[Jessica en multimedia]
Nos sonreímos una a la otra, sin decir ninguna otra cosa, porque nuestras miradas ya expresaban demasiado. Me habían dicho que los europeos eran muy puntuales, así que llegaríamos a la una y veinte de la mañana; el hotel Covent Garden nos esperaba. Calculé que desde Folkestone hasta la capital de Londres era una hora y media y desde Calais hasta Folkestone era una hora y veinte. En resumen, a las tres de la mañana tendríamos que recorrer Londres en busca de nuestro hotel.
Nos miramos una vez más sin decir ni una palabra y decidimos que sería mejor dormir un poco, especialmente Collins, que iba a manejar dentro de un rato. No confiaba mucho en ella pero bueno, dijo que se sentía segura y que por el entusiasmo se mantendría despierta.
- Voy a poner el despertador de mi celular para que nos despierte a la una y diez, ¿de acuerdo? - dijo Jessica antes de que todas nos quedáramos dormidas.
Todas asentimos y el sueño nos ganó.
***
Yo estaba en el asiento de atrás con Jessica, cuyo celular estaba en su mano. Esa, y el sueño profundo en el que había caído fueron las razones por las cuales sentí que había un enorme parlante al lado de mi oído, con "21 Guns" de Green Day sonando con el volumen haciéndose cada vez más y más fuerte, como cada despertador decente hace. Cuando por fin caí en la cuenta de que no eran mis vecinos de Kentucky poniendo música a todo volumen y que era el celular de Jessica indicándonos que estábamos a diez minutos de Folkestone, me sobresalté. Me di cuenta que las otras todavía estaban dormidas, así que decidí tomar la iniciativa yo. El celular se encargó de despertarme a mí, por lo menos.
- Chicas - dije en un tono lo suficientemente alto como para que me escucharan - levántense, mis pequeños saltamontes. En diez minutos llegamos a Folkestone.
- ¿Significa que ahora mismo estamos bajo el agua? - saltó Jessica.
- Exacto.
- Que linda siestita que me tomé. Collins, tú, mi maldita dormilona, despierta. Es tu turno de conducir - añadió Melissa, sin protestar por haberla despertado. Si hubiera sido un día cualquiera, entonces no me hubiera hecho el más mínimo caso.
- Creo que me retracto de lo que dije - señaló Collins, sin abrir los ojos y dándose vuelta, buscando otra posición para seguir durmiendo.
- Tú vas a conducir, - la obligó Jessica - eres la única que no condujo hasta ahora.
- ¿Puedo dar mi opinión? - pregunté.
- No - dijeron las tres al unísono, malhumoradas por el sueño.
***
Después de un rato discutiendo Jessica y Melissa con Collins acerca de conducir, por fin aceptó y le cambió el lugar a Melissa. Ella iba a ser el copiloto y Collins manejaría el Ford. Yo seguía sin confiar.
A la una y doce de la mañana sentí que subíamos ligeramente, ya estábamos en tierra. Increíble, me dije para mis adentros. Y a la una y veinticuatro ya estábamos en la estación de trenes. El tren por fin paró y un parlante nos indicó que bajáramos del tren ordenadamente.
- Deséenme suerte... - dijo Collins, seguido de un suspiro.
Arrancó el auto y casi nos hace chocar contra otro auto que iba delante de nosotras.
- Perdón chicas, apreté mucho el acelerador - dijo Collins con impaciencia.
- ¿Vamos mal desde ya, eh? - dije en un susurro.
Salimos del tren con cuidado y... en fin, Collins no era la mejor del mundo manejando. En realidad, no sabría si Collins aguantaría el sueño del todo. Escuchamos algunos truenos y vimos algunos relámpagos en el camino, pero por el momento todo iba bien.
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Midnight Train to London
Novela JuvenilY aquí estamos nosotras. Tratando de seguir una vida lo más normalmente posible. La verdad es que éste último mes fue... difícil, complicado e inesperado. Cuando recuerdo nuestros meses en Londres, me agarran ganas de sonreír y llorar al mismo tiemp...