Capítulo #09

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Saint (Debía darme prisa, pero me sentía cómodo estando con Perth, nuestra mañana paso en un abrir y cerrar de ojos: intenté ayudarlo con los platos, sin embargo, él no lo permitió; por lo que recordé que siempre solía tener esas actitudes conmigo; así que hice lo que solía hacer cuando éramos niños, coloqué mis manos alrededor de su cintura y le di un beso en la mejilla seguido de un gracias, posteriormente me retiré a mi habitación. Desde la noche anterior había preparado mi ropa y estaba listo para empezar mis practicas en aquella empresa. Tomé mi mochila y cerré con cuidado la puerta de mi habitación, la casa parecía desierta; miré hacia la parte de arriba, pero no había señal de Mark o Perth, así que tomé mis llaves cerrando también con cuidado la puerta principal.

Subí a mi auto y me puse en marcha, no había pasado mucho tiempo, cuando la pantalla de mi teléfono se ilumino con un mensaje, esperé a que tocara un semáforo en foto para poder verlo.

📱P: Gracias por darme la oportunidad de estar de nuevo en tu vida, espero tengas un buen día, si estas libre búscame y comamos juntos.

Solo pude ver el mensaje, pero nuevamente el semáforo se encontraba en verde que no me permitió contestarle hasta que llegué a la empresa.
📱Si a mí también me da mucho gusto que vuelva a tener a mi amigo de vuelta, te avisaré en cuanto este disponible. Una vez que respondí me apresuré a tomar mis cosas, llegué a recepción donde una dulce chica me recibió y empecé todo el proceso de presentación.

Todos me dieron una cálida bienvenida, iniciamos con largo recorrido a la empresa, a conocer los respectivos encargados de cada área, pero todos ellos me dieron un gran recibimiento. El tiempo pasa volando; más cuando apenas intentas acostumbrarte a nuevas actividades, apenas y había podido revisar mi celular, pues lo había puesto en vibrador, cuando lo vi, Perth me había mandado varios mensajes,

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Perth: Esta mañana había sido perfecta, él se comportó como antes lo hacía, parecía que el tiempo no había pasado entre nosotros, eso le daba cierta esperanza a mi corazón, quiero romper esta barrera que se ha formado entre nosotros desde nuestra separación y ahora muero de ganas por saber que estuvo haciendo este tiempo que no estuve a su lado. Luego de terminar de lavar los platos, me alisté para las asesorías que impartiría el día de hoy. El área de medicina estaba cerca de ahí, camine sin pensarlo, pero de antemano sabía que no podría hoy ver a Mark; estaba algo preocupado también por ese chico, no sabía que era la sensación al estar cerca de él. Traté de alejar esos pensamientos y busqué la cafetería donde me contraría con el primer grupo de estudio; para mi sorpresa se unieron más chicos de los que había contemplado y eso me ponía de un excelente humor, cerca de 3 horas nos llevó la sesión, pero todos los chicos lograron comprender la mayoría de los temas, remotamente revisaba mi celular, pues le había mandado mensaje a Saint con la esperanza de comer juntos; quedó en avisarle en que horario saldría a comer, pero tal mensaje nunca llegó, cuando terminé mis labores me vi tentado a llamarle, saque mi teléfono pero al ver su nombre en la pantalla de mi celular fui un cobarde que no se atrevió a llamar; tampoco quería mandar otro nuevo mensaje, suponía que estaría muy ocupado y no deseaba abrumarlo ahora que nuevamente nos hacíamos cercanos, por lo que guarde de nuevo el teléfono y busque un buen lugar no tan caro para comer y posteriormente regresar a casa.

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El segundo grupo de estudio fue menor que el anterior, sin embargo, también fueron buenos chicos al comprender con rapidez las reglas gramaticales del idioma. Estaba terminado de guardar mis cosas, cuando un de las chicas se acerca nuevamente, quizás había olvidado algo, o tenía alguna duda y deseaba aclararla antes de que me marchara, pero me sorprendió cuando extendió sus manos de una manera muy tierna entregándome algunos caramelos. "Gracias" Fue lo único que alcancé a decir poco antes que la chica saliera rápidamente para reunirse con el resto de sus amigas, reí un poco al ver la cara de esa niña pues estaba totalmente roja, pero por un momento esa imagen fue reemplazada por la de esta mañana cuando a Saint se habían enrojecido sus mejillas o a Mark cuando estuvimos relativamente cerca. Traté de sacar esos pensamientos de mi mente, me apresuré a terminar de guardar lo último y coloqué la pequeña bolsita, teniendo cuidado de no arruinarla dentro de mi mochila.

The Blue HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora