capitulo 25

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Sigo con los ojos cerrados por el sueño que alberga en mi cuerpo cuando escucho que la puerta comienza a ser abierta, lentamente voy abriéndolos a pesar de la pesadez que estos tienen y logró detallar a una enfermera no tan joven entrando en la habitación con un carrito en donde está lo que supongo es mi desayuno y unas agujas con un líquido que desconozco.

-      Buenos días linda- habla la agradable señora cuando detalla mi rostro adormilado- ¿Cómo te sientes?

-      Buenos días, cansada, gracias por preguntar- mi voz era áspera y ronca, delatando que acababa de levantarme.

-      Es normal nena, pero tranquila, cuando comas y tomes las medicinas que te recetaron te sentirás mejor, por cierto, me llamo Carmen y seré tu enfermera por estos días que estarás aquí.- hablaba mientras colocaba toda la comida a mi alcance, la cual consistía en frutas, jugo de fresas, y un sándwich de queso.

Voltee mi rostro al lugar en donde Mateo se había quedado dormido la noche anterior y me di cuenta de que seguía sin dar señales de que despertaría pronto, así que me dispuse a comer lo que había traído Carmen luego de que me inyectará lo que sea que fuera eso. Encendí la televisión y comí tranquilamente esperando que Mateo se levantará para poder hablar con alguien y no aburrirme tanto.

Luego de unos minutos termine de comer y escuché mi teléfono sonar, rápidamente lo tome de la mesita de al lado ya que Mateo me lo había traído cuando regreso anoche, me había llegado tres mensajes del mismo número el cual era desconocido, no le preste mucha atención hasta que lo abrí.

·   Espero que te haya gustado lo de la otra noche Paulette.

·   Espero con ansias volver a repetirlo preciosa.

·   Esta atenta, que pronto volveremos a vernos.

Mi pulso en la máquina se comenzó a escuchar acelerado lo que provocó que Mateo se levantará algo agitado, me miró y pudo ver la posible expresión de terror que tenía en mi rostro, se acercó a mí rápidamente para tratar de calmarme.

-      Aisha ¿que sucede?, Cálmate, y dime qué pasa – trataba de hablarme tranquilamente, yo no dije nada y solo le di mi celular para que viera por el mismo lo que pasaba.

-      Es el, Mateo es el y va a venir por mí otra vez, no me dejen sola por favor- hablé rápidamente con lágrimas y el corazón latiéndome lo más rápido posible.

-      Ok Aisha tranquila, cálmate, respira profundo ¿Si?, No te dejaremos sola tranquila- trataba de calmarme mientras yo respiraba profundamente tratando de estabilizarme para evitar que las enfermeras vinieran.

-      Bien, déjame hacer unas llamadas de acuerdo, sigue respirando, todo estará bien.

Solo asentí a lo que dijo y me quedé recostada en la camilla con los ojos cerrados y respirando una y otra vez hasta calmarme.

Escuché como salió de la habitación y posteriormente cerrar la puerta para que yo no pudiera escuchar lo que le diría a aquella persona.

Luego de que pasaran algunos minutos y ya me encontraba más calmada, abrí mis ojos y espere otro rato a ver si aparecía Mateo o alguno de los muchachos venía a visitarme, pero como nadie hizo acto de presencia decidí encender la televisión y poner alguna película para distraerme mientras comía lo que la enfermera Carmen trajo para mí.

Odio ver televisión, nunca están dando algo que sea de mi interés y eso es estresante, así que luego de lo que calculo fueron 4 minutos me decidí por ver the big bang theory que gracias a Dios estaba dando en ese momento, es una de mis series favoritas así que no dudé en dejar el canal en donde se transmitía.

Mi Mafioso DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora