07 | Secretos y sorpresas

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¿R...?

- ¡Russell! Se llamaba Russell - contestó por fin Rebecca.

- ¿No recordabas el nombre de tu ex novio? - le preguntó Jessica, mirándola extraño.

- No - respondió, mirando hacia todos lados menos al rostro de Jessica -. Fue hace mucho tiempo.

Las chicas se empezaron a mirar entre sí. Mientras tanto yo traté de no sospechar de nada.

- ¡Está bien! - rompí el silencio que empezaba a ponerse incómodo - No hay nada mejor que olvidar a los ex, ¿verdad, Becca? - dije, como para que dejaran de sospechar que algo nos ocultaba - Mientras más cosas olvides sobre él, mejor.

- Si - dijo con una risa nerviosa.

- ¿Cómo se apellida? Quizá nosotras lo conozcamos - le preguntó Melissa, tratando de hacer una pequeña prueba.

Cambió de tema inmediatamente.

- ¿Quieren que vaya a hacer una torta? ¿O un brownie? - y sin que contestemos "si" o "no", repuso - voy a la cocina.

Miré a mis amigas y levanté las cejas.

- Vuelvo en un segundo.

Fui a la cocina y encontré a Rebecca con las manos apoyadas en el fregadero con la cabeza mirando para abajo. Como si estuviese mareada y ese hubiese sido el único lugar para agarrarse antes de que todo su cuerpo tocara el suelo. Le apoyé una mano en el hombro y levantó la mirada. Parecía agitada.

- ¿Estás bien? - le pregunté, preocupada.

- Si. Lo siento.

- Siéntate.

La ayudé a sentarse en una silla que estaba contra la mesa. Fui hacia el refrigerador.

- ¿Quieres algo de agua? - le ofrecí como si fuera mi casa.

- Por favor.

Me acerqué a un pequeño mueble donde había platos y vasos.

- ¿Qué te está pasando? - me senté en la silla que había al frente de la suya -. Actúas demasiado raro, tanto que no puedes ni disimularlo.

- Juro que no me pasa nada. Anduve medio enferma estos días. Me baja la presión muy seguido.

La miré con inseguridad. No sabía si me estaba diciendo la verdad.

- Yo no te mentiría, Kate. Lo sabes - añadió, mirándome a los ojos.

Me refregué la cara con mi mano desde mi barbilla hasta levantar y despeinar mi cabello.

- Está bien. Te creo - dije, no muy convencida. Ahora la que decía mentiras piadosas era yo.

Sonrió. Fue hasta la puerta de la cocina y les gritó a las chicas:

- ¿Al final quieren ese brownie?

Las tres le levantaron el pulgar en señal que sí querían. Volví al living, donde estaban mis amigas sentadas.

- ¿Averiguaste algo? - preguntó Melissa.

Negué con la cabeza, seria y decepcionada.

- Alguien menos en quien confiar - Jessica susurró y levantó las cejas.

- Chicas, por favor. Denle una oportunidad. Lo que pasa es que estuvo... enferma y no se siente bien - traté de explicar. Ni yo creía lo que decía.

- Kate, por el amor de Dios. Nos está mintiendo. Hasta yo que no soy ni observadora ni muy atenta a lo que pasa a mi alrededor lo noto - Collins me miró y trató de no gritar.

Midnight Train to LondonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora