La semana estaba saliendo de lo mejor , aquel hombre frio y prejuicioso estaba desapareciendo poco a poco, dejando ver a un hombre mas accesible y amable.
Parece que para Ariana las cosas fluían bien, el martes por la noche por fin pudo hablar con Mark y darle una explicación no muy lógica de porque quería terminar, con lo que fuera que tuvieran, algo que no interviniera con el nombre de su jefe.
El miércoles por la tarde cuando Ariana sacaba unas copias en la biblioteca, Edith entró "a sacar copias", también.
— ¿ya estas lista para el sábado? — preguntó Edith depositando los papeles en un escritorio.
— aún no estoy muy segura de asistir — Contestó Ariana dándose vuelta.
— ¿que? No me vas a dejar ir sola ¿cierto? Prometiste que irías.
— si, Pero ahí estará Edward
— creí que las cosas iban bien .
— si , pero él no me a pedido que vaya con él, ni siquiera estamos saliendo formalmente. No se si sea buena idea ir a su casa sin saber que piensa él.
— pero Samantha fue quien nos invitó ¿recuerdas?.
— pero es diferente, no quiero que él piense que lo estoy hostigando, seria incómodo.
— bien, como quieras, si no quieres ir avísame, lo que menos quiero es que te sientas incómoda.
Edith abrazó a Ariana, de algún modo tenia razón, su jefe aún no le pedía formalizar, y seria incómodo invadir su casa sin su consentimiento y no iba a obligar a su amiga.
Después de unos minutos de estar platicando sobre el tema, Edith salió de la biblioteca y Ariana continuó acomodando los papeles. La puerta se volvió a abrir , Edith olvidó algún papel — pensó Ariana, sintió como unos brazos las rodeaban y eran muy fuertes para ser de su amiga, antes de darse la vuelta Edward le besó la mejilla,
— ¿has hablado con ese idiota? — le preguntó cerca de el oído, consiguiendo tensar a la chica.
— ¿que haces? alguien puede vernos — se apartó un poco
— Edith no creo y papá salió temprano y no va a volver si no hasta mañana,
él mismo me lo dijo — sonrió desvergonzadamente.
— si, anoche hablé con Mark — le contestó seria, pues el haber platicado con Edith sobre la fiesta le había dejado algunas dudas, él seguía siendo solo su jefe, él no le había pedido nada aún, el hecho que se besaran de vez en cuando no significaba que ya estuvieran saliendo.
ella esperaba algo mas formal pero tal vez era demasiado pronto para él.
No quería ilusionarse excesivamente, quien saldría lastimada seria solo ella.
— ¿asistirás a casa el sábado? — preguntó de repente — Supongo que Samantha a eso vino, estaba emocionada con que ustedes irían — la miró a los ojos
— sí no te molesta — dijo Ariana apenada.
— ¡molestarme! ¿porqué haría eso? Así no tendré que perseguirte — soltó sin pensar.
— ¿me estas persiguiendo? — preguntó incrédula abriendo sus ojos de par en par.
— no, no es eso — se defendió — Samantha quería conocerte y el día que estuvimos en tu casa tú me dijiste que salías con Edith de compras, así que solo salí por ahí y te encontré, pero como ibas con tu amigo preferí no presentarlos.
— pero lo hiciste en el restaurante — alzó una ceja.
— si, creí que él se iría en algún momento pero no lo hizo, los hombres nos aburrimos al ir de compras ¿sabes?.
— si ya lo creo — sonrió
— por cierto te has disculpado con él ¿verdad? — preguntó acentuando esta ultima palabra.
— bueno... hoy fui a comprarle un café — desvío su mirada pero sonreía coqueto.
Ariana se cruzó de brazos y alzó la ceja, eso no era para nada una disculpa.
— que esperabas que le dijera, ¡perdóname por sentir celos de ti! No sabia que eras gay ¡No lo creo! Además estaba con dos tipos, no lo iba a hacer frente a ellos, Que agradezca que no lo golpeé cuando te guiñó el ojo el día que las llevé a tu casa.
Ariana abrió su boca perpleja ni ella lo recordaba, solo fue un gesto amistoso, ¿hasta que punto llegaba la arrogancia y los celos de Edward?.
— bueno si te conforta, hoy fui amable con él — dijo tranquilamente encogiéndose de hombros.
Ariana no tuvo mas que sonreír, con la intención de Edward bastaba.
— ¿entonces te veo en mi casa el sábado? me gustaría que conocieras a mi madre,
— si ahí no veremos — dijo sonrojada, el hecho de que Edward le presentara a su madre ya era algo, pero a la vez era razón para ponerse nerviosa.
Edward notó como se sonrojaba cosa que le divertía, se acercó a ella le sonrió y la provocó aún más.
— ¿sabes que me gustas mas cuando te sonrojas?
Hizo que Ariana consiguiera un tono más rojo en sus mejillas, como si eso fuera posible, aún no entendía porqué a su edad se sonrojara por cualquier cosa, era demasiado vergonzoso.
Le golpeó el hombro como reflejo de su nerviosismo, Edward la atrajo hacia él y le dio un cálido beso.
Para Edward se estaba volviendo costumbre besarle a cada momento, eran dulces los besos de ella, lo relajaban, era como su medicina para tener energías. Se separó de ella y se fue de la biblioteca dejándola aturdida, así es como siempre quedaba ella después de sus besos.
Cuando Ariana terminó de acomodar sus papeles salió de la biblioteca y se acomodó en su escritorio, miró de reojo a Edith, sabía que ésta la miraba .
Rodó su mirada para encontrarse con la de Edith y ésta le hizo una mueca con intención de preguntar que había pasado.
Ariana solo le sonrió y negó con la cabeza. Edith pudo descifrar que algo bueno había ocurrido en la biblioteca.
Durante la comida planearon la hora que pasaría Edith a recogerla.
El viernes irían a comprar algo de ropa Edith ya estaba contemplando de que color compraría su vestido y que color escogería para Ariana ya que ella era una enemiga de los vestidos y mas de la ropa de moda.
Terminando de comer, apenas se iba a acomodar para descansar su espalda en el respaldo de la silla cuando se asomó su jefe haciendo señas de que fuera, ambas sonrieron, pues sabían que ya era hora de su dosis.
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ME ENAMORÉ DE MI JEFE ( CORREGIDA)
RomansaAriana es una chica de 25 años. Trabajadora y muy responsable Un día cierra la empresa en la que trabajó durante tanto tiempo y se ve forzada a buscar un nuevo empleo. Ahí conoce al frío de su jefe, cuyo hombre tiene constantes cambios de humor. Sin...