¿R...?
- ¡Russell! Se llamaba Russell - contestó por fin Rebecca.
- ¿No recordabas el nombre de tu ex novio? - le preguntó Jessica, mirándola extraño.
- No - respondió, mirando hacia todos lados menos al rostro de Jessica -. Fue hace mucho tiempo.
Las chicas se empezaron a mirar entre sí. Mientras tanto yo traté de no sospechar de nada.
- ¡Está bien! - rompí el silencio que empezaba a ponerse incómodo - No hay nada mejor que olvidar a los ex, ¿verdad, Becca? - dije, como para que dejaran de sospechar que algo nos ocultaba - Mientras más cosas olvides sobre él, mejor.
- Si - dijo con una risa nerviosa.
- ¿Cómo se apellida? Quizá nosotras lo conozcamos - le preguntó Melissa, tratando de hacer una pequeña prueba.
Cambió de tema inmediatamente.
- ¿Quieren que vaya a hacer una torta? ¿O un brownie? - y sin que contestemos "si" o "no", repuso - voy a la cocina.
Miré a mis amigas y levanté las cejas.
- Vuelvo en un segundo.
Fui a la cocina y encontré a Rebecca con las manos apoyadas en el fregadero con la cabeza mirando para abajo. Como si estuviese mareada y ese hubiese sido el único lugar para agarrarse antes de que todo su cuerpo tocara el suelo. Le apoyé una mano en el hombro y levantó la mirada. Parecía agitada.
- ¿Estás bien? - le pregunté, preocupada.
- Si. Lo siento.
- Siéntate.
La ayudé a sentarse en una silla que estaba contra la mesa. Fui hacia el refrigerador.
- ¿Quieres algo de agua? - le ofrecí como si fuera mi casa.
- Por favor.
Me acerqué a un pequeño mueble donde había platos y vasos.
- ¿Qué te está pasando? - me senté en la silla que había al frente de la suya -. Actúas demasiado raro, tanto que no puedes ni disimularlo.
- Juro que no me pasa nada. Anduve medio enferma estos días. Me baja la presión muy seguido.
La miré con inseguridad. No sabía si me estaba diciendo la verdad.
- Yo no te mentiría, Kate. Lo sabes - añadió, mirándome a los ojos.
Me refregué la cara con mi mano desde mi barbilla hasta levantar y despeinar mi cabello.
- Está bien. Te creo - dije, no muy convencida. Ahora la que decía mentiras piadosas era yo.
Sonrió. Fue hasta la puerta de la cocina y les gritó a las chicas:
- ¿Al final quieren ese brownie?
Las tres le levantaron el pulgar en señal que sí querían. Volví al living, donde estaban mis amigas sentadas.
- ¿Averiguaste algo? - preguntó Melissa.
Negué con la cabeza, seria y decepcionada.
- Alguien menos en quien confiar - Jessica susurró y levantó las cejas.
- Chicas, por favor. Denle una oportunidad. Lo que pasa es que estuvo... enferma y no se siente bien - traté de explicar. Ni yo creía lo que decía.
- Kate, por el amor de Dios. Nos está mintiendo. Hasta yo que no soy ni observadora ni muy atenta a lo que pasa a mi alrededor lo noto - Collins me miró y trató de no gritar.
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Midnight Train to London
Teen FictionY aquí estamos nosotras. Tratando de seguir una vida lo más normalmente posible. La verdad es que éste último mes fue... difícil, complicado e inesperado. Cuando recuerdo nuestros meses en Londres, me agarran ganas de sonreír y llorar al mismo tiemp...