[Jessica en multimedia]
Con esfuerzo, logré abrir los ojos y contemplé el techo blanco de un vehículo. Una ambulancia. Me senté en la camilla para lograr pensar qué era lo que había pasado, porque honestamente no lo recordaba. El doctor que me acompañaba en la ambulancia se dio cuenta y apenas me vio, agarró el botiquín de primeros auxilios y sacó un inhalador.
- Hola cielo. ¿Cómo te llamas? - me preguntó. Tenía ojos azules, cabello blanco y parecía que hacía poco que se había afeitado la barba, pero ya le comenzaba a crecer de nuevo. Parecía tener unos cincuenta años. Por lo que decía en su insignia, pude ver que se llamaba Frank Clapton.
- Kate... Kate Hudson. ¿Qué pasó? - pregunté e intenté sentarme en la camilla con un dolor intenso en mi cabeza.
Agarró una planilla y escribió mi nombre, con todo lo que me había pasado ya escrito. Lo único que le faltaba saber era eso.
- Antes de decírtelo, tengo que pedirte que lo uses - me extendió su mano, entregándome un inhalador - no lo usaste como por cuarenta y cinco minutos.
- ¿Hace cuarenta y cinco minutos que estoy en esta ambulancia? - dije, aspirando.
- "¿Estoy?", ¿No notaste a la compañera que tienes al lado?
Miré hacia la derecha, y en otra camilla al lado mío estaba recostada Jessica, pálida y con una gran herida en la pierna. Bueno, se veía sangre por encima de su vendaje, no la herida pero apuesto a que estaba muy feo.
- Jess... - apenas pude decir.
- ¿La conoces? - preguntó el doctor Clapton.
- Es mi amiga. ¿Qué le paso? ¿Qué me pasó a mí? No recuerdo nada. Solo que había mucha gente corriendo y vi que Jessica tenía una herida en la pierna... pero eso es todo. Ah, y también escuché un tiro... un arma.
- No sabemos bien quien, pero alguien empezó un tiroteo. Al tercer y último tiro, a tu amiga le dispararon en el muslo de su pierna derecha. La bala en este momento está muy adentro del músculo. Tuvimos que sedarla, estaba sufriendo mucho. Y con respecto a ti... bueno, creo que ya lo sabes.
- Me puse nerviosa y empezaron mis ataques de asma.
Asintió.
- Como el parque de diversiones queda en las afueras de Londres, nos tardamos en llegar al hospital. Pero supongo que ya estamos cerca.
Toqué mi bolsillo y encontré mi celular. Lo desbloqueé y me sorprendí. Tres llamadas perdidas de Collins, cuatro de Melissa y seis de Edward. Pero ninguna de Raymond. En ese momento sentí como si me hubiesen pegado un puñetazo en el estómago. ¿No se había preocupado por mí ni un poquito?
Como sabía que Melissa iba a estar atenta a su celular debido a todo esto, opté por llamarla a ella.
Contestó y me gritó al oído:
- ¡Katie! ¡Dios mío! ¿Están bien? ¿En qué hospital se encuentran?
- Estamos bien. Todavía no sé a que hospital nos dirigimos; no llegamos todavía.
- No nos dejaron ir con ustedes en la ambulancia, - dijo, más tranquila - nosotros seguimos en la entrada de Diversity.
- ¿No saben nada de quién fue el que comenzó todo?
- Nada todavía. ¿Jessica está bien?
Me quedé en silencio antes de contestar. Estaba decepcionada; primero tenía novio nuevo, pero después le dispararon en la pierna. Era bien raro, como si fuese un karma pero al revés; si le pasaban o hacía cosas buenas, después le pasaba algo malo. Y prometí que no iba a dejar que siga siendo así, nadie se merecería tal cosa. Pero claro, quien era yo como para evitar eso.
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Midnight Train to London
Teen FictionY aquí estamos nosotras. Tratando de seguir una vida lo más normalmente posible. La verdad es que éste último mes fue... difícil, complicado e inesperado. Cuando recuerdo nuestros meses en Londres, me agarran ganas de sonreír y llorar al mismo tiemp...