2 temporada: Capítulo 6: Pensando en ti

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El pequeño hobbit, susurraba con una voz tan sombría que podría llegar a helarle la sangre al Señor oscuro. Poco a poco, sus ojos dejaban atrás el recuerdo de lo que una vez fue, dando paso al renacer de la maldad, el devorador de la pureza, el aniquilador de almas.

Bilbo: Si, me las pagarás, Rey bajo la Montaña (escupió con asco, a la vez que de su mano emergía una pequeña bola de color negro, la cual, giraba a su antojo).

Sauron, se acercó sigilosamente, parándose tras su "mágnifica” creación.

Bilbo: Mi Señor, no le oí llegar, pero sentí su presencia, una hermosa aura oscura le acompaña (arrodillándose rápidamente).

Sauron: Muy astuto, a la vez que sabio hobbit, pues todo en mi es oscuridad, aunque me halaga tu admiración (acababa las palabras en delicados susurros, como si de una serpiente se tratase). Dime hobbit (éste levantó la mirada). Aún tienes sed de venganza? (el hobbit sonrío mostrándo dientes afilados).

Bilbo: Siempre Mi Señor.

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Rivendel:

Todos los enanos, aunque desconfiados, aceptaron trabajar con aquellos que juraron odiar, pues el amor por el hobbit, era más fuerte que cualquier traición.

Todos, menos un enano, consiguieron conciliar el sueño, sin embargo, el Rey bajo la Montaña, Thorin Escudo de Roble, paseaba por los hermosos caminos de Rivendel, oyendo el agua correr, mientras miraba las luciérnagas brillar y revolotear a su alrededor.

Gandalf: Curiosos seres las luciérnagas.

Thorin: Gandalf, sigilosos son tus pasos, no te oí llegar. ¿Por qué dices tal cosa?

Gandalf: ¿Sabes qué son criaturas que perciben las emociones? Se acercan con la intención de brindar paz a un corazón herido.

Thorin: Entonces, ya sabemos el porque de su comportamiento (decía mientras intentaba acariciarlas). Dime Mago, ¿cómo un alma tan buena, puede llegar a corromperse tanto?

Gandalf: Verás Thorin, la maldad, a pesar de su poder, no conoce el amor o la lealtad, por eso se apega a cualquier cosa que desprenda vida, eclipsar la luz es su única ambición, arrebatar lo que ella no tiene.

Thorin: Y nuestro hobbit nació con todos esos dones.

Gandalf: Así es, Bilbo fue forjado por el vínculo más puro, el de unos padres cuyo amor era tan fuerte que dieron su vida por su hijo.

Thorin: La Dama blanca, ¿tiene razón? (el mago le miró fijamente) ¿es posible que núnca vuelva a ser quién era?

Gandalf: Ojalá pudiera mentirte Thorin, pero Galaldriel tiene razón, aunque lucharemos para que eso no pase, llegaremos a tiempo.

Thorin: Que Durín nos ayude (Gandalf se dispuso a irse, pero una vez se giró, dedicándole unas últimas palabras al Rey bajo la Montaña).

Gandalf: Sin embargo (Thorin se volteó), no olvides que todo lo que nace muere, si con aquello que lo combates es fuerte y verdadero. Pronto lo sabrás.

Thorin: ¿Qué quieres de.....(Gandalf se había desvanecido y el Rey, dirigió su mirada hacia la creciente y brillante luna) Te encontraré mi hobbit, y te traeré conmigo.

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Mordor

Bilbo: Te encontrare Thorin, y cuando te tenga ante a mí, núnca volverás a ser el mismo.

El cambio de Bilbo BolsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora