Tal y cómo me había dicho, después de darse una ducha volvió a bajar al sótano para estar conmigo. Ahora que ya sabía la verdad, no tuvo inconveniente en responder a todas mis preguntas. Su caso siempre me había parecido extraño y con muchas lagunas a las que nadie le había encontrado explicación y fue después de ese día que lo comprendí absolutamente todo. Thomas mató a los Stein y secuestró a los dos únicos hermanos supervivientes. A Caleb se lo llevó consigo para usarlo de tapadera y a Vanessa la tenía retenida en algún lugar desconocido. No quería ni imaginar la de cosas que le habría hecho en más de tres años que la tenía en sus garras. Caleb había dicho que le prometió no ponerle una mano encima a cambio de hacer lo que quisiera con él, ¿pero era cierto? Me costaba creer que un depredador sexual como él, que había violado a varias chicas para luego matarlas, no le hubiese hecho absolutamente nada en tanto tiempo.
— Por cierto, me gustaría proponerte algo —me dijo después de que ambos nos quedáramos en silencio sin saber que decir.
Le miré a los ojos con atención a la espera de que continuase hablando. Por un momento creí que me dejaría ir, pero pronto me di cuenta de que estaba equivocada.
— Llevas meses aquí metida, estoy seguro de que te gustaría darte un baño.
Baño... Sí, por favor. Había llegado un punto en el que me daba asco a mí misma, incluso me daba vergüenza que Caleb me viera en semejante estado.
— ¿Lo dices en serio?
— Sí, si me prometes que me puedo fiar de ti, te dejaré ir a la planta de arriba para que te duches. Intentaré también conseguirte algo de ropa limpia, aunque no te prometo nada.
No podía creerlo, a estas alturas que me ofreciera algo así me parecía un auténtico lujo. Asentí con entusiasmo y Caleb me cogió de la mano para acompañarme. Supongo que no se fiaba de mí del todo y no le culpaba, si yo escapaba estaría en un buen lío.
Me pidió que mirara a otro lado mientras ponía el código y, por fin, después de meses, salí de aquel sótano. Inspeccioné todo mientras caminaba, fijándome en cada sala y en cada detalle de la casa. Había decidido no escapar de momento, pero no pude evitar quedarme con todo por si algún día cambiaba de opinión. No parecía tan difícil, sólo tenía que subir las escaleras y llegaba justo al recibidor, donde estaba la puerta principal.
Me dejó en el aseo, en la otra punta de la casa, y se fue para ver si había ropa de chica en alguna parte.
Me desvestí lo más rápido que pude, pues entre unas cosas y otras tenía el cuerpo dolorido y me costaba hacer movimientos bruscos.
Entré en la ducha y dejé que el agua cayera sobre mí. Fue lo más satisfactorio de mi vida, nunca me hubiese imaginado que algo tan normal y cotidiano me hiciera sentir así. Enseguida noté como la suciedad y los restos de sangre que tenía por todo el cuerpo se esfumaban junto con el agua. Tuve que enjabonarme la cabeza cuatro veces porque tenía el pelo tan grasiento y echo polvo que resultaba difícil que eso hiciera espuma. Se me cayó también una cantidad importante de cabello al enjuagarlo, pero al menos podría volver a disfrutar de una melena limpia y ligera.
Estuve varios minutos más disfrutando del baño, ya que no sabía si Caleb volvería a permitírmelo. O lo que era peor, si volvería a darme otro alguna vez. Si no salía de allí, Thomas acabaría matándome al final. Por mucho que yo aguantara todo lo que me hiciera, llegaría un momento en el que no podría seguir soportándolo y entonces...
Meneé la cabeza para quitarme esa idea. Tenía que pensar en el presente y dejar de comerme el tarro de esa forma. Si tenía que morir, lo haría tarde o temprano, ahora debía centrarme en cómo arreglármelas para salir de allí con Caleb y alertar a la policía. En cuanto a Vanessa... supongo que, si conseguía que detuvieran a Thomas, encontrarla y salvarla sería fácil.
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Notas de una historia
Mystère / ThrillerAlison siempre ha sido una fanática del mundo del crimen y acaba de acceder a la universidad para poder convertirse en criminóloga, pero sus planes se tuercen cuando una noche desaparece mientras iba a una cafetería. Lo único que queda de ella es su...