Ariana se sentía mas que nerviosa al ir a lado de Edward. hacía tiempo que no estaba cerca de él y eso de cierto modo la ponía ansiosa.
No quería estar cerca de él pero al mismo tiempo le alegraba sentir su aroma, mirar su rostro, observar esa sonrisa que tanto le encantaba.
Pero no quería escuchar lo que sea que tuviera que decir, el estar confundida la hacia entender que aún amaba a su jefe.
Edward por su parte no articuló ninguna palabra, seguía manejando en silencio y su vista estaba fijada en la carretera, se notaba en su rostro el nerviosismo, tal vez estaba igual o mas nervioso que Ariana.
Ariana se preguntaba donde estaba Victoria, había hablado con ella esa mañana ¿donde se encontraba entonces? Aunque no era buena idea preguntarle a Edward por ella.
No tardó más de 15 minutos y ya estaban frente a una casa enorme, se estacionó como pudo, el lugar estaba repleto de autos, no entendía de donde llegó tanto auto si en aquel bosque no había muchas casas cerca.
Ariana se disponía a salir cuando sintió que Edward se lo impedía tomándola de la mano.
— prométeme que me darás unos minutos para poder hablar — habló serio.
Ariana se quedó contemplando, luego de unos segundos que para Edward parecieron horas. respondió.
— bien pero será después de la fiesta — respondió con voz fría quería disfrutar la fiesta y sabia que cualquier cosa que Edward quisiera decirle la pondría de mal humor, ya luego miraría la forma de escabullirse y no hablar con él, para que.
Ambos bajaron del auto y se aproximaron a la casa, ésta ya estaba llena de gente, apenas se asomaron por la abertura puerta cuando se acercó una mujer alta, regordeta, de piel blanca y mejillas rosadas.
Se lanzó a abrazar a Edward alegremente, Edward soltó un gemido y Ariana suprimió la ganas de reír pues la mujer mas que abrazar lo había estrujado.
— hola tía — Habló Edward tratando de tomar aire.
— ¡hace tanto tiempo que no te veo amor! — articuló la mujer.
Edward asintió con una sonrisa
— mamá y papá vienen en camino junto con Samantha — anunció él.
— ¿así que ella es tu chica? — dijo la tía inspeccionando a Ariana.
— bueno ella... — no terminó la frase
— eres muy linda, le interrumpió la mujer atrayéndola para abrazarla sin que tuviera tiempo de decir nada. Esta vez el que rio fue Edward y Ariana lo fulminó con la mirada.
Tras ellos aparecieron los padres con Samantha, Ariana rápidamente se alejó de Edward para ir junto a Samantha, ésta la miró y le sonrió.
Antes de que la tía la abrazara salió con Ariana hacía el jardín, una vez fuera Samantha soltó un fuerte suspiro.
— ¿que tal los abrazos de la tía?
Preguntó Samantha sonriendo desvergonzadamente.
— ¿se puede saber porque me dejaste venir sola con Edward? — le reprochó Ariana, colocando sus manos sobre la cintura.
— no era mi intención, estaba arreglando unos asuntos con papá cuando vi pasar el carro junto a mí — Samantha cambió su sonrisa, estaba avergonzada.
Ariana lo notó y no le dijo nada. Samantha tenia razón, estaba desquitando su coraje con ella y no lo merecía.
*****
Después de la ceremonia salieron al jardín donde estaban las mesas adornadas con grandes arreglos florales. En medio estaba una gran pista donde seria el primer baile de los recién casados.
Ariana se estremeció al pensar que próximamente el que estaría en el mismo lugar serian Edward y Victoria, ni siquiera lo quería imaginar, hizo un gran esfuerzo por no llorar. Se levantó disimuladamente mientras todos posaban sus miradas en los novios.
Entró al baño y no lo soportó más, no quería llorar pues arruinaría el maquillaje que tanto le costó a Samantha.
Pero sus lagrimas salieron sin pensar, todo lo transcurrido días atrás regresó a su mente haciéndola estallar, sintió la puerta abrirse y se limpió rápidamente los ojos, volteó de reojo y miró a Samantha recargada sobre la puerta.
— ¿aun no confías en mí para contarme lo que te pasa? — preguntó curiosa
— no es eso, es solo que... — dudó en hablar, Samantha había hecho lo posible por ganarse su amistad a pesar de todo, así que se sentía egoísta por no confiar en ella.
— no lo he superado ¿sabes?, estar cerca de Edward me ha hecho darme cuenta que lo quiero demasiado y si no me alejo sufriré aun más. No sé a que vino, ni siquiera sé que explicación pueda darme y no quiero darle la oportunidad de hacerlo porque no quiero escuchar algo que me duela — su mirada permanecía en el piso y sus manos se aferraban al lavabo — es por eso que desde un principio no quise escucharlo — mas lagrimas salieron, su voz se escuchaba entrecortada — le temo a lo que me pueda decir — continuó sorbiendo su nariz y tomando papel para limpiar sus lagrimas — No quiero hablar con él. Me prometí a mi misma no derramar mas lagrimas por él, pero creo que soy mas débil de lo que pensé, observó a Samantha y simuló una sonrisa.
Mientras limpiaba nuevamente sus lagrimas.
Samantha no dijo nada solo la abrazó con fuerza, sabía en el fondo que su hermano estaba sufriendo igual por no estar cerca de ella pero eso era algo que tenia que arreglar él.
Cuando se calmó un poco salieron del baño, además de que unas mujeres ansiosas entraron y ya no pudieron hablar.
Se encontraron con la novia y Samantha aprovechó para presentársela a Ariana. Tenia rasgos parecidos a Samantha ambas tenían cara de niñas a pesar de su edad.
Además del parecido en el rostro, su sonrisa era igual de contagiosa, también expresaba cierta timidez.
Cosa que Samantha pocas veces expresaba.
Aunque aveces hacia cosas sin pensar las hacia por el bien de su hermano, claro, como el decirle donde estaba ella.
Después de dos horas de fiesta, Samantha se le perdió a Ariana entre la gente, había comenzado a llover y todos los invitados tuvieron que ingresar a la casa, menos mal que esta era enorme. Y había cavidad para todos.
Eso no fue impedimento para que todos comenzarán a bailar, la fiesta había continuado y la gente se encontraba relajada bailando.
Un chico muy apuesto se acercó para invitarla a bailar, estaba a punto de aceptar pero sabia que Edward estaba por ahí en algún lugar y conociéndolo. Aunque no tenia ningún derecho de reprocharle nada, pero aun así simplemente se negó.
La detonación de un arma resonó por toda la casa y todo el mundo se puso histérico, todos comenzaron a correr sin un lugar en común, buscaban las salidas escandalizados.
Ariana de quedó estática sin saber a donde correr, miraba para todos lados sin reaccionar.
Reaccionó unos segundos después, comenzó a buscar a Samantha y a sus padres con la vista pero no los encontraba, ni siquiera Edward se miraba por ningún lado. Ahora no sabia para donde correr.
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ME ENAMORÉ DE MI JEFE ( CORREGIDA)
RomanceAriana es una chica de 25 años. Trabajadora y muy responsable Un día cierra la empresa en la que trabajó durante tanto tiempo y se ve forzada a buscar un nuevo empleo. Ahí conoce al frío de su jefe, cuyo hombre tiene constantes cambios de humor. Sin...