Capitulo 12

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FÉLIX

La pantalla se apagó, la llamada finalizó de forma abrupta y sin darme la oportunidad de oír lo que Camille estaba diciéndome. Me quedé perdido en el hilo de la conversación sin quererlo. Por lo que sentí una gran angustia al instante, necesitaba darle una explicación y no dejarla así de aquella forma. Seguro eso la había hecho enfadar y no quería volver a ser testigo de su enojo. Así que por mi bien tenía que aclarar todo.

Conecté mi teléfono.

Mi mente buscaba las palabras correctas para explicarle a mi nueva amiga porque había desaparecido, mientras me sentaba frente a la computadora e intentaba hablar con ella por alguna red social. El problema era que nunca nos compartimos nuestras redes, así que no tenía forma de escribirle hasta que encendiera mi teléfono.

No tenía fe de encontrar un perfil con su nombre, estaba seguro de que encontraría cientos y que terminaría hablando con la abuela de alguien.

Estaba a punto de apagar mi computadora cuando en la parte superior de la pantalla me apareció una notificación de una llamada grupal entrante. Por lo visto tenia algunas de estas pérdidas desde hace diez minutos, de pura casualidad había coincido con la última de ellas.

Solo había dos personas en la llamada, además de mí, se trataba de mis mejores amigos.

—¡Hombre! Hasta que sabemos algo de ti —exclamó Christopher acercando su rostro a la cámara.

Se podría decir que Christopher era un chico complicado, impaciente y algo temperamental. Nos habíamos conocido dos años atrás en una fiesta en la casa de un amigo en común, fue cuestión de un par de palabras y compartir un cigarro para que nos volviéramos amigos. Con el pasar de los años se había vuelto uno de mis mejores amigos, por lo que había aprendido a lidiar con su temperamento y su falta de paciencia.

En ocasiones lo volvía loco.

—Ya déjalo, lleva unos días muy estresados —me defendió Xavier.

También estaba Xavier, mi mejor amigo y vecino desde los últimos quince años. Había crecido con él, nos habíamos criado en la casa del otro y habíamos compartido grandes momentos tanto nosotros como nuestras familias.

Siempre me daba la razón y justificaba mis errores como fuera posible. Por ello siempre terminaba discutiendo con Chris, aunque en el fondo nunca discutían en serio y estaba claro que eran grandes amigos.

—Gracias, Xav.

Sonreí de lado y él asintió, para luego enseñar su dedo pulgar hacia arriba.

—Siempre lo defiendes...—se quejó Chris.

—Solo digo la verdad.

Esa era la respuesta de Xavier para todo.

—Apuesto que estaba hablando con esa chica, la gritona... —Chris nunca se equivocaba.

Arqueé la ceja divertido por su inmadurez.

Tenían conocimiento de su existencia por mí, por todo lo que le había dicho respecto a nuestras conversaciones. No había sido detallista, pero tampoco había dejado el misterio. No cuando ellos estaban conmigo el día que me llamó por accidente y me gritó las mil y una, luego de haber oído todo aquello no habían dejado de preguntar quién era y por qué estaba tan molesta. En ese momento no supe que decirles, ya que no la conocía y no sabía porque estaba tan enojada, aquello despertó mi curiosidad.

Yo también quería saber con quién estaba tan enojada y por qué. Pero nunca lo había llegado a preguntar y por su cuenta nunca me lo había dicho, tal vez porque no quiera tocar aquel tema.

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