capítulo 21descanso

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Entraron unos rayos de sol por entre las cortinas de la ventanilla del autobús donde Ariana viajaba.
Despertó gracias a los rayos que le daban en el rostro. Se frotó los ojos y pasó los dedos entre su cabello para acomodarlo un poco.
Miró hacia su lado, por suerte iba sola en el asiento, suspiró aliviada, hablaba dormida y no sabia que tanto susurraba mientras lo hacia.
Edith algunas veces le decía lo que le escuchaba decir, al igual que su madre.
Miró por la ventanilla, se alcanzaban a ver unos grandes bosques mojados,
unos pinos enormes destilando agua, recién había lloviznado, perfecto, ella sufriendo y el clima no ayudaba mucho.
Dos paradas más y ya estaba en su destino, bajó del autobús, y se sentó a esperar un taxi, éste no tardó mucho en llegar, en realidad no estaba muy lejos de la casa de sus padres pero el equipaje era un problema, sus maletas eran pesadas y la terracería estaba mojada por la lluvia, menos mal que ya había parando de llover.
Al llegar a casa tocó el timbre varias veces, esperaba que su madre estuviera en casa. su padre trabajaba en una compañía. Era arquitecto. Su madre por su parte atendía una tienda de antigüedades, así que la mayor parte del día estaba en la tienda, talvez tendría que ir a buscarla allá.
Por fin la puerta se abrió, su madre al verla se arrojó sobre ella para abrazarla, hacía mucho tiempo que no se miraban talvez desde... sí!. Desde el accidente de Ariana.
— que gusto tenerte aquí amor — dijo su madre sorprendida.
— pero pasa,  afuera hace mucho frio — caminó hacia la cocina y la hizo tomar asiento, le preparó un café y se preparó uno también, a diferencia de el lugar donde vivía Ariana, este lugar era completamente diferente, era muy frío.
— y dime amor ¿ porque has venido? ¿ha sucedido algo? — inquirió preocupada.
— no, esta todo bien, solo he tomado unas vacaciones — contestó sin mirarla
Su madre esperaba otra respuesta, por lo que Ariana sorbió su café y bajó su mirada,
— no es nada malo, prometo contártelo todo ¿sí? pero ahora no — la miró con tristeza.
— esta bien vamos a mostrarte tu habitación — dijo su madre resignada.
La llevó a una habitación en la planta alta, una grande a diferencia de la que tenia en su casa, contaba con un closet enorme y un baño, una recamara completa y un espejo de cuerpo completo que se encontraba al entrar a la habitación, a un lado de su buró estaba un ventanal con unas cortinas color perla que se ondeaban con el viento, lastima que estuviera haciendo tanto frio y ahora estuviera nublado, estaría perfecto abrirlas en un día soleado, pensó antes de que su madre las cerrara.
Dejó la maleta sobre la cama y su madre le dio su espacio mientras desempacaba, cuando terminó de acomodar las pocas cosas que traía, se dio una ducha y bajó a la sala, entró a la cocina, salió al jardín y volvió a entrar a la casa pero su madre no estaba, volvió entrar a la cocina a tomar algo del refrigerador y ahí estaba un recado.
Tuve que ir a abrir la tienda, en el horno hay algo de pasta, si gustas puedes descansar o bien venir a la tienda a distraerte un poco. Hay una chica de tu edad, podrías llevarte bien con ella.
Te espero. Mamá.
Ariana sonrió, su madre era muy comprensiva y le daba su espacio, pero sabía que por dentro estaba muy preocupada.
Comió la pasta del horno y se fue a la habitación pero no estaba cómoda,
tal vez era mejor ir a la tienda a distraerse, no quería pensar en nadie, esa era la idea al salir de su casa.
*********
El miércoles por la mañana estaba en la tienda platicando con Nadia, la chica que ayudaba en la tienda. no se vendía a diario pero a su madre no le gustaba estar en casa y Ariana y su padre habían decidido que al menos ahí podría estar bien.
Habían pasado apenas 4 días y se llevaba muy bien con la chica.
Pensándolo bien Ariana no tenia amistades, antes de conocer a Edith sus antiguas compañeras eran eso, simplemente compañeras de trabajo,
extrañaba a Edith, también a Samantha, era una de sus amigas ya, y su hermano, no, no debía pensar en él.
****
El sábado por la tarde, Estaba acomodando un reloj viejo, aún seguía en funcionamiento, observaba como salía una anciana de un lado y un anciano del otro para acercarse al centro al sonar la hora.
— ¿que precio tiene ese viejo reloj? — preguntó una voz muy conocida para Ariana.
Giró su vista para encontrarse con la de su mejor amiga.
— ¡Edith! — gritó Ariana,
Edith le sonrió y se acercó para abrazarla apenas 8 días sin verse y ellas ya se extrañaban.
Ariana la llevó a casa de sus padres y le ofreció un chocolate caliente, hacía frio y comenzaba a llover.
Estaban en la habitación, Ariana le platicaba sus vivencias en casa de sus padres, su padre no pasaba mucho tiempo en casa, tenían una construcción que era prioridad y tenían que entregarla cuanto antes.
Y con su madre platicaba durante el día, había quedado de ir a comer a casa de Nadia pero con la lluvia talvez no podría salir. y si Edith estaba de visita estaría con ella platicando durante toda la noche tal vez.
— ¿como supiste que estaba aquí? — preguntó Ariana curiosamente.
— llamé a tu madre porque tú no contestabas el teléfono, estaba preocupada — la miró he hizo un gesto y prosiguió — tu madre fue muy amable, me dijo que estabas aquí y le pregunté si podría venir a verte, deseaba que no te molestaras por venir sin avisarte, este lugar es muy agradable, es un poco frio y lluvioso pero le da cierto...
— hace que te sientas cómoda — intervino Ariana.
— cierto — sonrió — esta muy solitario y no transita tanto automóvil —sí, así es — respondió Ariana devolviéndole la sonrisa.
— sabes — aventuró Edith — Edward estaba bastante angustiado y...
— no quiero hablar de eso — la interrumpió.
— se que no quieres saber de él, imagino que por algo te viniste para acá, pero creo que no lo has entendido, ¿al menos dejaste que te diera una explicación?
— no necesitaba ninguna — refunfuño .— ¿a ti te dijo algo? — Preguntó ansiosa.
— no, pero se le miraba angustiado. Todos estos días no ha dejado de preguntarme por ti, anda de aquí para allá.
— ¡se va a casar Edith!, anunciaron su matrimonio — Ariana sentía su corazón agitarse.
— lo sé pero lo noto raro, sé que algo sucede, tal vez si hay una explicación para todo esto, él me ha pedido que hable contigo, que te pida que regreses, que lo dejes hablar.
— ¿así que a eso has venido? — se burló cruzándose de brazos
— sabes que no es por eso — la miró ofendida .— quería verte, saber como estas.
— sus explicaciones no tienen importancia ¡se va a casar Edith!
— lo sé Ari, lo sé, pero... — se calló, era cierto!, Edward no lo negó en ningún momento, ni siquiera a ella cuando le pidió hablar con Ariana, nunca le dijo que no se casaría, entonces ¿para que quería hablar tan precipitadamente con su amiga? ¿acaso no era mejor dejar las cosas así? ¿No era mejor dejar de hacerla sufrir?.
Miró a Ariana que lentamente se secaba las lagrimas que salían desde que dijo que Edward se casaba. la abrazó fuertemente, en ese momento se arrepintió de todo lo que le dijo de Edward, solo le había dado falsas esperanzas, por culpa de ella su amiga estaba llorando. No debió de mencionarlo en primer lugar.
— perdón Ari, no debí decirte nada.
— está bien Edith — le susurró con la voz entrecortada.
Ariana soltó todo lo que había reprimido en su pecho toda la semana, no quería que nadie la viera llorar, pero en ese momento no le importó, le dolía, y al sentir el consuelo en los brazos de su mejor amiga, se desprendió de todo su dolor.


ME ENAMORÉ DE MI JEFE ( CORREGIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora