Mi Mafioso Deseo

Capitulo 31

Maratón 2/3

Aisha

La cita con Ian había estado bien, solo que el cuento de que hacía sucedido algo con su madre no terminaba de convencerme, pero decidí no darle vueltas innecesarias al asunto y lo deje estar.

Antes de entrar en mi habitación llamo a las chicas para reunirnos todos en un club que estaba cerca ya que no quería solo acostarme a dormir teniendo en cuenta el esfuerzo que había hecho en arreglarme, esta noche me divertiría.

Luego de que me confirmarán que estarían listos todos en aproximadamente 30 minutos, camine hasta la habitación para esperarlos ya que nos encontraríamos como siempre en el estacionamiento. Decidí ponerme algo más acorde al lugar al que iríamos, que aunque fuera de clase media alta, no era un lugar para llevar el vestido rojo que tenía en ese momento. Jayden estaba en el cuarto de Susan desde antes de que la llamara por lo que supuse que se arreglarían juntas. Me desnude frente el espejo de cuerpo entero que tenía en el baño, retoque mi maquillaje, peinado y por último me encaje en un vestido corto, de color dorado con lentejuelas, sin duda una hermosura que no me había atrevido a usar hasta ahora. Mi teléfono suena en la cama así que me acerco a contestar.

-  Hola mamasita, ¿Ya estás lista? – pregunta una eufórica Jayden a través del teléfono.

-  Si, solo me faltan los tacones y salgo, ¿y ustedes?

-  Si nena, te estamos esperando. Solo faltan Markus, Mateo y tú.- se quedó en silencio un momento y pude escuchar risas al otro lado de la linea- uuh olvídalo, solo faltas tú, el par de imbéciles acaba de llegar.

Me río ante su comentario, esta chica es un caso perdido sin duda.

-  Ya voy entonces, no se vayan a ir. – contesto para colgar la llamada y terminar de darme los retoques finales y ponerme los tacones dorados con brillo. Me coloco perfume y salgo de la habitación.

 Al llegar todos están hablando entre sí esperando mi llegada, por lo tanto apenas escuchan las puertas abrirse se dan vuelta para venir a mi encuentro.

 -  Chica pero estas que ardes, te ves divina mami chula – comenta Jayden a lo cual Susan se ríe por las palabras que uso la venezolana.

- Te ves espectacular – dice Markus dándome un abrazo de oso.

- Bueno si no nos vamos ya, llegaremos cuando no dejen entrar a nadie más así que muevan el culo – ¿adivinan el personaje de dicho comentario?

Después de saludar a los demás, a excepción de Mateo, nos dirigimos a ambos autos en los que iremos por no entrar todos en uno solo. En el camino vamos en silencio, voy sentada en el copiloto con Mateo a mi lado y Markus en la parte de atrás, de ves en cuando noto las miradas fugaces de Mateo hacia mis piernas y demás, pero actuó como si no me importará y me dispongo a ver por la ventana.

 Llegamos aproximadamente unos 25 minutos después en los cuales la tensión se podía cortar con un cuchillo. Salgo inmediatamente cuando noto que ya estamos estacionados, Markus me tiende su brazo para entrar, el cual acepto ya que la altura de estos tacones es un poco peligrosa.

Este ambiente es totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada, tragos van y vienen, parejas y amigos bailan en el centro de la pista y solo hay unas pocas mesas apartadas de la multitud. Hay una barra gigante al fondo del local, dando así, más espacio para bailar. El dj esta en un especie de balcón para el solo haciendo la música sonar escandalosa por los altavoces. Hoy vinimos a bailar hasta el cansancio y no a estar sentados con otras personas de la manera más aburrida posible como la última vez.