The Blue House

Capitulo #27

Saint: Mi vida era totalmente tranquila, no sé porque el destino se empeña a ponerlo de nuevo en mi camino, cuando me alejé de él intenté olvidarme de todo lo que vivimos juntos, pero ahora me veo obligado a estar más cerca que nunca, pues nos hemos convertido en familia. Me aterra la idea que mi abuela se entere de quién rompió mi corazón en aquella ocasión fue Zee y eso pueda afectar su relación con el abuelo James, por lo que más que nunca debo de tratar de resolver este problema de la mejor manera posible.

Mi relación con Perth tampoco está en los mejores términos, quizás debo tratar de rescatar lo que un día nos unió, ese amor que nació desde que nos conocimos, así que esta vez, debo ser yo quien se mude de este lugar, teniendo a Zee tan cerca no sé lo que pueda llegar a pasar.

Tampoco quiero causarle dolor a ese chico... él no tiene la culpa, Zee jamás le mencionó que alguna vez fuimos pareja o siquiera que nos conocíamos, así que no imagino como se pondrá cuando descubra que le mentimos. Por lo tengo que hacer algo por la estabilidad de ambos, pero debo confesar que ese chico no es tan inocente como todos pensamos que hasta cierto punto lo puedo considerar como un digno rival.

Después de nuestro ultimo encuentro en la reunión, su tono de voz ha cambiado hacia conmigo, más el día que se mudó Zee a esta casa, debido a que no hemos coincidido en horarios hasta el momento no nos hemos topado, talvez por eso no me ha enfrentado de nuevo. Hoy posiblemente seguiría de esa manera; me levanté temprano, intenté ir a buscar a Perth a su habitación, pero él ya no se encontraba. Zee me había pedido que fuésemos juntos al trabajo, intenté negarme, pero visitaríamos algunos clientes por lo que sería pesado manejar por toda la ciudad y estar revisando las actualizaciones de los contratos, así que me vi obligado acompañarlo. "Te veo temprano" me dijo antes de entrar a su despacho y no salir de ahí, me di prisa en revisar los documentos que llevaríamos, estaba casi listo cuando logré escuchar la voz de Perth dentro del despacho, no me atrevía a intervenir, de pronto noté que Mark ahora estaba a mi lado y no sabía como ayudar. -Dile a Zee que lo espero para irnos o llegaremos tarde.
Él solo me dedicó una picara sonrisa -Descuida arreglaré este desastre – me dijo y entró a la habitación, yo preferí salir al patio, lo que menos deseo es verme involucrado, pero alcance a escuchar algo de la conversación. Moría de angustia de saber que era lo que había pasado, pero ahora algo estaba inquietando mi mente, porque Perth reclamaba por Mark. No pude esperar más por lo que entré de nuevo a la casa, la puerta del despacho estaba ligeramente abierta, mis ojos no podían creer lo que estaba viendo, intenté alejarme, pero parecía que estaba pegado al piso, pues estaba totalmente inmóvil y no podía apartarme de ahí por más que doliera. Lo nuestro estaba perdido... una aventura... solo eso fui para él... estaba tan perdido en mis pensamientos, en ver como ese chico hacia disfrutar a Zee en mi lugar, que no pude escapar a tiempo y ambos nos topas de frente.

Mark-Lo siento Saint, la próxima vez recordaré cerrar la puerta, pero somos una pareja feliz... debes entenderlo, solemos hacer este tipo de cosas... avísame si la próxima vez quieres unirte, no lo he platicado con Zee, pero por el hecho que no te fuiste, imagino que él no te es indiferente... así que solo avísame... quizás podemos hacer intercambio de pareja, ¡¡ah!! olvide que Perth terminó contigo... no sé... nunca había pensado en esa posibilidad... pero estoy seguro del amor de Zee, que nada me va apartar de él, por lo menos hasta que yo quiera... ahora... dale unos minutos y ahorita pueden irse... llegaré tarde por lo que no tienen que preocuparse por recogerme del hospital ya me las arreglare para regresar del turno de tarde.

Saint (Apenas podía entender aquellas palabras, pero inconscientemente estaba apretando con fuerza mis puños, "Celos" ese sentimiento no lo había conocido hasta el día de hoy, pero no hay competencia entre nosotros, comprendo a la perfección mi lugar, por lo que no estaba dispuesto a luchar en una batalla perdida. Me sentía derrotado de no ser por que su mano me dio un poco de consuelo. Al girar mi rostro sus labios me sorprendieron y me aparte de inmediato.