Midnight Train to London

10 | Perdiendo la cabeza

[William en multimedia]

Me quedé mirando fijamente al piso; yo estaba de rodillas tratando de recuperar el aliento. Gracias a mi inhalador, no me desmayé completamente. Quizá lo que insinuaba Jessica no significaba nada, solamente lo dijo sin estar consciente, ni ella misma sabía lo que decía. Pero, ¿por qué habrá entrado en estado de shock? ¿Qué le habrán dicho? ¿O qué habrá recordado? ¿O qué habrá visto que le hizo acordar a tal cosa tan horrible que le hizo quedar de esa forma? No lo sabía y pensaba que nunca iba a hacerlo.

Sabía que no podía quedarme ahí afuera e irme sin haber dado ninguna explicación, pero ya estaba decidida; iba a volver al hotel con las chicas. No podía ver a mi mejor amiga de esa manera. Yo seguía de rodillas con mi inhalador a mano, cuando una mano me acaricia el pelo y me dice:

- ¿Estás bien, lindura?

Levanté la cabeza y lo miré con desprecio.

- ¡Raymond! - le espeté mientras me ponía derecha.

Él retrocedió un paso para atrás, sorprendido porque le gritaba.

- ¿Pasa algo, lindura? - preguntó, y noté una pizca de sarcasmo en su pregunta.

Me sorprendía su arrogancia. Entrecerré los ojos.

- Creo que sabes perfectamente lo que pasó. ¿Acaso no te enteraste de lo que ocurrió en Diversity? ¿Dónde estuviste? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste sola? - mis ojos empezaban a ponerse húmedos.

- Oh, Kate... - comenzó - yo nunca te dejaría sola.

- Eso es justamente lo que hiciste - susurré para que no pudiese escucharme, pero lo hizo.

Enarcó las cejas y me miró fijamente.

- Lo siento - se disculpó mientras me rodeaba con sus brazos y me besó la coronilla.

Y ahí estaba yo, apoyada sobre su fuerte pecho, sin decir nada. Lo único que quería era una explicación.

- William acaba de llamarme y me contó todo - me levantó la barbilla, en señal de que quería que lo mirara - ¿Tú estás bien, verdad?

Asentí, sin mirarlo a los ojos.

- Si, yo estoy bien. Pero es Jessica la que me preocupa. Ella... ella no lo está.

- Entonces somos dos - rió y se levantó la manga de su remera negra con el logo de Levi's.

- ¿Raymond...? ¿Qué te pasó? - reaccioné asustada al ver una enorme cicatriz en el brazo derecho de Raymond.

- No la veas, - se tapó el brazo, ocultándola - está horrible - rió.

- Por favor Ray, si quiero ser médica tengo que acostumbrarme a ver estas cosas - no le hice caso y le levanté la manga de la remera. Le llegaba desde el codo hasta un poco más abajo del hombro, era muy grande. Si no me hubiese dicho que tenía esa cicatriz, seguramente no me habría dado cuenta. Se notaba que no estaba prestando atención a nada, solamente a lo que acababa de pasar con mi amiga.

- Es por esto que tuve que irme temprano de Diversity - se señaló la cicatriz.

- ¿Pero... cómo?

- Cuando escuché el segundo tiro, empecé a alarmarme. Intenté salir de la taquilla pero cuando abrí la puerta, ahí estaba él. Un hombre con pasamontañas recorrió con una navaja suiza desde mi hombro hasta mi codo y sin decir nada, se fue. Estaba sangrando bastante y traté de hacerme un torniquete con pedazos de mi remera pero fue inútil. Por eso no tuve tiempo de salvarte, lindura mía. - me miró a los ojos.