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No recuerdo en que momento llegue a estar acostada en el piso y cuánto tiempo quede casi que dormida, o tal vez hasta algo inocente. Abrí mis ojos y pude ver a dos hombres hermosos y sexys desnudos sentado en el suelo de mi habitación muy cerca de mí, los dos me miraban con una sonrisa y esas miradas que decían querer comerme.


Se comieron a besos para que pudiera verlos, provocándome como siempre lo hacen y se tocaban sin ningún pudor. Por un momento olvide que mis padres estaban en la otra habitación, la mía se inundó de besos húmedos y suspiros de placer. Mi cuerpo temblaba y podía sentir mi muslo húmedo y empapado, recordé lo que había pasado minutos atrás y mi centro hormigueo.


- Leía... - Susurra Noeh despegando sus labios de su novio – Mira el oso.


- ¿Qué? – Fruncí el ceño confundido, él se ríe de mí y yo volteo a ver el oso, está en el suelo, me levanto un poco apoyándome de mis codos para mirar bien y mis ojos se abren como huevos. – Que mierda...- Murmure, el puto oso tenia amarrado a su cintura lo que parecía ser un cintura con un pene de plástico morado, trague en seco, ahora entiendo porque sacaron el oso del sótano.


- Ven – Me extiende su mano, dudo por un momento pensando que todavía seguíamos en mi habitación y eso me estremeció, ellos tenían razón, ser descubierta me excitaba muchísimo. Tome su mano y Alan me acerca a su cuerpo, me abraza por las cinturas y me da un beso casi que de ternura y sensualidad – Sabes que ya no puedes echar para atrás – Habla sobre mis labios, tenía los ojos cerrados, Noeh me abraza desde atrás pasando sus manos por mis muslos mientras que Alan están ocupadas en mis nalgas.


- Porque? – Mi voz ya era débil, yo me sentía extasiada, mi mente solo podía pensar en sus cuerpos desnudos contra el mío.


- Este es el momento para que tomes una decisión – Habla esta vez Noeh, besando mi cuello rozando su cuerpo contra mi espalda – Puedes decidir si sigues con nosotros o esta será la última vez que lo hagamos, y así no tendrás que preocuparte tanto – Sus besos húmedos pasan a mis hombros y espalda.


- Tú tienes la decisión Leía... - Alan posa sus grandes manos a mi mejilla, mis ojos aun están cerrados, mi boca suelta jadeos debido a que aquellos sexy hombres se frontal contra mi débil cuerpo.


Recordé los comentarios de amiga Cindy, recordé lo que ellos muchas veces me dijeron, nada iba a cambiar entre nosotros, seguirá siendo el mismo cariño, yo no iba a romper ninguna relación , recordé que ellos fueron quienes me metieron en este juego y son lo que me están proponiendo seguir. Mande a la mierda todo pensamiento de remordimiento y el que podría pensar mis amigos, mis padres o Cindy sobre nuestra extraña relación, nadie más tiene que saberlo solo nosotros.


- Si... - Salió de mis labios temblorosos, labios que Alan comenzó a morder y besar con mucha sensualidad, las manos de ambos están por todas partes de mi cuerpo haciendo que flaquera varias veces, estaba sumida en el placer y mis más oscuros deseos. – Si quiero seguir, ya no me importa nada – Por un momento me reí de mi misma, hace unos minutos quería matarlos por haberme puesto en esta situación y ahora solo quiero pagar la llamas que tengo entre las piernas, espero no arrepentirme mañana sobre todo esto.


- Ya no abra vuelta atrás – Dice con un tono de advertencia.


Neologism  + 18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora