Ambos llegaron a casa empapados a más no poder. Después de haber aclarado todo lo sucedido.
La madre de Edward en cuanto los miró entrar se levantó de el sillón y entró a la habitación, un minuto después salió con dos toallas y se las extendió.
— será mejor que se den un baño para que no se resfríen — sugirió.
Edward se quedó en su sitio esperando que su madre le dijera algo más.
—tu padre ahora mismo está al teléfono con tu prima, ella le está explicando lo que ocurrió, dense un baño y descansen ya mañana hablaremos — dijo su madre mientras frotaba la toalla en su hombro.
Edward asintió y le hizo una seña a Ariana para que lo siguiera.
— con...con permiso y buenas noches — exclamó Ariana castañeando los dientes. Su boca estaba morada y su cuerpo temblaba de frío
Samantha y su madre le regalaron una sonrisa. Ariana dio vuelta sobre sus talones y siguió a Edward escaleras arriba.
Ariana entró a su habitación para poder darse un baño caliente, pero no entró sola, Edward entró tras ella para después cerrar la puerta detrás de él.
— ¡¿que haces?! ve a tu habita... no terminó de decir la frase cuándo Edward la giró para atacar sus labios. No era un beso suave, era mas bien un beso desesperado, casi podía notar la lujuria, se separó de ella y la arrastró al pequeño baño.
— ¡Edward aquí están tus padres!
— ellos están abajo — susurró,
Su mirada estaba cargada de lujuria.
Abrió la llave del agua y arrinconó a Ariana sobre los azulejos del baño, tomando con una mano ambas muñecas a la altura de la cabeza,nuevamente besándola.
Sus besos se suavizaron a medida que avanzaba con su mano libre sobre su cabello, se deslizó lentamente sobre su cuello y siguió descendiendo sobre su espalda, deshaciéndose del cierre del vestido y el broche de su sostén.
Ariana soltaba pequeños gemidos al contacto de sus dedos. Él hombre sabía como nublar por completo sus sentidos.
Edward comenzó a depositar besos sobre su mejilla, su oreja, su cuello y su clavícula, soltó sus manos para poder quitar el vestido, este se deslizó hasta la altura de su cintura, mientras atacaba nuevamente sus labios.
volvió a tomar sus manos sobre su cabeza, mostrándole una sonrisa coqueta. Volvió a besar su cuello y con su mano libre rozaba las manos de su chica poco a poco bajando hasta tocar sus senos.
Ariana soltó un gemido . Ya podía sentir un bulto en los pantalones de Edward y su cuerpo reaccionó ante esto pegándose a él, haciendo movimientos coordinados.
Edward se deshizo de su camisa, de sus pantalones y de pasó termino quitando el estorboso vestido, quedando solo en bóxer y Ariana solo en bragas, posicionó a Ariana sobre su cintura y Ariana lo abrazó con sus piernas, lamió delicadamente cada uno de sus pezones haciendo que estos se pusieran duros y se tornaran en un color café oscuro, besaba uno y al tiempo tocaba el otro, Ariana enredó sus dedos en los cabellos de él mientras seguían con el vaivén de sus cinturas.
El agua tibia caía sobre sus cuerpos, dejando gotas sobre sus espaldas. La tenue luz de el baño le daba confianza a Ariana que aun no se deshacía de su timidez.
Edward bajó a Ariana sobre sus pies , deslizó su mano tocando cada parte de su cuerpo mientras la besaba, bajó su mano rozando sus senos, su estomago, su ombligo para después adentrarla sobre sus bragas, haciendo que Ariana gimiera de placer. Abrió un poco sus piernas para que él tuviera un mejor acceso a su parte intima.
Ariana sabia que si seguía tocando así, hasta sus padres se darían cuenta de lo que estaba sucediendo en ese baño, pero Edward no se detenía y tampoco quería que lo hiciera, su cuerpo estaba experimentando un placer indescriptible. Edward abandonó su parte quedando ésta mas caliente.
Se deshizo de sus bóxer, se posicionó entre sus piernas y poco a poco penetró la cavidad de su intimidad. Sus movimientos eran lentos y rítmicos. salió de ella y la giró quedando ella de frente a la pared. Volvió a penetrarle con un poco más de fuerza.
Siguiendo con sus movimientos rítmicos. Menos mal que Ariana no traía sus uñas largas, de ser así las hubiera quebrado en el azulejo en su intento por rasgarlo. Las manos de Edward viajaban de su espalda a sus pechos mientras besaba cada parte que estaba a su alcance.
Los gemidos que salían sin querer de los labios de Ariana llenaron el pequeño baño. Ya estaban al limite los dos. Ariana tapó su propia boca ahogando el gemido de placer que se le escapó mientras era liberado su orgasmo.
Después de terminar de ducharse ambos salieron envueltos en unas toallas. Edward depositó un beso en los labios de Ariana para después dejar la habitación, pues su ropa estaba en otra habitación. Antes de salir revisó ambos lados del pasillo y luego se adentró a su propia habitación, no sin antes giñarle un ojo a Ariana.
Ariana secó su cabello y se colocó una pijama que Samantha le había prestado. Una blusa de tirantes y un pequeño short. Dudaba en ponérselo, extrañaba sus pantalones y su sudadera.
Se metió a su cama para poder dormir, había sido una noche muy ajetreada.
Tocaron la puerta pero como olvido poner el seguro, quien quiera que fuera podía entrar, entonces dio permiso para que entrará.
No fue sorpresa ver entrar a Edward quien ya se había colocado un pantaloncillo de deporte.
Ariana se preguntaba cuando asistía al gimnasio para hacer esos pectorales y esos grandes músculos en sus brazos, ella también asistía al gimnasio pero su cuerpo era diferente, estaba embobada como adolecente mirando su formado cuerpo. Edward sonrió coquetamente percatándose de la mirada de Ariana.
— Podrás disfrutar de él toda la noche cariño — dijo Edward sonriendo con lujuria.
Ariana se sonrojo, no sabia si era porque Edward se había dado cuenta de que estaba mirando su cuerpo o por el hecho de que la había llamado cariño. Una palabra que creyó que jamás saldría de la boca de Edward.
Edward se colocó a su lado sin preguntar si podía pasar la noche en su habitación. A ella tampoco le molestaba ese hecho así que se recostó de lado dándole la espalda para poder dormir, pero Edward abrazó su cuerpo y se pegó mas a su figura.
Ariana sintió el bulto de su pantalón en su trasero y pudo deducir que seria
una larga noche . Al día siguiente celebrarían su cumpleaños y ella tendría ojeras bajo sus ojos pero era algo que valía la pena.
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ME ENAMORÉ DE MI JEFE ( CORREGIDA)
RomansaAriana es una chica de 25 años. Trabajadora y muy responsable Un día cierra la empresa en la que trabajó durante tanto tiempo y se ve forzada a buscar un nuevo empleo. Ahí conoce al frío de su jefe, cuyo hombre tiene constantes cambios de humor. Sin...