Capitulo 13

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CAMILLE

En cuanto vi su rostro cada parte de mi actuó con sorpresa, ya que había sido inesperado pero a la vez no. Aun así había conseguido volver a hacerme reír y con su versión de los hechos extinguido la llama danzante que mi madre había avivado con su opinión. No estaba molesta, después de todo no me había dejado colgada por que quisiera, solo tuvo problemas con la batería, no lo hizo a posta. Esperaba que no hubiera sido de aquella forma y me haya mentido.

No tenía espacio en la mente como para ponerme a cuestionar su versión de la situación, no tenía como desmentirlo y tampoco quería hacerlo. Mis pensamientos eran consumidos por él, pero por su rostro y no sus palabras, simplemente no podía dejar de imaginarlo riendo, enojándose, o incluso estando aburrido. Nunca me había detenido a imaginar sus expresiones con detalle, en realidad había imaginado una idea vaga de su persona solo para hacerme la idea de él.

No importaba como se veía, sino por cómo me hacía sentir hablar con él. Indiscutiblemente se había vuelto alguien parte de mis días, sus mensajes eran como una vieja costumbre que no podía olvidar. Se sentía muy bien, era divertido y reconfortante, no teníamos ningún problema en los temas de conversación y con él podía hablar de tantas cosas que parecíamos no tener un límite.

Me gustaba compartir nuestras ideas, tener debates, comentar películas y ver algunas juntos, intercambiar dudas existenciales o simplemente hacernos compañía durante el transcurso aburrido del día.

Solo dejaba de hablar con él cuando estaba con mis amigos, aunque a veces se me olvidaba esa regla y respondía sus mensajes donde sea que estuviera. Ni a André ni Jeffrey parecían molestarles, nunca preguntaban al respecto y solo trataban de llamar mi atención.

Lina, por otra parte, de ella sabía poco y nada. A veces nos veíamos pero no era lo mismo, ya no me sentía cómoda con ella. No podíamos hablar como lo hacíamos antes, simplemente sentía que no me escuchaba y que pasaba de mi, pero ahí estaba yo, intentando salvar nuestra amistad a como diera lugar. Había minimizado mi enojo, también dejado de lado las palabras sabias de mi madre para solo centrarme en el perdón. Me había quedado con la idea positiva.

Perdoné a Félix por el simple hecho de que no fue su culpa y por qué era una tontería, pero Lina no tenía justificación, ella solo decidió ignorar mis palabras y hacerme sentir de esa forma. ¿Por qué la buscaba entonces? Simple, porque era mi mejor amiga y habíamos compartido la vida, era como una hermana mí y, como bien mi madre había dicho, no podía dejar que tontas peleas nos separaran.

Así que ahí estaba otra vez, teniendo que reprimir mi frustración y entenderla, aun cuando ella no lo hacía conmigo. Tenía que hacerlo, las mejores amigas se entienden, esa era mi única excusa y estaba bien, para mí lo estaba.

Lina: ¿Nos vemos en donde siempre?

Tengo noticias :D

Ese había sido su mensaje, al cual había respondido positivamente asegurando mi presencia allí.

Ese café se había vuelto el favorito de Lina, lo cual era lógico por su gran calidad con la comida y la atención. Íbamos allí en grupo, a veces solo con André y rara vez solo con Lina.

En esa cafetería siempre recibíamos la atención de Jeffrey, lo cual me resultaba un puntazo, ya que no sabía mucho de él en la escuela, faltaba demasiado y siempre parecía de un humor horrible como para acercarse a hablarle, sin embargo, cuando era nuestro mesero se comportaba muy conversador y hasta agradable. Me preguntaba si lo hacía porque debía o en verdad se alegraba de vernos.

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