Capítulo 24.

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Hoy es día libre de Cassian así que decidimos hacer algo juntos que no sea ver películas, comer helado o leer un libro, sin dejar de lado los momentos hormonales de Cassian.

Haremos panqueques, ya que según Cassian eran sus favoritos de niño. Propuso hacer algo, el cocinarme lo que más me gustaba de niña y yo hacer lo mismo a él, ¿Por qué lo hacemos? No tengo ide sin embargo me gusta, es divertido jugar en la cocina junto a Cassian. He notado que las veces que he visto reír de verdad a Cassian es conmigo o con su familia, cuando lo conocí siempre lo vi como alguien serio y amargado, pero tiene un lado tierno y divertido es como un niño.

Hoy tengo hora con mi psicóloga en la tarde así que disfruto este momento ya que no hablo sobre mis traumas solo me divierto con la persona que me está enseñando a quererme como persona.

Recuerdo la sesión del otro día, mi psicóloga me dijo que su trabajo era hacerme entender que todo lo que paso con Mario no era mi culpa, dijo estas palabras: "lo que se busca en una terapia psicológica, es que tu puedas resignificar el trauma de la violencia no es tu culpa. Todo forma parte de un ciclo en la terapia, por eso se trabaja en el empoderamiento y en formar la autoestima. Tener más independencia de sí misma para poder tomas decisiones."

Sonrió cuando Cassian besa mi coronilla.

—¿En qué piensas?

—En nada, solo en cosas que tengo que hacer ¿recuerdas lo que tenía que hacer con ese cuaderno?

—Dibujar lo que sientes o tus pesadillas, si ¿por?

—Bueno es que ayer mientras estabas en la empresa me puse a dibujar, ¿será que te lo puedo mostrar o no?

Me gira y sonrió al verlo con delantal para cocinar, lindo.

—No seré psicólogo, pero quiero ver como dibujas.

—Bien, pero tenemos que terminar y ordenar todo este desastre que estás haciendo en mi cocina.

—Nah, la señorita me salió toda una mandona—me abraza—sabes que puedo contratar a alguien que haga todo este trabajo ¿no?

—Si, pero es nuestro desastre así que nosotros lo limpiamos.

—Hace un segundo dijiste que era mi desastre.

Me alejo del y le doy palmadas en su pecho.

—Bueno entonces tu limpia tu desastre—exclamo marcando el "tu".

Abre la boca ofendido y rio divertida.

—¡Eso es injusto! —chilla.

—¡La vida es injusta! —arruga su nariz y se queda mirando el bolón de merengue como si estuviera pensando....

Levanta la mirada y ya sé lo que se le ocurrió.

—¡No, no, no Cassian ni se te ocurra! —me alejo corriendo cuando toma el bolón en sus manos con una sonrisa traviesa, escucho sus carcajadas.

Xiaomi nos mira desde su cama con la lengua afuera mientras yo soy atrapada y bañada en merengue por Cassian quien ríe como un niño.

—¡No! —grito cuando cubre mi rostro y cabello en merengue—¡Me duche hace una hora!

—Bueno nos podemos bañar juntos—se burla.

Chillo cuando pasa su lengua por mi mejilla sacando el merengue, hace lo mismo por mi barbilla hasta llegar a mis labios quienes no dudan un segundo en corresponder el dulce beso con merengue.

Sobre entre el beso.

—Lo de ducharnos juntos no era broma—sonrió divertida, lo aparto y voy directo al baño.

De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora