capitulo 7

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Perspectiva de Ian

Nunca me interesó tener una relación seria con cualquier chica, solo me importaba las relaciones de una noche o sexo casual, solía ver a las parejas y toda esa mierda como una distracción a lo que realmente importa, y yo por mi parte tengo muchas cosas importantes en mi cabeza como para concentrarme en una relación; pero ese día en el que la vi llegar al western Illinois, algo me dijo que tenía que ser exclusivamente mía.

No eh podido sacarla de mi cabeza desde que la vi por primera vez con sus maletas y tratando de ubicarse con el mapa del campus, se veía tan hermosa y normal, pero al rato cuando me volví a encontrar con ella, supe que no era normal en lo absoluto, sus ojos llenos de lágrimas, sin brillo alguno, y de alguna manera vacíos, me dieron a entender que Aisha pasaba por muchas cosas que le hacían un gran daño, se veía tan pequeña y frágil que no dudé en querer protegerla y ayudarla.

Quería hacerla sentir bien conmigo para no separarme de ella y cuidarla de cualquier cosa que pudiera lastimarla. Tal vez sea una jodida locura sentir todo esto con apenas tres días conociéndonos, pero joder era imposible no sentir todos estos malditos sentimientos por ella.
Aisha me gustaba de una manera simplemente irreal, mi cabeza tenía grabado su nombre en ella, y quería tenerla costará lo que me costará, por que siempre que quiero algo, lo obtengo sin importar las consecuencias que conllevará.

Justo ahora estaba con Keila y Adams en la cafetería, ellos hablaban de cualquier idiotez a la que no presté atención, cinco minutos después llegaron William y cristal los cuales se unieron a la conversación. Después de un rato escuché a Keila decir algo que me llamó la atención.

- ¿Quién es la chica nueva que está en el grupo de Berezutsky? - pregunto Keila con la mirada fija en un punto detrás de mi.
Al voltear la vi a ella, sentada con ese maldito grupo de mierda. Algo se encendió dentro de mi y la ira se apoderó de mí sistema.
Aisha se veía realmente hermosa, estaba sentada junto a esos gusanos, sumida en sus pensamientos, con la mirada baja por lo tanto no me vio cuando la observaba.
Algo en mi amenazaba con levantarme eh ir por ella y alejarla de ellos, pero me contuve, no quería que se asustara y terminará alejándose de mi. Volví a mi posición en el asiento y respondí a la pregunta de Keila.

- Ella es Aisha, llegó hace unos días, no se metan con ella ¿de acuerdo?

- Se puede saber el ¿Por qué del interés repentino en hacer que dejemos en paz a la nueva?- pregunto Cristal tomando un sorbo de su Coca-Cola.

- Pues resulta cristal que no tengo que darte explicaciones por ningún motivo, pero si me llegó a enterar de que se meten con ella, no les agradará lo que estoy dispuesto a hacer.- respondí con un encogimiento de hombros.

- De acuerdo hombre, ya entendí lo que sucede aquí- hablo Keila mirándome con los ojos entrecerrados- te gusta la nueva mojigata.- afirmó ella apuntando con un dedo la mesa en la que se encontraba Aisha.

- Vuélvele a decir de esa manera y te arrepentirás Keila - mi voz se encontraba llena de amenazas- y no es de tu incumbencia si me gusta o no.

Luego de decir aquello todos se callaron y siguieron comiendo lo que habían comprado, yo por mi parte me limité a pensar en cómo haría para que esa chica de cabello revuelto fuera mía, y se alejara de esos imbéciles que se encontraban con ella.

Pronto serás mía, te lo prometo Aisha.

Perspectiva de Mateo

Esa chica me va a volver loco, y no de la buena manera. Lo único que hace es joder y joder, no la soporto, es como un grano gigante en el culo.
Pero a pesar de lo irritante que resultaba ser, no quería alejarla del grupo, ella tenía muchos secretos, algo la lastimaba, lo veía en sus ojos, algo le atormentaba tanto que sus ojos lo reflejaban. Tenía muchas preguntas sobre ella, ¿Quién era realmente?, ¿Quiénes son sus padres?, ¿Qué le atormenta tanto como para que sus ojos estén apagados y llenos de dolor?, Tantas preguntas rondaban en mi mente.
Quería saber todo sobre ella, pero no por que me gustará, solo porque no podía permitir que se uniera a nosotros así como así, nuestro grupo era muy reducido por temas de seguridad, teníamos muchos secretos que no los podía saber cualquier niñata que se apareciera; así que la mandé a investigar, no quería que se nos escapará nada, y quería estar seguro a la hora de integrarla a nosotros y prepararla para lo que se vendría, ya que si decidía estar con nosotros en la institución, también lo estaría afuera con todos los problemas y peligros que afrontamos.
Por ahora era cuestión de tiempo para que supiera la vida de esta chica, así que mientras tanto, la observaría muy de cerca y no la perdería de vista.

Mi celular sonó en el escritorio del dormitorio, lo tomé y conteste la llamada entrante.

- Te tengo una noticia que no te agradará mucho hombre - respondió la voz de Markus al otro lado.

- Habla de una puta vez idiota- respondí con mi tono algo elevado

- Esa no es la forma de hablarle a tu mejor amigo, tienes suerte de que tenga paciencia imbécil- hizo una pausa y luego continuo- hace un momento en el comedor, Aisha se fijó en Ian y pregunto por el, diciendo que fue con el que fue a tomar un helado, pero que a pesar de todo el tiempo que estuvieron juntos, nunca le dijo su nombre.

Apreté el teléfono contra mi mejilla aguantando la ira, ese imbécil me ponía de malas con tan solo escuchar su asqueroso nombre la sangre me hervía.

- ¿Le dijeron quien era?

- Si, y también le dijimos que se alejara de el por qué era peligroso pero no nos escucho y se fue.

- Maldición- murmuré por lo bajo- tenemos que encontrar información de esa chica lo antes posible y saber por qué Ian se interesó en ella.

- Estoy de acuerdo hombre, pero no es fácil, Ian está un paso delante de nosotros

- A mi no me importa la chica, solo el por qué Ian se interesó en ella tan rápido, algo me dice que esa chica tiene un pasado oscuro y que tiene algo o alguien importante esta vinculado a ella, solo tenemos que averiguar qué es.

- Seguro que si hombre, solo esperemos a ver que saldrá a la luz con las investigaciones, luego haremos lo demás nosotros mismos.

- De acuerdo, iré a hablar con ella a ver si puedo sacarle algo de información, hablamos luego.

Colgué la llamada y me dirigí a la puerta de la habitación para comenzar a buscar a la chica que sin duda me causaría muchos problemas.

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