Capítulo 9

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Capítulo 9



Mientras más tardaba en tomar una decisión sobre la propuesta de Jeff la gente creaba más rumores de lo sucedido la noche del viernes en casa de Mónica McCain. Lo siguiente que se supo de esa fiesta fue que la pelea inicio por mi culpa, al parecer la gente solo sabía abrir la boca y señalar a otros sin saber lo hechos, sin investigar, solo acosar y crucificar a otros. No era equivocado, Jeffrey había iniciado esa pelea por mí, pero los motivos eran errados; ya que al parecer catalogaron aquel enfrentamiento como un ataque de celos de Jeff, nadie parecía hablar de que estaban atacándome. La gente decía cosas muy locas.

En fin, solo había mentiras y verdades decoradas con malicia. Agradecía estar a unos meses de mi último año, porque la escuela siempre había sido un infierno.

Había pensado lo suficiente, pero aún estaba algo perdida y no era como si pudiera tomarme el lujo de hacer esperar a Jeff, los chismes no se detenían, él tenía razón; estando sola iban a comerme viva. Así que hice lo que vi más sensato en ese momento: le pedí ayuda a Félix, ya que no podía contarle de nuestro trato a nadie, ni siquiera a Lina y André. Siendo Félix alguien que no me conocía se me hizo más fácil.

Félix: deberías hacerlo, es un buen trato.
No veo el problema, además así no se meterán contigo. Es perfecto.

Esa fue su respuesta.

Decir que sus palabras no me convencieron seria mentira. Ya lo sabía y lo había tenido en mente pero, como en todo, siempre necesitaba una opinión para estar segura. Estaba decidida a hacerlo, era mi última opción y no perdía nada con intentarlo.

Había intentado hacerle ver al director que la gente me estaba molestando, pero fui ignorada. Mi madre no pisaba la casa en días, si lo hacía era cuando estaba en la escuela o dormía, no sabía de ella desde el viernes. Así que no contaba con el apoyo de un adulto responsable, ni siquiera los profesores se metían en el tema; alegando que esas cosas sucedían siempre y que pronto todo se olvidaría. Aquello me llenaba de cólera. Los únicos que me daban una mano en el asunto eran André, Lina y Jeff, había hecho las paces con mis mejores amigos y comenzamos a salir los cuatro juntos, Jeff a regañadientes, pero lo hacía.

Un mensaje suyo dispersó mis pensamientos por completo.

J: ¿Pensaste en mi propuesta?

El mismo se registró de aquella forma.

Camille: Si.

J: Espero sea un sí.
Así le parto la boca de un puñetazo al próximo que abra la boca.

Camille: ¿Solucionas todo con violencia?

J: Se podría decir que si…

Camille: ¿Eres alguna especie de autoridad temida y no lo sabía?
¿Acaso te tienen miedo?

J: Te sorprenderías, chica…
dime si aceptas o no.

No podía creer que dijera justamente lo que había pensado que diría.

Camille: Está bien, hagamos esta tontería.

J: Es doloroso oír que llames tontería a algo tan serio como nuestra amistad.
Venga sal, que estoy esperando fuera.

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