Ariana se levantó no muy temprano ese día ya que Tendría ir a casa de sus padres y explicarles porque tenía que regresar a su trabajo y de paso llevarse Percy con ella.
Edward ya estaba en la cocina junto con Samantha desayunando unos huevos revueltos con un café y pan tostado, los que se encargaban de hacer el aseo llegaron a primera hora a hacer sus deberes.
Se sentó a un lado de Edward éste el esbozó una sonrisa y Samantha salió un momento disculpándose porque tenía que ir a darse una ducha, Ariana se percató que era una excusa para dejarlos solos, cosa que agradeció.
—¿ quieres que vaya contigo a casa de tus padres? — preguntó expectante tomándola de la mano.
— no, no hace falta, aún tengo que pensar cómo explicarles porque regresaré a la ciudad.
— ¿Ellos saben sobre mí? quiso saber
— si, bueno... solo mamá — respondió después de pensarlo un segundo.
— ¿no te gustaría que habláramos con ellos?
— Dame tiempo no sé cómo lo tomarán, y más mamá, no estoy segura que acepte, no después de que le contara sobre lo ocurrido.
— ¿ tan mal me has dejado ante ella? Cuestionó fingiendo incredulidad
— no se lo he contado todo, sí es lo que piensas... es sólo que no quiero que haya conflictos ¿entiendes? — sonrío
— bien asegúrate de arreglar tus asuntos, recuerda que el martes te tienes que presentar a trabajar si no quieres que tu jefe se enfadé y te de despida — dijo imperiosamente luego sonrió y se levantó de su asiento se acercó Ariana y le depositó un beso para después salir de la cocina.
Ella se levantó de su silla y se fue a su habitación a arreglar sus maletas, cuando estuvo lista salió de su habitación encontrándose con Samantha que estaba apunto de tocar la puerta.
— ¿ lista para irnos a casa? preguntó.
Ariana asintió y ambas bajaron las escaleras con menuda tranquilidad, Edward que estaba sentado en la sala esperando a que las chicas bajaran pidió a un señor de mediana edad que pusiera las maletas en el carro de Samantha ya que ella Se encargaría de llevar a Ariana a casa de sus padres.
Él por su parte tenía que irse la ciudad para ponerse al corriente en su trabajo.
Se despidieron con un largo beso, Ariana quiso apartarse en seguida pues Edward la había besado sin importarle que Samantha se encontraba frente a ellos — Edward y sus arranques — dijo Samantha.
Subieron cada uno su carro, Samantha no paró de hablar en todo el camino sobre lo contenta que estaba por la noticia de Edward, éste le había dicho que no volvería con Victoria, ya que casi todo había sido arreglado con la compañía, sólo se mirarían una semana más, pues Samantha tenía que regresar a Los Ángeles para asumir su puesto en la compañía.
Cuando por fin arribaron a casa de sus padres, como era de esperar su casa estaba vacía, su madre ya había salido rumbo al su local.
Bajaron las maletas y Ariana abrió la puerta con un duplicado que estaba dentro de una pequeña maceta que colgaba en el pórtico de la casa, entraron y colocaron las maletas en la habitación qué días antes le había designado su madre, se dejaron caer de peso completo sobre la cama, el viaje duró tres horas y estaban algo cansadas además de la desvelada, un largo rato de dormir las dejo satisfechas, sin embargo, Ariana seguía preocupada, tenía que hablar con sus padres sobre su relación con Edward Aunque en sí, aún no era una relación, él jamás le pidió nada ¿porque nunca le había pedido que fueran algo?, él sólo lo asumía pero nunca se lo preguntaba.
Un ruido en la planta baja las hizo levantarse, Ariana bajó rápidamente al encuentro del que estaba segura que era su madre, y si, era su madre, al verla se sorprendió no estaba segura cuando iba a regresar sabía que era sólo un fin de semana pero aún así no estaba muy segura de su regreso.
— ¿ Cómo te fue? ¿ te divertiste?- preguntó rápidamente.
— sí madre lo disfruté mucho pero, hay algo de lo que debemos hablar — dijo con un tono de preocupación, haciendo que su madre se preocupara más.
Samantha bajó y se adentró a la cocina donde estaba Ariana y su madre tomando agua, había cierta tensión en la cocina y Samantha decidió dejarla solas, Así que sólo saludó a la madre de Ari y salió regresando a la habitación.
— ¿ qué hace ella aquí? ¿creí que regresaría a la ciudad, o se quedará aquí más días?
— No, eso es de lo que quiero hablar — soltó un suspiro y comenzó a hablar.
— ¿te acuerdas que te había platicado sobre su hermano, mi jefe?
— sí — contestó su madre con cierta duda en su mirada.
— bueno resulta que por casualidad lo encontré, este fin de semana la prima de Samantha se casó y su fiesta fue cerca de donde está situada la casa de la familia Cloete, así que asistimos todos juntos, hubo problemas, un tipo llegó a la fiesta y soltó un par de tiros y Edward me llevó a casa de sus padres, hablamos, arreglamos los malos entendidos y al parecer las cosas quedaron bien.
Su madre la miraba sorprendida sin entender siquiera una palabra de todo lo que su hija había parloteado, lo único que alcanzó a entender fue:
fhjiihbvddxcehijb&fdddhhrik las cosas quedaron bien.
— A ver hija respira, Explícame bien porque no entendí "NADA".
Ariana tomó una bocanada de aire y explicó calmadamente cosa por cosa hasta que su madre terminará por comprender.
Su madre no muy convencida apoyó cualquier cosa que su hija eligiera después de todo ya no era una niña, no obstante su preocupación seguía ahí.
días Antes había visto sus ojos rojos, sabía que estaba sufriendo.
Cuándo terminaron de hablar Ariana subió a la habitación encontrando a Samantha haciendo sus maletas nuevamente para ambas salir ese mismo día cuando terminaran de comer.
Después de comer y de una larga charla con la madre de Ariana, salieron del domicilio y del pueblo. pararon un poco a descansar por la orilla de la carretera, de casa de Ari a casa de sus padres hizo toda una noche en autobús, calculando la hora llegarían en 5 horas en auto.
A las 11 de la noche estaban llegando a casa de Ariana, acomodaron las maletas y en la entrada Se colaron a la cocina dónde no había nada para comer, puesto que Ariana salió un viernes sin siquiera haber hecho las compras, de todas maneras no pensaba regresar en mucho tiempo, así con lo que encontraron en la alacena hicieron lo que pudieron, unas latas de frijoles fue lo que pudieron encontrar y unas tostadas, optaron por comérselas, estaban muy cansadas para salir a comprar algo para cenar.
Ariana por suerte encontró unas latas con comida para gato y las vertió en la cacerola pequeña de percy.
— este viaje Me dejó molida creo que mañana no me levantaré en todo el día — dijo Samantha lastimosamente sobando sus brazos y sus hombros.
Ariana sonrió y le propuso descansar por esa noche en su casa ya mañana podría regresar a la suya, Samantha aceptó agradecida la invitación pues no tenía intenciones de manejar más por esa noche, se acomodaron en su cama y sin decir nada, se quedaron dormidas.
El martes por la mañana Ariana se levantó silenciosamente y se duchó, tomó uno de sus acostumbrados trajes y se colocó unos zapatos de piso, se lavó los dientes y salió de su casa dejándole una nota a Samanta
avisándole que se iba a trabajar.
Su cara de sorpresa no podía compararse con nada en este momento, Edith estaba más que asombrada al ver a Ariana entrar en la oficina con su atuendo de trabajo, corrió rápidamente a abrazarla, hacía una semana que no la veía pero para ella parecían meses al igual que para Ariana.
— ¿quién te convenció de que volvieras? — preguntó ilusionada.
Apenas iba a pronunciar la primer palabra cuando Edward apareció por la puerta de la oficina, ambas se quedaron en silencio, Edward entró y saludó a Edith luego con toda tranquilidad se acercó a Ariana y la atrajo hacia él, le depositó un beso suave, se separó, le brindo un Buenos días y entró a la oficina sin decir nada más.
Ariana miró sonrojada a Edith, está la miraba sorprendida y con una sonrisa divertida en su rostro, sabía que tenía mucho que hablar durante la tarde.
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ME ENAMORÉ DE MI JEFE ( CORREGIDA)
RomanceAriana es una chica de 25 años. Trabajadora y muy responsable Un día cierra la empresa en la que trabajó durante tanto tiempo y se ve forzada a buscar un nuevo empleo. Ahí conoce al frío de su jefe, cuyo hombre tiene constantes cambios de humor. Sin...