- ¿Chicos? ¿Por qué esas caras? - preguntó Jessica, quien estaba protegida por el brazo de Edward que pasaba por sus hombros.
Los tres seguíamos mirando al suelo.
- Yo... mejor me voy - dijo William con una sonrisa falsa. Se levantó y se fue directo a la entrada. Yo lo seguí.
- Will, no te vayas.
- No lo soporto, entiende, Kate. No soporto verla con otro chico. Y menos en la situación en la que estaba ella hace un rato. Si no hubiese ido, iba a ponerse mucho, mucho peor.
No entendía a lo que se refería.
- Pero...
- Ese chico quería abusar de ella, Kate. Quería abusar de ella... - cerró los ojos con fuerza - maldito hijo de puta.
Enarqué las cejas y traté de consolarlo.
- Will...
- Al fin y al cabo yo tuve razón, Ray también tuvo razón, tú tuviste razón y Melissa... ella simplemente no quiso escuchar.
Lo último que William dijo antes de pasar por la salida, fue:
- ¡Juro que lo encontraré y le daré su merecido!
Y después se mezcló entre el mar de gente.
Después de eso, me quedé mirando la entrada, y viendo cómo William se iba, con los brazos ya bajados. Me tocaron el hombro y yo me di vuelta bruscamente.
- Kate, tenemos que irnos - me hablaba Jessica.
- Sí. Ya es tarde y mañana tenemos clases.
- Ey, ¿qué ocurrió? Entre Mel y Dallas... o entre Mel y Will... o entre Will y Dallas. Lo que sea.
Sonreí.
- Nuestra hermana casi fue abusada, Jess. Eso es lo que pasó - seguía sonriendo con los labios fruncidos.
- ¿Que qué? - preguntó susurrando y abriendo bien los ojos.
Asentí y vi que se acercaban los demás. Me acerqué a Raymond.
- ¿Estás bien, lindura? - me corrió un mechón de pelo y lo puso tras mi oreja.
- Si, yo si - sonreí y puse mis manos alrededor de su cuello. Acto seguido lo besé - nos vemos mañana.
Por encima del hombro de Raymond, vi a Collins y Aaron caminando hacia nosotros agarrados de las manos. Collins tenía una gran sonrisa en el rostro, y sus mejillas cubiertas por pecas estaban coloradas. Sonreí ampliamente. Ellos llegaron donde nosotros estábamos y sus manos se soltaron.
- Bueno... ¿nos vamos? - preguntó Collins.
Nosotras tres sonreímos y sin decir nada empezamos a caminar.
***
- Lo que me están diciendo ahora mismo no es cierto - se reía Collins nerviosamente.
- Lo es - contestó Melissa susurrando.
Toda señal de gracia que mostraba Collins hacía unos segundos, se esfumaron como vapor.
- ¡Melissa! ¡No tienes idea de quién es ese chico! ¿Cómo puedes haber dejado que te hiciera eso? - le gritaba Collins.
La chica no sabía lo que decía.
- Justamente porque fue casi una violación - aclaré, como si fuese algo obvio, pero me mantenía calmada.
- ¡Lo odio! Ahora entiendo como se siente Will, ¡ya entiendo por qué te decía todas esas cosas! - gritó Collins, regañándola.
En ese momento, Melissa se quebró y escondió su cara entre sus dos manos. Jessica y yo, en el momento, fuimos a consolarla. En cambio, Collins se quedó parada ahí, con cara de arrepentimiento por lo que acababa de decir. Se notaba que trataba de verle el lado positivo al asunto.
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Midnight Train to London
أدب المراهقينY aquí estamos nosotras. Tratando de seguir una vida lo más normalmente posible. La verdad es que éste último mes fue... difícil, complicado e inesperado. Cuando recuerdo nuestros meses en Londres, me agarran ganas de sonreír y llorar al mismo tiemp...