El sábado por la mañana se despertaron muy temprano.
Se metió a bañar Edith y al salir entró Ariana.
Mientras Ariana se bañaba escuchó a Edith hablando con alguien, tal vez era el señor William dándole los últimos detalles de la junta.
Al salir del baño solo traía la toalla alrededor, había dejado su ropa sobre la cama, no acostumbraba entrar con ella al baño.
Cuando se dirigía a la cama por ella sintió a alguien mas con ella y se detuvo en seco, se sonrojo y volvió presurosamente al baño.
Ahí estaba recargado en el tocador, cruzado de brazos, mirándola, nada mas y nada menos que el señor Edward.
— ¡Edith! — gritó Ariana, pasmada sin saber que más decir.
—Edith fue por mi padre ¿se le ofrece algo? — su tono era mordaz
— N… no metí mi ropa al baño — confesó apenada.
— ¿necesita que se la acerque? — su tono mordaz aun continuaba.
Ariana sabía que le estaba tomando el pelo
— ¿qué hago? — pensó ella, era mejor que se cambiara antes de que apareciera por ahí el señor William, — ¡demonios! ¿qué hace él aquí? — se dijo.
— Si no es molestia — dijo al fin ruborizada, ya mataría a Edith cuando volviera.
Edward miró un pulcro traje blanco con botones dorados que parecía recién planchado acomodado en la cama, lo tomó con sumo cuidado y se lo entregó en sus manos sin dejar de mirarla.
Ariana más enrojecida no podía estar, este le sonreía y no precisamente porque le agradara, la estaba molestando y eso a él parecía divertirle.
Tomó la ropa ágilmente y dio un portazo.
— Es un desgraciado — pensó para sí misma.
Al entrar Edith y el señor William a la habitación Edward ya estaba sentado pacíficamente en la pequeña salita dentro de la habitación.
Ariana por su parte estaba todavía en el baño, se llevó su cabello a un costado ya que aún no lo arreglaba y salió, apenas tomaban asiento Edith y el señor William.
Notó que Edward aún seguía mirándola, ella volteó y en cuanto sus miradas se cruzaron, ambos la desviaron enseguida.
Todavía podía sentir sus mejillas arder.
— Bien, arreglemos los últimos detalles de la junta, la proyección ya está lista y tal parece que todos firmaran hoy — afirmó el señor Edward, Ariana evitó lo posible volear a ver a su jefe mientras hablaba.
Después de un rato terminaron de detallar lo referente a la junta. El señor William y Edward salieron de la habitación.
— ¿Por qué demonios saliste de la habitación sin avisarme? No metí mi ropa al baño — le reclamó Ariana aún se sentía sonrojada.
— El señor Edward me mandó por su padre, así que salí de prisa ni siquiera me dejó explicar que tu estabas a punto de salir del baño y que tu ropa estaba afuera, perdón Ari ¡de verdad! — habló precipitadamente, se notaba apenada. Ariana sin poder reclamarle más, le sonrió, después de todo no era su culpa.
Al llegar a la junta Edwar volteó a ver a Ariana y esta volvió a ruborizarse.
¿por qué tenía que ocurrir esto en ese momento? Pensó Ariana, si siempre la ignoraba ¿Por qué no hacia lo mismo ahora? Y ¿Por qué seguía sonrojándose? No había visto nada de todos modos.
— Iniciemos la junta — sugirió Edward — señoritas — habló dirigiéndose a Ariana y a Edith — repartan los folders y las muestras de las telas por favor.Ambas chicas asintieron e hicieron lo que se les ordenó.
Al concluir la junta Mark se le acercó a Edward y le dijo algo en voz baja, este volteó a ver a Ariana y de nuevo a Mark, luego negó algo con una sonrisa fingida.
— Hola Ariana ¿cómo estás? — preguntó Mark una vez concluida la junta y todos se iban.
— Bien ¿y tú qué tal?
— Fenomenal, solo que hace mucho calor y me gustaría invitarlas un momento a la playa ¿Qué dices, les gustaría ir con nosotros? Acabo de preguntarle a Edward y dijo que hay ningún problema.
— No traemos ropa para ir a la playa — soltó Edith que se encontraba a su lado.
— No traen ropa para la cena, no traer ropa para la playa, ¿Qué? ¿acaso solo taren ropa para trabajar?
— Pues sí. Básicamente así es — sonrió Ariana.
— ¿Porque no quieren salir con nosotros?
— No lo tenemos permitido — contestó Ariana consternada.
— No queremos ir solos a la playa, pero si no quieren ir por lo menos deberían aceptar la invitación a la cena, ¡por favor! ¡No digan que no les gustaría asistir! ¿o es que eso tampoco se los permite el agrio de Edward? Él si asistirá con la hija de Marcus Maine, no veo porque ustedes no pueden asistir.
Ariana y Edith solo se miraron, así que la maldita rubia había caído.
Ya por la tarde las dos chicas se disponían a ver películas ya que no asistirían a la cena de gala y se quedarían en su habitación sin hacer nada.
Ambas bajaron a comprar unas palomitas y unas bebidas para ver películas toda la tarde, justo cuando estaban por subir al ascensor se encontraron a Mark y a David quienes ya venían de asolearse un poco en la playa, la puerta se abrió en el tercer piso, los cuatro que venían riendo de algo que estaba contando David, algo que había sucedido minutos antes en la playa.
Después cada quien tomó diferente pasillo.
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ME ENAMORÉ DE MI JEFE ( CORREGIDA)
RomanceAriana es una chica de 25 años. Trabajadora y muy responsable Un día cierra la empresa en la que trabajó durante tanto tiempo y se ve forzada a buscar un nuevo empleo. Ahí conoce al frío de su jefe, cuyo hombre tiene constantes cambios de humor. Sin...