26 | Lo que perdimos en el camino (parte 2)

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[Isaac en multimedia]

Kate POV

Nuestro turno con Jessica y William había terminado. Nos sentamos en nuestra mesa de siempre. Isaac se presentó y se sentó al lado de Jessica. Se la pasaron haciéndose cariñitos y súper mimosos. Miraba a Edward de reojo y solté una risita y no faltaba su queja:

- Agh. ¿Es en serio? No quiero ver su pequeño espectáculo - dijo con cara de asco.

- No seas malhumorado, hermanito - decía Isaac mientras Jessica le besaba la cara.

- No tenemos por qué verlo. Consíganse una habitación.

- Opino lo mismo, Ed - y salta Melissa - choca esos cinco - le mostró la palma de su mano mientras sonreía.

- Team Wood - dijo Edward mientras chocaba su mano.

- Team Wood - afirmó ella sonriendo.

Estábamos riendo y hablando hasta que Raymond apareció por la puerta. No tenía sonrisa cara tan encantadora como siempre. Él se sentó al lado mío y me besó.

- Hola - frunció los labios y nos saludó a todos.

- ¿Dónde estabas? - le pregunté con cariño.

Él dudó un poco antes de contestar.

- Te tengo una sorpresa.

- ¿Una sorpresa? ¿Para mí? - sonreí, halagada.

- En realidad para las cuatro - miró al frente y dio su anuncio.

- ¿Qué es? - preguntó Collins, entusiasmada.

- No les diré. Sino, dejaría de ser una sorpresa - contestó él con una sonrisa.

- ¿Cuándo sabremos qué es? - preguntó Jessica abrazando a Isaac.

- Mañana a la mañana - dijo, no mirándola bien del todo y de manera fría.

***

- Kate, despierta - Jessica me movía.

Abrí los ojos fácilmente y me los refregué.

- ¿Qué ocurre? - pregunté con la voz ronca.

- Ray está abajo, esperándonos.

- ¿Qué? - me levanté y las vi a mis amigas cambiándose de ropa - ¿Para qué?

- Para mostrarnos la sorpresa - dijo Melissa, claramente feliz.

- ¿Y ustedes se despertaron antes que yo? Eso no se ve todos los días.

- Sí, tampoco nos despertamos a las tres de la tarde - dijo Collins.

- ¿Tres de la tarde? - me levanté del todo y me fijé en mi reloj - Wow, no nos dormimos tan tarde ayer - me puse ropa decente y me arreglé.

Al bajar, nos encontramos con la camioneta de William y Raymond en el asiento del copiloto. Nos apretamos un poco atrás, ya que la camioneta de William no era del todo grande.

- ¿Dónde nos llevan? - preguntó Melissa.

- Ya verán, ya verán. No sean impacientes - dijo Raymond con una sonrisa. Él me miró por el espejo retrovisor.

Al llegar, nos pidieron que cerráramos los ojos. Bajamos con los ojos cerrados (y la ayuda de los chicos). Para asegurarse de que no viéramos, William le tapó los ojos con una mano a Jessica, y con la otra a Collins y Raymond hizo lo mismo conmigo y Melissa.

- Pueden abrir los ojos - dijo Raymond. Ellos sacaron sus manos de nuestras caras y nos encontramos frente a una gran casa blanca de dos pisos. Todas estábamos mirando hacia arriba con nuestras bocas ligeramente abiertas.

Midnight Train to LondonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora