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Despertar después de un buen sexo de toda la noche y entre los brazos de una persona especial, se hizo el pasatiempo favorito de Taehyung como el de Jungkook.
Pero en este caso, el primero en abrir los ojos fue el pelinegro, que ya estaba hace veinte minutos acariciando la mejilla blanquísima de quien lo abrazaba por la cintura, embelesándose por lo hermoso que era el menor y por los mismos ronroneos que soltaba gracias a las caricias.
Recordó el acalorado momento que tuvieron ayer, casi desconociéndose así mismo, ni siquiera estaban en celo, pero a su mente llego la edad de Jungkook y las hormonas descontroladas que tenia, aun así seguía siendo amoroso como posesivo mientras lo hacían, no tenia ninguna queja de por medio que mostrar.
Soltó una risa por eso, risa que logro despertar al Alfa que ahora se encontraba removiendose en el lugar no llegando a despegar sus fuertes brazos de la cintura del Omega.
-Buenos días, conejito- saludo el pelinegro, agarrando por las mejillas la carita fruncida del mencionado para besuquearlo por todas partes -aun estamos a tiempo, ¿quieres que te prepare el desayuno para ir a la escuelita?- hablo con dulzura.
Obviamente que Jungkook demostró su enojo al escuchar a donde debia ir, por lo que hizo un sonido de berrinche, junto a una expresión super adorable, que hizo derretir el corazón del mayor de tan solo verlo, por lo que beso una vez más su naricita para luego frotarla con la suya.
-Tienes que prepararte para ir al instituto, Jungkookie- volvió a avisarle, muriendo de ternura cuando los ojitos verdes al fin se dejaron ver.
-No quiero ir- hablo en un tono de niño malcriado que estaba a punto de llorar, por lo que se aferro con mayor fuerza al cuerpo fino a su lado y oculto su carita en aquel cuello, aspirando el aroma del Omega.
-Pero tienes que ir- lo siguió molestando, no apartándolo de su cuerpo, claro -tus padres se enojaran cuando sepan que no hago nada para evitar tus berrinches y entonces tendremos problemas- hablo con el mismo tono haciendo un puchero que fue visto por el menor que sonrió.
-¿Ya te dije que tus pucheros son hermosos, Hyung?...
-No me cambies de tema, jovencito- le advirtió con un tono enojado que fácilmente fue borrado cuando ambos se miraron con la misma intensidad hasta empezar a reír por las expresiones contrarias.
Ambos se colocaron en una posición de costado, donde sus rostros estaban completamente cerca y se podían admirar tranquilamente.
Los latidos de ambos corazones cada día eran más fuertes y ni hablar de sus lobos, que siempre rascuñaban con querer salir para tomar a su pareja, porque si, sus lobos ya tenían en mente que la persona que tenían delante suyo era de su propiedad, suyo, de nadie más.
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⌊Wᴏɴᴅᴇʀ⌉ •KookTae•
Fanfiction"𝑈𝑛𝑎 𝑠𝑒𝑛𝑠𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑎𝑠𝑜𝑚𝑏𝑟𝑜, 𝑐𝑎𝑢𝑠𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜, 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜𝑠." - Tengo defectos, ¿lo sabes, verdad?... - Pues yo pienso que eres el ser más bonito del m...