EROS - [DETRÁS DE MÍ] +18

⛓️12: Nuevo hogar

Eros despertó cuando notó una pequeña mano en su cara, abrió los ojos viendo a Elliot con la cabeza sobre su estómago y sus pies sobre Caleb, apartó la pequeña mano de su cara incorporándose en la cama para mirar la hora.

—Son las doce de la mañana...— murmuró frotando su rostro con cansancio.

Se levantó entrando al baño, una vez terminó se colocó unos jeans efecto cuero y una camiseta de botones color vino, salió de su dormitorio para dirigirse a la cocina donde se encontró a Ana hablando con Sandra.

—Buenos días— habló dirigiéndose a la cafetera para prepararlo.

—Hola cariño ¿Qué tal la noche?— preguntó Ana acariciando la panza de Hoku.

—Pues ahí vamos, por cierto hay nuevos inquilinos— comentó terminando de hacer su café.

Sandra levantó la cabeza interesada.

—¿Quienes?— preguntó.

—Unos simplemente, trátalos bien— le habló con tono duro a la chica, cada día lo irritaba aún más, ello simplemente lo miró con algo de odio.

—¿Necesitas que te prepare alguna habitación?— cuestionó al ver tenso el ambiente entre ellos dos.

—Sí, de hecho ven Ana— infirió saliendo de la cocina, la mujer iba detrás suya hasta que llegaron al salón.

Una vez llegó se sentó en el sofá.

—Cada día estás más guapo eh— habló mirando al atractivo chico sentado.

—Lo sé, soy una belleza— respondió con burla.

—Eso no te lo niego, niño creído...— comentó dándole un beso en su frente, él soltó una risita.

—Cambiando de tema, Caleb y su hermano pequeño se quedarán un tiempo en la mansión, necesito que les prepares una habitación para los dos, si está cerca de mi dormitorio mejor— explicó bebiendo café.

—Listo, ¿Me tocará hacer de profesora?— preguntó con miedo.

—Sí— habló con una sonrisa mientras la miraba burlón.

—Er, a veces pienso que me odias, y eso me ofende— habló dramáticamente.

—A no ser... que quieras que muera un niño inocente de cinco años— amenazó disimuladamente.

—Eros ¡Por favor!— chilló regañándolo.

—A ver, no me malinterpretes, yo no quiero que le pase nada, por eso tú serás su profesora— explicó dulcemente pero en sus ojos había maldad.

—Me rindo, le daré clases al hermano de Caleb— mencionó rendida.

—A si me gusta— halagó. —prepara algo para llevarle a Caleb y Elliot—