⛓️23: Uniendo cabos

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Todos seguían en la tétrica sala de torturas esperando la respuesta del árabe

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Todos seguían en la tétrica sala de torturas esperando la respuesta del árabe.

Este no sabía cómo actuar sabía que si daba un paso en falso todo sus esfuerzos se irían en un abrir y cerrar de ojos, al igual que la vida de sus seres más queridos que estaban a su lado amarradas a una sucia silla llena de sangre y suciedad.

Sabía que este sería su fin, pero su familia no merecía pagar por sus errores, también sabía que esa persona enmascarada que tenía delante no le dejaría ninguna oportunidad de seguir vivo, su vida acabaría ahí, es ese lugar donde no llega la luz del sol y lo único que se respiraba era dolor y sufrimiento de muchas personas, estaba seguro de que ese lugar estaba maldito.

Se arrepintió del día en que aceptó traicionarlos por un poco de dinero como una liga barata, pero la codicia pudo más que su parte racional, él mismo se había metido en un lío en el que sabía que no tenía oportunidad de salir vivo.

Se había metido con The Ravens, la mafia más poderosa de los Estados Unidos, controlaban absolutamente todo y no le daban ninguna oportunidad a nadie, realmente se arrepentía.

¿Qué sería de ellas?

—¡No, aléjate!— gritó enfadado al ver al enmascarado acercarse a su hija.

—¿Me lo vas a impedir?— habló Eros revolviendo el cabello de la niña de una forma casi dulce.

—No le hagas nada, a ellas no...

No podría morir sabiendo que ellas murieron por su culpa, el pensamiento lo acompañaría hasta el último segundo de su vida, prefería morir el primero sin saber qué les ocurriría, era un pensamiento egoísta, pero a veces en la ignorancia estas mejor que sabiéndolo todo.

El peliblanco rió amargamente.
Agarró a la pequeña del cuello apretándole un poco.

Yilmaz enloqueció empezando como loco a intentar soltarse de la silla, no podía dejar que sufriera de esa manera, la estaba escuchando llorar y respirar agitadamente mientras lágrimas salían de su mejillas e intentaba soltarse del agarre en su cuello. La esposa por su parte no paraba de llorar en silencio.

—Porque nos traicionaste— cuestionó mientras seguía agarrando el cuello de la niña.

—Por dinero— respondió rápidamente.

Eros soltó su cuello para empezar a dar vueltas alrededor de la esposa del arabe.

—No me creo que sea solo por eso...— susurró acercando su navaja al cuello de la mujer.

—Solo fué por eso

—Mientes— sentenció clavando la punta de la navaja en la delicada piel.

—Se lo juro, no les haga nada, házmelo a mí— habló intentando sonar convencido.

—Ni lo sueñes... se que esto te duele más— añadió clavando la navaja a un costado de la mujer la cual empezó a gritar y sangrar sin ningún control.

EROS - [DETRÁS DE MÍ]  +18    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora