibujando tus pesadillas o lo que sientes cada vez que te mires en el espejo ¿sí?

—Bien.

—Puedes irte, eso es todo por hoy.

Asiento dándole las gracias, antes de cruzar la puerta su voz me interrumpe.

—Una cosa más, Cala.

—¿Sí? —volteo a verla.

—No dejes que el te siga ganando, ahora te toca a ti—me señala— ahora eres físicamente libre, pero tu mente todavía está atrapada así que pelea y gana, preciosa.

Asiento con una sonrisa cerrada y salgo de su oficina.

Por el camino pienso en lo que me dijo mi psicóloga. Tiene razón, Mario siempre me encadeno a él, pero ahora mi cuerpo es libre menos mi mente atormentada por los feos recuerdos.

Necesito sanar en cuerpo y alma, lo hare cueste lo que me cueste.

***

Miro los ojos brillantes de Cassian mientras me sonríe, deja de acariciar a Xiaomi y camina hacia mi robándome el aliento cuando me besa con ganas como si no me hubiera visto en días. Respondo el beso dejando caer mi bolso, las manos de Cassian aprietan mi cintura acercándome más a él. Cassian ha estado así desde que me recupere, aun mi cicatriz esta reciente, pero ya no duele como antes, acaricio su barba con los pulgares cuando nos separamos. besa mi nariz antes de apoyar su barbilla en mi coronilla.

—Te extrañe, demoraste más de lo normal.

Rio y rodeo su espalda, una de las cosas que amo de Cassian es que su cuerpo siempre esta caliente cuando lo abrazo.

—Pase a comprar cositas, ¿quieres ver? —levanto la vista hacia él y asiente.

Toma mi bolso y caminamos al sillón.

—Como se acerca la navidad quería comprar cositas para decorar el departamento, ¿te parece bien?

Se acerca acunando mi rostro.

De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora