30 | De cabeza

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Raymond POV

- Edward - quería hacerlo reaccionar chasqueando los dedos en frente de sus ojos, pero era medio tarde para eso. Ya estaba medio inconsciente por los efectos de la cantidad de vasos con whisky que había bebido. Miré hacia donde él dirigía su mirada. Por supuesto, donde miraba Edward, estaba Jessica - no puedes seguir así - me volví hacia él pero era simplemente inútil. Sabía que ya no me escuchaba ni me prestaba atención. Yo simplemente iba a echarle la culpa al alcohol... porque a él le convenía.

Él empezó a caminar en dirección a ellos. Temía que se pusiera violento, pero no traté de detenerlo. Sin embargo, no despegué mi vista de él ya que sabía que estaba por meter la pata.

- ¡Ray! - me llamó Melissa. Estaba sentada en un taburete un poco más alejado de donde yo estaba. Me acerque a ella.

- ¿Tomaste? - pregunté con algo de desconcierto.

- Nop - contestó con alegría.

- ¿Qué bebiste?

- ¡Sólo agua, oh mi hermano! Sólo agua.

- ¿Por qué hablas como Alex de la Naranja Mecánica? - achiné los ojos - Espera, Melissa... ¿estás drogada? - le pregunté con un toque de sorpresa, acercándome a ella.

- Tal vez - empezó a reír.

- Mel, no te ves bien. Ya es hora de que vayas a casa, vamos, te llevo - le ofrecí mi brazo para ayudarla a bajarse del taburete, pero en vez de tomarme la mano, me chocó los cinco en señal de que negaba mi propuesta.

- No, Ray. La fiesta esta súper divertida.

- Ya veo. Sentada en un taburete sólo sonriendo y viendo a la gente bailar. Casi como Edward; ya veo por qué es tu mejor amigo.

- Somos el Team Wood, hermanito - rió.

Giré mi cabeza al escuchar gritos y al ver un círculo de gente que se abrió paso en la pista de baile.

- ¡Ey! ¡Ey! - gritó la dueña de casa con su hermana al lado. Nadie le hizo mucho caso.

Me metí en medio de toda la gente y vi que era lo que estaba pasando realmente: Edward. Sabía que iba a meterse en problemas. Estaba tirado en el piso, y al lado su hermano abrazando a Jessica.

- ¿Qué ocurrió? - pregunté, horrorizado por verlo tirado en el suelo.

Isaac se giró hacia mí.

- La besó. Empezó a decirle millones de cosas en frente mío. Pero no te preocupes, no lo golpee tan fuerte como para desmayarlo pero seguramente lo está por el alcohol.

- ¡Pero amigo, es tu hermano!

- Lo sé. Me disculparé con él mañana - y salió del círculo de gente.

Jessica se quedó con cara de no entender mucho de lo que acababa de pasar.

- ¿Estás bien? ¿No te hizo nada más?

Ella me miró con miedo y enarcando las cejas.

- Tranquila, yo no muerdo.

- Estoy bien. Por favor, llévalo a casa.

- ¡Will! - lo busqué para que me ayudara, pero cuando me fijo, estaba besándose con alguien a quien yo no reconocía. Alguien que no era mi hermana; eso es raro, pensé, seguro está ebrio.

Aaron pasó por mi lado y lo detuve.

- Tú estás consciente, ¿no es así?

- Lo estoy. Por la cumpleañera y por Collins.

Midnight Train to LondonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora