18
JEFFREY
Cuando mi cobrador me dio una orden directa de ir a cierto punto por una entrega de nuevas drogas supe que algo andaba mal. Aun así no podía negarme o incumplir con su orden, si, como un soldadito de mierda que no tiene ni voz ni voto, que solo debe limitarse a asentir y cumplir.
Cuando llegué la transacción ocurrió con normalidad, entregué dinero y recibí unas pastillas oscuras con una luna fluorescente en el medio. Nadie dijo nada, no había algo que decir más que cumplir con el trato y seguir nuestros caminos por separado.
Aseguré el cargamento en un compartimiento especial dentro del auto. Cuando fue rápido, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar cuando oí el seguro del arma aturdirme un poco.
─No quiero problemas, ni tampoco mi jefe. ─dije intentando mantener la calma.
Oí risas.
─Chico, tenemos cuentas contigo no con tu jefe. ─Le dio un golpe a las partes traerlas de mis rodillas. Me dejó sobre estas.
Apreté los párpados y los dientes repetidas veces para no perder la calma.
─Te dije que esto no iba a quedar así, Rymer. ─La voz de Sam llegó a mis oídos.
En un parpadeó ya lo tenía de cuclillas frente a mí, con su sonrisa socarrona y una expresión de victoria que ni siquiera merecía. Estaba ahí, divirtiéndose al verme en esa posición; intentando no cometer un error que hiciera puré mi cerebro.
─Maldito cobarde...─escupí colérico.
Él sonrió complacido al verme retorcerme por la ira.
─Mírate, aún con tu vida en riesgo usas esa boca sucia.
Intenté mantener la cabeza en alto pero con la presión del cañón me obligaban a agachar la cabeza. Estaba seguro de que era un morbo de Decker, quería verme rendido, destruido, o al menos con la cabeza gacha ante él.
Por más que amenazaban con volarme los sesos intentaba mantenerme fuerte y con la mirada fija en sus ojos.
─Nunca vas a verme hundido, hijo de perra.
Él se inclinó hacia mí rostro y me sonrió con sus dientes manchados de amarillo por el tabaco barato.
─Eso ya lo veremos ─dijo con un tono divertido antes de ponerse de pie y lanzarme el primer golpe.
Pateó mi estómago tan fuerte que sentí las ganas inmensas de vomitarlo encima. Ni siquiera pude moverme para hacerlo, ya que un par de manos sostuvieron con fuerza.
Intenté zafarme en el momento que sentí el cañón despegarse de mi piel pero me sujetaron tan fuerte que apenas podía mover la cabeza, por el resto de la movilidad mi cuerpo la consideraba completamente inútil.
─¡Por una chica! ¡¿Por una chica?! ─Soltó una carcajada─ estamos en este lío por una chica... por favor, ¿Cómo puedes caer tan bajo?
Me enfureció. Que volviera a hablar de ella como le placiera me dio un sacudón que me puso lo suficientemente activo como para casi poder liberarme, solo terminé cansándome por el esfuerzo pero aun así no me detuve.
─¡Cállate! ─Grité mientras intentaba salir de la trampa de manos─ ¡No hables de ella!
Él volvió a sonreír.
Me dio un golpe en el estómago, uno en seco y repentino que me robó el aire por completo. Seguido a esto, me tomó del cabello con fuerza y tiró de este hacia atrás para levantar mi mirada en dirección al cielo.
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Miles Entre Nosotros
RomanceUn número telefónico. Amistades cercanas y a la distancia. Una chica. Dos chicos. ¿Amigos o pareja? Problemas. Y muchas primeras veces para todo. *** Historia 100% mia, con sus personajes y los sucesos ficticios en su totalidad. Cualquier intento de...