Miles Entre Nosotros

Capítulo 10

Capítulo 10

JEFFREY

Pasé mis manos por mi rostro y me acomodé en el sofá de mi mejor amigo, Matthew Beckham, el único que podría considerar como un verdadero amigo. Por supuesto que él no formaba parte de mi escuela, era mi compañero hasta que repetí el año. Por obvias razones él se graduó primero.

Me estaba quedando en su casa hasta que sus padres volvieran de un viaje de negocios al extranjero, estaba en deuda con él por soportarme tanta basura en todo el tiempo que llevábamos conociéndonos. Más que un amigo era un hermano, el que nunca tuve, el único amigo en quien podía llegar a confiar ciegamente.

—Pareces cansado, ¿todo bien anoche? —preguntó el mismísimo Matthew.

Abrí los ojos y lo miré arqueando la ceja, preguntándome si no era obvio que estaba de malas por no haber dormido bien.

—Dormí apenas dos horas, pero al menos ya estamos en fin de semana.

Había pasado exactamente una semana desde que habia ayudado a Camille. Me arrepentía bastante de haberle propuesto tal cosa, aunque me reconfortaba saber que ya no la estaban molestando. Lo cierto es que no había pensado ni un poco en las consecuencias de haberla relacionado conmigo tan íntimamente. Mi reputación era un problema a pesar de ser su salvación los últimos días.

—¿Por qué no faltaste a la escuela? —preguntó con obviedad.

—Nah, no puedo dejar sola a Camille con eso buitres.

Matthew podía ser mi mejor amigo pero eso no significaba que nos contáramos todo, por lo que él no sabía nada de Camille.

—No te veo muy emocionado con todo esto, ¿Por qué te metes en problemas ajenos? —cuestionó.

Y tenía razón, no estaba para nada emocionado ni mucho menos interesado. Pero en ese momento lo creí buena idea, ya luego de una semana no tanto.

De vez en cuando quedábamos en vernos fuera de la escuela, nos veíamos en <<Éxtasis Cafetero>>, ahí éramos dos chicos pasando la tarde. Nos divertimos, o al menos yo lo hacía, estábamos entre un ambiente más suelto y relajado. Nada era forzado, solo un par de amigos tomando un café y hablando de cosas sin sentido.

Pasar la tarde con ella al final era un tipo de escape.

Camille no era tan irritante como  creía, en realidad era bastante tranquila y tampoco hablaba mucho como yo decía. Poco a poco la estaba conociendo, iba apaciguando mis dudas sobre ella.

—No lo sé, es complicado.

Fue lo único que dije, ya luego simplemente hundí el rostro en un almohadón del sofá y rogué porque Matthew se largara y me dejara en paz.

—Está bien, no me meteré en tus cosas —suspiró. Se dio la media vuelta dispuesto a irse, pero volvió hacia mí con una expresión preocupada., como si hubiera recordado algo— ah, y vino Jared en lo que tú estabas en clase.

Aquello fue suficiente para que me quitara el almohadón del rostro y le prestara atención.

—¿Qué quería?