Iban de camino a la mansión, el coche estaba en completo silencio solo se escuchaban el pisar de las ruedas sobre la carretera, después de unos largos treinta minutos al fin pudieron visualizarla.
Armando quien estaba mirando a la ventanilla pensando en todo lo que había pasado se preguntó de repente ¿Y mi casa? ¿Y mi trabajo? ¿Mi ropa? Afortunadamente no tenía nada de valor sentimental en su casa, por esa parte estaba tranquilo, y las cosas materiales suponía que en la casa de Eros había de todo.
Visualizó como conducía por una carretera muy lejana, que prácticamente daba a la nada, estaban por una zona desierta "¿Y si en realidad me van a asesinar?" Pensó un poco tenso, miró a su derecha donde se encontraba Eros bastante tranquilo, a si que de momento descartaría esa idea... aunque bueno acaba de matar a dos personas y no se puso nervioso. "Mierda"
Después de un rato pudo ver como se adentraron a un bosque, en ese momento se puso un poco más nervioso que antes, no podía parar de mover la pierna, Eros al notar eso puso la mano en su rodilla tranquilizándolo para luego regalarle una pequeña sonrisa.
Luego de esa acción se permitió relajarse colocando su mano encima de la del menor.
Empezó a ver un gran muro rodeado de personas armadas, al ver de qué se trataba Massimo abrieron el portón y el coche pasó por un camino que llegaba al parking exterior.
Armando se quedó impresionado, esto no era una casa como se había imaginado, era una maldita mansión, el césped estaba totalmente cuidado rodeado de flores, en el centro había una gran fuente seguido de un camino que daba a las grandes escaleras de la entrada.
Cuando bajaron del coche Massimo habló.
—Te encargas de enseñarle la casa, tengo que hacer un par de cosas— informó.
—Vale, tú ve a hacerte las pajas que ya lo hago yo todo— sólto mientras agarraba la mano de Armando caminando hacia la puerta principal, el rubio negó con la cabeza mientras los veía caminar.
Subieron las escaleras hasta llegar a la puerta principal, Eros sacó de su bolsillo una llave para después introducirla en la cerradura y abrirla con algo de fuerza, ya que era demasiado pesada.
—Bienvenido a mi humilde morada— ironizó extendiendo sus brazos.
Si Wade se quedó impresionado por el exterior, más los hizo con el interior, desde el recibidor podía ver unas grandes escaleras que se conectaban al llegar arriba, estaban cubiertas de una alfombra color crema, el suelo era de mármol, miró al techo encontrándose con una gran lámpara de cristal y se podía ver los barandales rodeando todo el piso superior, se sentía como en un castillo de reyes.
—Cierra la boca que te van a entrar moscas y debería entrar otra cosa— comentó mientras lo miraba de arriba a abajo.
El ojiverde negó con una sonrisa, a veces decía unas cosas...
ESTÁS LEYENDO
EROS - [DETRÁS DE MÍ] +18
Storie d'amoreEn la ciudad de Los Ángeles residía una de las organizaciones más influyentes de la zona. No dudaban en torturar ni matar a quienes tenían la osadía de meterse en su camino. The Ravens fué heredada por generaciones, era algo sagrado para la familia...